El poeta olivense perteneciente a la “generación del 50″ está recibiendo el último adiós de todos sus familiares, amigos, miembros que llevan su nombre y vecinos en la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Oliva. A las 10 de la mañana, las puertas del Ayuntamiento se han abierto hasta poco antes de las 18.00 horas. Ha sido un emotivo homenaje.
El féretro ha sido instalado en la sala de plenos del Ayuntamiento de su municipio natal, al que el poeta se trasladó hace 25 años.
Su finca familiar Elca, sede ahora de la fundación que lleva su nombre gestionará su legado. El lugar donde pasó su infancia, que inspiró muchos de sus versos divulgará su legado, más de 30.000 volúmenes y de fragmentos de Historia del Arte que el escritor fue adquiriendo a lo largo de su vida.
Esta mañana Oliva volvía a recibir por segunda vez en 10 días al ministro de Cultura, el valenciano José Manuel Rodríguez Uribes, quien estuvo presente el día de la entrega del Cervantes. Uribes recordaba que Brines estuvo “divertidísimo, brillante, lúcido y que mostró su capacidad de tender puentes”. Y agregaba: su muerte supone “la pérdida de uno de nuestros grandes poetas universales”
El conseller de Educación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, ha declarado que su fallecimiento ha sido «un golpe duro a la cultura. Brines era todo para la cultura y para el mundo de la literatura»
La capilla ardiente se trasladará mañana domingo al Palau de la Generalitat, en Valencia, que la acogerá en su Salón Dorado, de 10.00 a 13.00 horas. El Gobierno valenciano decretó el viernes tres días de luto oficial en la Comunidad Valenciana en memoria del poeta, el primer Premio Cervantes con el que cuentan las letras valencianas. Posteriormente, será enterrado en el panteón familiar del Cementerio General de Valencia.