Amparo Miret, Gerente y Directora de Viajes Gandia, exconcejal de Turismo en el Ayuntamiento de Gandia en la legislatura de José Manuel Orengo, lleva toda una vida dedicada al turismo, más de 50 años. Su padre creó la empresa y con 13 años ya se subía a los autobuses y hacía de guía. Conoce el sector y opina cómo afrontar la crisis que el coronavirus está ocasionando a la economía en general, y a su sector, en particular, uno de los más importantes en la Safor.
El turismo ha sido uno de los primeros en sufrir el impacto del coronavirus, y en España, donde el sector contribuye a más de un 11% del PIB, el golpe puede ser relevante. Los clientes llaman, preguntan preocupados y se resiente la compra de nuevas vacaciones, porque la gente está a la expectativa de lo que pueda pasar.
– En una semana las medidas para restringir viajes o prevenir aglomeraciones hicieron que su sector fuera uno de los primeros en sentir los efectos de coronavius.
– El sector turismo es el más tocado. Es al que menos futuro se le ve a corto plazo. Creo que necesitamos acciones financieras, fiscales y administrativas para reconstruir el tejido empresarial y con ello ayudar a las pymes. No creo que haya suficiente fuerza para esta debacle que hemos tenido.
– ¿Están viendo interés en las administraciones por este sector?
-Sí, no me siento sola. Rápidamente nos han aceptado un ERTE, nos han concedido créditos ICO, pero no es suficiente. La Generalitat está tratando de apoyar con unas ayudas paralelas al gobierno, pero esto debe estar unido con la Comunidad Europea, con un futuro conjunto.
– En su caso particular, ¿cómo afronta la situación Viajes Gandia?
– Somos doce personas, eso significa nóminas y muchas familias. No nos dejarán abandonados. Nosotros entramos en el proyecto SICTED, una idea de (la alcaldesa de Gandia) Diana Morant para tener un turismo de calidad. Ahora al tener el sello como empresa, hemos podido acceder a ayudas. Pero no queremos vivir de ayudas, no queremos poner la mano, los empresarios queremos futuro y tener fe. Esto nos ha sobrepasado, nos revela, pero está ahí y hay que aceptarlo».
– ¿Cuándo se da cuenta de que las fichas del dominó comienzan a caer y no se pueden parar?
– Sobre el día 10 de marzo comencé a llamar mis clientes de grandes viajes y decirles que se plantearan la anulación. En esos momentos podían cancelar con menos gastos que si los cancelaban en Semana Santa. Pero, era cómo un ‘piénsatelo’. Lo que no sabíamos es que dos días después todo sería un caos. Inmediatamente suspenden los viajes del IMSERSO y ya se desencadenó todo.
– Y empezó el caos…
– De lo que estoy muy orgullosa es del equipo que tenemos en ‘Viajes Gandia’. Desde el minuto cero actuamos. El domingo fatídico nos reunimos, cada una cogió las fichas de sus clientes y todas a trabajar telemáticamente desde casa. Estábamos muy preparadas y no abandonamos a ningún cliente. Se generó un gran equipo fuera de la oficina. Ha sido muy satisfactorio ver la respuesta de mis trabajadoras.
– Habrá vivido casos muy estresantes…
– Muchos. Todas nosotras. Hemos estado pendientes de clientes que estaban en aeropuertos hasta la madrugada. Hemos sacado todas las solicitudes de ayuda, trabajado muy coordinadamente. Han sido mucho los casos, yo personalmente seguí todo el proceso de una niña de 15 años que teníamos que traerla de EE UU. Cada vez que hacía una escala, se le cancelaba el vuelo siguiente. No la abandoné a través del teléfono, ni a ella, ni a su madre. Le pedía que me pasara con la gente que estaba en los mostradores de las líneas aéreas. Y logramos que en un día abrazara a su madre.
– En crisis como éstas, ¿la agencia afianza clientes?
– Lo he vivido varias veces. Llegamos a solucionar problemas de otras personas y eso finalmente te da prestigio, y confianza en la empresa. Abrimos una línea de whatsapp para que cualquier persona que necesitara algo enviara su mensaje y respondimos a todos.
– Con las cancelaciones, ¿las compañías tienen la obligación de devolver los importes?
– Los dos o tres primeros días nosotros íbamos previniendo. Cada expediente se trabajaba de forma diferente, mirando cómo se podía cancelar y recuperar ese dinero. Fue un trabajo muy duro, si era un billete normal, no se podía cancelar y no tenía devolución. Entonces esperábamos a que cayera la reserva y automáticamente pedíamos el reembolso. Pero eso duró tres o cuatro días. Después la Comunidad Europea permitió a las compañías aéreas que pudieran reembolsar pero en bonos para utilizar durante dos años, como un cheque. Tuvimos que plantear con cada cliente cómo hacerlo. Defendiendo siempre al cliente. Por la ley que salió el 31 de marzo se nos permite hacer bonos. Las agencias tenemos muchos seguros para avalar a los consumidores.
– ¿Cómo se trabaja con el bajón económico sumado al bajón emocioal al que está sometida la población?
– Personalmente, he vivido dos fases, primero en volcarme las 24 horas del día resolviendo los problemas de mis clientes con un equipo de gente profesional y que me han demostrado que son las mejores. Ahora, estoy con bajón, haciendo números, la mesa de mi comedor es un gran escritorio. La tercera generación de la empresa, es decir, mis hijos, están aportando ideas. Estoy convencida que habrá una viabilidad.
EL TURISMO EN GANDIA
-¿Cómo cree que podrá salir de esta crisis el sector turístico de Gandia?
– Creo que será como los años 60. Tendrá que controlarse la manera de ir a la playa. Los paseos a la orilla del mar serán un sueño que no se podrá hacer. Desde el Ayuntamiento se están haciendo cosas puntuales, se está previniendo que la playa sea atractiva pero con las medidas del OMS y se barajan muy buenas ideas. Hace cuatro años, Diana Morant nos puso a trabajar a todo el sector turístico para conseguir un turismo de calidad. El sello SICTED se ha movido y Gandia está bien proyectada. Creo que (el concejal de Turismo) Vicent Mascarell lo hace bien y los aplaudo. Siempre buscando el cambio de calidad en la playa y ahora, cómo mantener un mínimo de cuota para que este sector se mantenga.
– ¿Cuál prevé que será el futuro inmediato? ¿Habrá viajes?
– Sinceramente hasta julio o agosto no se moverá nada. La gente tiene miedo.
– Está siendo muy optimista con esas fechas…
– Llevo años en el sector, he vivido la guerra del Golfo, volcanes en erupción, crisis económicas, maremotos y siempre hemos tenido otras alternativas de viaje, pero esto es totalmente diferente. No hay nada, ni vuelos, ni barcos, ni hoteles… es una situación muy dura.
– ¿Cuándo calcula que se pondrá en marcha su empresa?
– El día 12 de mayo, un mínimo de personas estará atendiendo al público. Necesitamos ayudar y aclarar a nuestros clientes muchas dudas. Después de este estrés de unos días muy duros, quiero tener la posibilidad de continuar teniendo en activo a todo mi equipo. No quiero dejar a ninguna trabajadora en el camino. Como empresaria me lo he propuesto, lo lograré y dentro de un año y medio estaremos de nuevo al 100%.