Lara Mascarell (Taller de Félix) nos da algunas claves para el mantenimiento óptimo de nuestro vehículo
El tiempo no pasa en balde para nadie. Ni para nada. El uso implica disfrute, pero también un inevitable desgaste, y al igual que las personas se trabajan su estado físico, en el caso de los vehículos la atención continuada es también muy importante. Como parte indispensable en el día a día de gran parte de la población que es, el vehículo debe estar en las mejores condiciones, tanto por la seguridad de sus conductores como por el coste que conlleva. Porque, “si dejamos pasar demasiado el tiempo, más costoso será el arreglo”, advierte Lara Mascarell, Gerenta del Taller de Félix, que nos da algunos consejos básicos para tener el gasto más eficiente posible en nuestro vehículo.
Hace falta mucho tiempo para percibir con claridad el deterioro de un vehículo. La carrocería, los neumáticos y las gomas de los parabrisas acusan un desgaste mayor si el vehículo pasa muchas horas o ‘duerme’ en la calle. Y muchas veces, los conductores sólo se fijan en esas cosas y solucionan los problemas básicos antes de pasar las revisiones oficiales. La mayoría de las veces, no se presta ninguna atención a los pequeños roces o abolladuras de la carrocería.
– ¿A qué elementos conviene estar más atenta?
– En primer lugar, al estado de los neumáticos, tanto el desgaste como la presión de inflado. También hay que revisar los niveles de líquidos de frenos, del refrigerante del motor y del limpiaparabrisas; y los sistemas de alumbrado y señalización de los vehículos. Es muy importante comprobar que funcionan correctamente las luces de cruce y de carretera, los intermitentes, las luces de freno y de marcha atrás y niebla. Son los principales motivos de rechazo en las inspecciones de la ITV.
Los neumáticos son una parte fundamental del coche y garantizan la seguridad en curvas y en frenadas. Y la batería alimenta dispositivos electrónicos de un coche para que estén en perfectas condiciones cuando accionemos el contacto.
– ¿Cuáles son los cambios habituales?
– El refrigerante debe cambiarse cada dos años. También se debe comprobar el estado del radiador, manguitos y abrazaderas, bombas de agua y la correa del ventilador. El motor de un automóvil es un mecanismo muy delicado, debido a las continuas fricciones a las que están sometidas sus partes móviles. Por ello, habrá que controlar el nivel del aceite con el motor parado y añadirle cuando la varilla marca el mínimo. Pero nunca se debe sobrepasar el nivel máximo.
Tanto el filtro como el aceite convienen ser cambiados antes de un largo trayecto, especialmente, si no recordamos cuándo lo hicimos por última vez.
Otras comprobaciones: el nivel de aceite en la caja de cambios. Si esta es automática, es importante leer el programa de mantenimiento y mantener los niveles prescritos.
– El sistema de frenos, clave para la seguridad
– Cualquier descuido a la hora de su comprobación nos puede costar caro, un adelantamiento, un viraje forzado o simplemente una caravana pueden ser unas situaciones realmente peligrosas para la integridad física del conductor y sus acompañantes. Si las pastillas son nuevas, recuerde que no se debe frenar a fondo desde el primer momento, ya que sólo trabajarán algunas zonas de la pastilla y provocará su cristalización. Estas zonas cristalizadas ni frenan ni se desgastan, y para evitarlo, durante los primeros kilómetros hay que efectuar frenadas cortas y suaves, para que poco a poco las zonas prominentes de la pastilla se vayan desgastando y se logre el perfecto acoplamiento entre ésta y el disco.
Los niveles del líquido de frenos deben ser comprobados y sustituidos cada año. El estado de pastillas y discos, igualmente debe ser revisado y el freno de mano, ajustado.
– ¿Y la carrocería?
– Es más útil llevar el coche en cuanto se vea un pequeño golpe o arreglar ese arañazo que le hemos dado al estacionar, porque saldrá más económico que esperar un deterioro mayor del coche. Lo normal, cuando damos un pequeño golpe, es pensar: “Cuando tenga otro ya lo llevo al taller”. Eso es un error, porque la carrocería se deteriorará mucho más y el arreglo será mucho más costoso. Resulta más económico hacer los pequeños arreglos inmediatamente que esperar.
Tras estas pequeñas aclaraciones y consejos, Lara Mascarell recuerda que es importante acudir al taller, como cualquier otra consulta o revisión. “Nosotros en nuestro taller asesoraremos y pasamos presupuestos sin compromiso”.