El concejal de Hacienda de Gandia, Salvador Gregori, presentó los principales indicadores económicos del tercer trimestre, que, según aseguró, confirman “la buena salud financiera” del Ayuntamiento incluso en un contexto de elevados proyectos de inversión.
Gregori explicó que la previsión de estabilidad presupuestaria se mantiene en positivo, alrededor de 5,4 millones de euros, a la espera de los ajustes habituales del cierre del ejercicio. El edil recordó que el segundo semestre acumula un volumen importante de gastos vinculados a acontecimientos como la Fira i Festes, pero insistió en que “todo apunta a que 2024 volverá a cerrarse con estabilidad positiva”.

En cambio, admitió que la corporación no cumplirá la regla de gasto, algo que calificó de “normal y esperado” dada la dimensión del plan inversor actualmente en marcha, que incluye actuaciones en Sanxo Llop o el complejo Gandia Arena. “No estamos ante un aumento de gasto estructural, sino ante inversiones que transforman la ciudad; por eso, el incumplimiento no tiene un impacto real en la solvencia municipal”, defendió.
Evolución del endeudamiento y pagos
El concejal también detalló que la deuda municipal se situaba en septiembre en 254 millones, aunque prevé que a final de año se rebaje a entre 251 y 252 millones, lo que permitiría cumplir el compromiso adquirido de reducir unos 100 millones respecto a 2015.
Respecto al Período Medio de Pago (PMP), Gregori destacó que continúa mejorando y se encuentra actualmente por debajo de los 15 días, una cifra que consideró “entre las mejores de las grandes ciudades”. Subrayó que, aunque algunas facturas de menor cuantía pueden retrasarse, “las de mayor volumen se liquidan con mucha rapidez”, lo que refleja —dijo— “la fortaleza de la caja municipal”.
“El Ayuntamiento sigue una evolución económica claramente positiva”, concluyó Gregori, quien remarcó que los informes de Intervención “avalan la solidez de la gestión”.
Los populares alertan de una “situación financiera grave” y acusan al gobierno de maquillar los datos
El Grupo Municipal Popular ofreció su propia valoración. Su portavoz, Víctor Soler, y el concejal Guillermo Barber aseguraron que el Ayuntamiento incumple tanto la regla de gasto como la de deuda y denunciaron que la ciudad soporta “unos de los impuestos más altos del país”.

Barber criticó que la Intervención Municipal refleje 29 millones de remanente sin ejecutar, lo que, a su juicio, demuestra “la falta de gestión” del gobierno socialista. También acusó al equipo de gobierno de mantener una presión fiscal creciente, con la subida del 20% en la tasa de basura y el incremento previsto del recibo del agua.
Soler, por su parte, lamentó que el endeudamiento se proyecte hasta 2070 y atribuyó el aumento del gasto en personal a la incorporación de “afines al PSPV” en la administración local. “El alcalde Prieto incumple la regla de gasto para dar cobijo en el Ayuntamiento a quienes se han quedado sin trabajo en el PSPV”, afirmó, asegurando que la situación es “una vergüenza” y que la ciudad “está paralizada”.
