La sociedad valenciana está conmocionada por los graves efectos en la salud pública provocados por la Covid-19 en la Comunitat Valenciana, en el conjunto de España y en los países más golpeados por esta pandemia global. El elevado número de víctimas que el coronavirus está dejando en nuestra tierra –centenares de personas en la Comunitat Valenciana y miles en toda España–, “nos ha situado en un escenario desconocido para las actuales generaciones”.
Así arranca el comunicado emitido por el gobierno de la Generalitat Valenciana, un texto que será publicado en el BOE y que decreta el luto oficial en toda la Comunitat el domingo 19 de abril, en homenaje a todas las personas que han fallecido a causa del coronavirus, para solemnizar “el pesar de todo un pueblo”.
Como muestra de respeto, pésame y reconocimiento por las personas que han perdido la vida a causa de la Covid-19, ese día las banderas oficiales ondearán a media asta en el exterior de los edificios públicos de la Generalitat Valenciana. Y se invita al conjunto de las instituciones valencianas a secundar esta medida y a que ese día bajen sus banderas a media asta en todos los edificios oficiales. Varios Ayuntamientos y colectivos locales de la Safor ya han mostrado su total apoyo a la medida.
Asimismo, para recordar a las víctimas de esta pandemia y honrar su memoria, se convocan tres minutos de silencio el domingo 19 de abril a las doce del mediodía, momento en que los valencianos y las valencianas podrán expresar su pésame saliendo a los balcones, en silencio, durante esos tres minutos.
Después de este acto de recuerdo en medio de la pandemia, y una vez haya sido superada la crisis sanitaria, se decretará un luto oficial con un sentido homenaje de recuerdo a todas las víctimas y también de apoyo a sus familias, así como para testimoniar el agradecimiento de la Generalitat Valenciana a todas las personas que han ayudado a mitigar los efectos de la pandemia de la Covid-19.
En ese sentido, desde el Consell se señala que la reacción de la sociedad valenciana “ha sido admirable desde el primer momento”. Es un ejemplo de responsabilidad, esfuerzo y unidad. Desde aquellas personas más expuestas en la lucha contra el virus – como es todo el personal de la sanidad o de los servicios sociales–, hasta los trabajadores, las trabajadoras y las empresas que están garantizando el funcionamiento de los servicios públicos esenciales: cuerpos y fuerzas de seguridad, servicios de emergencias, alimentación, logística, limpieza o farmacias, entre otros muchos.
Toda la ciudadanía, además, ha cumplido el confinamiento domiciliario decretado por el estado de alarma del 14 de marzo de una manera inmensamente mayoritaria, y está dando una lección de gratitud, serenidad y esperanza saliendo cada tarde a aplaudir al balcón y manteniendo vivo el «Espíritu de las Ocho de la Tarde» como símbolo de unidad y responsabilidad.
Con todo, la sociedad valenciana siente, con profunda tristeza, el dolor y el sufrimiento que está sembrando la pandemia global de la Covid-19. Dolor y sufrimiento en las personas que han perdido la vida, en aquellas que están luchando para superar la enfermedad y, sobre todo, en las familias que han perdido a sus personas queridas con un final especialmente difícil y de soledad por razones de seguridad sanitaria.