Ando ésta semana confundido, sorprendido y hastiado. Pasaré a explicarles los motivos de mi estado de ánimo.
Pienso que cada día la brecha entre los ciudadanos corrientes y los políticos representantes, es mayor. Me refiero a nivel nacional.
Es la primera vez que en España tenemos un Gobierno de coalición, en el resto de países de Europa desde 1945 (fin de la Segunda Guerra Mundial) llevan gobernando en coalición, raro ha sido el país que ha dispuesto de un gobierno en mayoría.
Por ello tienen mucha más experiencia y sabiduría para gestionar estas situaciones. El diálogo, el acuerdo, el respeto entre minorías y la gobernabilidad forman parte de su forma de vivir.
Y hay situaciones para los españoles tan antagónicas e irreales como que partidos de centro-derecha pacten con socialdemócratas para gobernar como en la actual Alemania o en Holanda los centristas pacten con los verdes para el gobierno o en Italia una coalición de izquierdas manda ante una coalición de derechas.
Mientras en nuestro país vemos cada día mayor distancia entre la derecha y la izquierda. La derecha heredera del franquismo y la ultramontana extrema derecha con tintes fascistas sólo sabe decir no a los representantes del otro lado porque su único objetivo es destrozar al rival al precio que sea. Mientras el gobierno de coalición camina entre las discrepancias lógicas en un gobierno de coalición y el enfrentamiento con las derechas, son enemigos irreconciliables más que rivales políticos y con ello la situación se vuelve insostenible. Cada sesión en el Congreso de los Diputados se asemeja cada día más a una guerra de trincheras entre unos y otros sin ver el fin de la confrontación.
Mientras, los ciudadanos seguimos tratando de salir de ésta angustiosa situación que nos ha traído la dichosa pandemia de precariedad laboral, salarial, social, económica y moral. Todo son anuncios de la llamada “Regeneración Económica¨. Pero la gente corriente sigue viviendo como puede y las soluciones no parecen ni tan eufóricas, ni tan cercanas más al contrario la debacle nos ha traído aumento de pobres más pobres y crecimiento de ricos más ricos. Aquí la brecha es tan extensa como la que hay en el Gran Cañón del Colorado para saltar de un lado al otro, imposible.
Los jóvenes saben que si quieren tener una vida digna deben coger la maleta y marchar al extranjero para buscarse la vida o permanecer aquí con salarios míseros y contratos leoninos que no les garantizan aquello que más desean: el futuro.
Los políticos deberían de estar preocupados por su percepción ciudadana que desemboca en una creciente abstención y hastío de la gente.
Elecciones Generales en España
Año Abstención
Noviembre 2019 33%
Abril 2019 28%
Junio 2016 31%
Diciembre 2015 31%
Noviembre 2011 31%
Marzo 2008 26%
Con estas cifras de abstención en unas elecciones si yo fuera político en un partido de implantación nacional estaría preocupado.¿Qué estamos haciendo mal para que la abstención vaya creciendo? pues algunas respuestas parecen claras.
El político vive en su mundo. Las personas viven la realidad. Los políticos aseguran conocer las demandas de la gente. Pero la gente ve que no solucionan sus problemas. Los políticos cuando no mandan aseguran que lo que más les importan son los ciudadanos y cuando alcanzan el poder las trabas que vienen de Europa y el IBEX-35 español les impiden cumplir las promesas.
Hay más cosas pero lo dejo para otra ocasión. Lo importante es que el sistema no tiene soluciones. Los políticos que mandan sobre el sistema fracasan en su aplicación y los votantes se sienten engañados, frustrados y asqueados al comprobar el palabrerío, las falsas promesas y la incerteza del futuro personal y familiar.
Nos puede gustar más o menos, pero la realidad es ésta y lo demás palabrerío vacío, es lo que hay.