Cuando llego a una nueva ciudad voy recogiendo cuanto plano y publicaciones encuentre en la oficina de turismo, bibliotecas y ayuntamiento y no hay situación más bonita que sentarse en una terraza o una plaza, bajo el sol, e ir pasando hoja por hoja toda esa información y de vez en cuando permitirse oler papel impreso, vicios o adicciones que en estos tiempos no podemos tener por el covid.
En mis primeros días en Gandia, con mi currículum a cuestas, fui a la Universidad Popular a entrevistarme con el director y mientras esperaba, arrasé con cuanto material impreso encontré en la mesa de la Secretaría y descubrí una publicación llena de información de Gandia y la comarca que guardé inmediatamente para leer con tranquilidad, en mi nueva casa.
Gente de la Safor fue acumulándose en mi biblioteca, mientras existió en papel, luego en pdf, porque descubrí un medio periodístico que era veraz en la información y daba importancia a la cultura. He encontrado a lo largo de tantos años notas sobre presentaciones de mis libros, de los amigos, exposiciones, conciertos y análisis políticos, históricos y de actualidad general. Ha sido una tarea nada fácil mantener una actualización constante de todo lo que sucede en la comarca cuando hemos vivido confinamientos y restricciones de movimiento.
Recibí hace unos meses la invitación de Marta para colaborar en la revista y en medio del caos de mi biblioteca encontré alguno de esos ejemplares en papel que me recordaban tantos momentos agradables de hace años y participar con mi amiga en su 35 aniversario tiene un enorme significado para mí, más aún cuando me acaban de nombrar consejera del CEIC Alfons El Vell y se completa una etapa muy importante de mi vida en Gandia.
Ambas, nacidas a tantos miles de kilómetros, estamos dedicadas totalmente a este espacio geográfico porque nos sentimos parte activa y comprometida con su desarrollo cultural y social.
Feliz cumpleaños y por muchos más.