El 12 de abril pasado se publicaba en el BOE la Orden con el objetivo de evitar el riesgo de propagación y contagio de la COVID-19 en el sector de la construcción y concretamente en las situaciones derivadas de la concentración de trabajadores y trabajadoras que en muchas ocasiones tienen que compartir determinados espacios comunes, con residentes u otros usuarios.
La norma trata en este sentido de restringir la circulación de trabajadores/as o materiales, que no sea posible independizar por completo de los espacios en los cuales se encuentran, temporalmente o permanente, aquellas otras personas.
«Por lo tanto, desde el Departamento de Urbanismo continuaremos tramitando las Declaraciones responsables y licencias de obras de reforma que afectan a: Bajos con entrada independiente, viviendas unifamiliares, edificios que estén siendo rehabilitados íntegramente, actividades terciarias, industriales y comerciales. En todos los casos tienen que estar deshabitados», ha indicado el vicealcalde y concejal delegado de Urbanismo, Josep Alandete.
No se permitirá en viviendas que estén situados en comunidades de vecindario y que los obreros tengan que usar elementos comunes, como por ejemplo la escalera, el ascensor, el vestíbulo, etc., excepto si tienen carácter de urgencia, que tendrá que contar con informe técnico o similar.