Buscar un coche no es algo sencillo. Entran en juego muchos factores y, en ocasiones, demasiadas preguntas sin respuesta. “Creemos con firmeza que es importante tener altas expectativas en el coche que vas adquirir, pero también consideramos que esas mismas expectativas deben existir a la hora de elegir el concesionario adecuado”. Ahora es una buena oportunidad en la Feria del Motor.

– La octava edición de una feria del motor que se inició muy tímidamente, cómo la ve ahora en la distancia?

– Empezamos en momentos muy difíciles. Habíamos empezado una crisis en setiembre del 2008 y en el 2011 y 2012 fueron los peores años de la crisis. Era atravesar un valle. Era tan difícil que pensábamos en un éxodo de concesionarios y que el sector desapareciera de la ciudad, como estaba ocurriendo en Alzira y Xátiva. De hecho a día de hoy, prácticamente no tienen concesionarios en esas zonas, la gente se desplaza a Valencia y a Alicante.

-Y en momentos de mayor crisis, surgen buenas ideas?

-No queríamos perder más y ahí surge la idea de sacar el motor a la calle, ya que a la gente le costaba venir a las instalaciones. Nuestra primer idea fue hacerlo en un recinto cerrado, pero se decidió sacarlo a la calle y fue un revulsivo. Sí que se había hecho algo así en Oliva, pero la de Gandia nace con una idea comercial. En definitiva, hacernos un favor a los concesionarios y también a la sociedad, porque conseguíamos precios mejores para comprar. Eso solo se veía en las grandes ferias nacionales donde los fabricantes apostaban fuerte y daban muy buenos descuentos.

– En qué posición se encuentra nuestra feria a nivel nacional?

-En la Comunidad Valenciana es la tercera después de Valencia y Alicante. Estamos en muy buena posición. El cuarto o el quinto están muy por detrás de lo que facturamos en Gandia. Lo más importante es que viene mucha gente de fuera porque nuestras ofertas valen la pena. 

– Cuál es el nivel de proyección teniendo en cuenta las siete ferias realizadas?

– Puedo decir lo que recuerdo de mi empresa (Grupo Moll) en la primera edición vendimos 25 coches y entre todos no llegamos a los 100 vehículos. Y el año pasado, sólo nuestro grupo vendió más de 130 coches y pasamos de los 500 a 600 coches a nivel de feria. Son resultados muy positivos, crecemos cada año más.

– El crecimiento de marcas en Gandia es evidente. ¿Cómo se ha conseguido?

– Con profesionalización, cuando comenzamos los concesionarios eran muy tímidos, estábamos todos muy asustados después de la crisis con las ofertas que podíamos hacer y nos dimos cuenta que, la manera de sobrevivir, era vender muy barato muchos coches. Jugar al volumen, eso lo hemos aprendido.

No han desaparecido concesionarios, han sido absorbidos por otros grupos, pero mantienen sede en Gandia y con ello los puestos de trabajo. Otros grupos, han montado marcas que antes de la crisis no estaban con lo cual hemos adquirido un peso muy importante. No tenemos datos exactos, pero estimamos que nuestro sector mueve un 10% de la actividad económica de la ciudad. Más de 1.200 empleos de alta calidad, fijos porque necesitan mucha formación y nos cuesta mucho dinero formar a la gente. Los empleos que generamos no son eventuales.

– ¿Cuántos concesionarios hay en Gandia?

– Pasamos de la veintena, estamos a niveles de grandes ciudades y con grupos muy saneados, con mucha profesionalidad. Antes, los sábados la gente se iba a Valencia a comprar coches, ahora tenemos nosotros que reforzar ese día nuestra plantilla porque la gente se desplaza a Gandia. Saben que somos muy agresivos y eso es una magnífica noticia.

– Se habla de una bajón en las ventas de este sector de un 10% en  los últimos meses. Es una tendencia a nivel nacional o es de nuestra zona?

– No es novedad que hay una incertidumbre a nivel global. Con nubarrones en el horizonte económico internacional, entiéndase la pelea que hay entre China y EEUU con Trump, el  Brexit en Inglaterra, más la incertidumbre de qué va a pasar con Italia, la necesidad de un gobierno estable en España… todo esto se ha notado.

Hay un dato muy curioso, en EEUU están en un período muy expansivo de 118 meses, es decir, están a punto de hacer 10 años de expansión. Jamás en la historia han tenido tantos años sin recesión, tienen su peor momento político, pero confían en la estabilidad económica. Los economistas no acaban de encontrar sentido a esto, pero sobretodo hay confianza. Creo que en España, tenemos una gran crisis de confianza y mientras esto no se supere, no se reactivará el mercado.

FERIA

– Cerca de 580 modelos en esta feria, es el año que más se expone?

– Efectivamente, además traemos dos marcas nuevas a la ciudad. Estará Skoda y Suzuki.

La gente por lo tanto disfrutará de una gran oferta. Además de las marcas, se expondrán una serie de modelos de los todoterrenos pequeños, hay novedades importantes en diferentes marcas. El Mazda 3 será una novedad. Hay coches que han sido lanzados recientemente y se van a ver por primera vez en la feria de Gandia.

CAMBIO DE TECNOLOGÍAS

“Estamos en un momento de cambio de tecnologías. Estamos pasando del coche de toda la vida, diesel o gasolina, al híbrido, gas, hidrógeno o eléctrico y la gente se confunde. A la gente le gusta la nueva tecnología, lo que pasa que ahora hay dos barreras a la entrada de nuevas tecnologías.

La principal es el precio, porque en un vehículo eléctrico hablamos de 35.000 a 40.000€, más del doble que un vehículo normal y la otra barrera, es la falta de infraestructuras es decir, los gobiernos a nivel europeo dicen lo que hay que hacer, pero ellos no lo hacen. Nos exigían hacer un porcentaje de vehículos eléctricos que ya están hechos. El siguiente paso es que se vendan de forma masiva, pero para ello necesitamos buenas infraestructuras y no se invierte en ello, con lo cual es difícil crecer.

Si a todo esto sumamos las políticas regionales, como lo que ha pasado en Baleares que quieren prohibir en un tiempo limitado los vehículos diesel, esto hace inducir más a la confusión del usuario. Lo que no se puede forzar es la introducción de una tecnología que puede tardar 10, 15 o 20 años más meses.

GASTRONOMÍA

– También se suma una oferta gastronómica importante, esto también se ha trabajado a conciencia?

– Así es. Las cosas no surgen porque sí. Llevamos tiempo trabajando en ello. No queremos morir de éxito y nos hemos dado cuenta que la gente que viene de fuera tiene problemas para poder sentarse a comer o cenar si no hay reservas previas. Entendíamos que eso había que solucionarlo, que las familias paseen, vean y compren coches, pero que además, visiten la ciudad y hagan gasto. Hemos hablado para que los comercios abran ese sábado por la tarde y si fuera posible el domingo y por otro lado, que la asociación de restauración negocie unos menús especiales y  estamos intentando que se ponga una carpa cerca del recinto ferial para que los visitantes de la feria consuman algo más frugal.