Casa Colau, la empresa que es historia viva del Raval y que fue iglesia y casal fallero

[Img #21563]

 

Nicolás Ferri y su mujer Águeda llegaron a Gandia desde Bañeres. Su hijo Nicolás se casó en 1905 con Rosa del Remedio Ana. Con ellos, y con su nombre, comienza la historia de Casa Colau, un almacén de vinos, aceites, granos y taberna en la Plaza de Sant Josep. “En realidad, al principio era una taberna, al lado del Paseo Germanias, junto a la fuente de la calle Mayor. Pero se trasladó al Raval, y ahí se quedó”, recuerda Rosa. El negocio iba bien y en 1920 se amplió el almacén y la tienda de vinos con una gama de productos de su propia destilería que ya empezaba a funcionar en Bellreguard. Anisados, coñacs y licores de fabricación propia que consiguieron expandir la marca Ferri y también Colau.

 

[Img #21568]

 

Hoy llamaríamos “emprendedores” a estos socios que hacían vinos y licores y crecían con la empresa. Pero Nicolás falleció joven, en 1940, y fue su mujer la que tomó las riendas del negocio. Junto a ella, sus cinco hijos fueron entrando poco a poco en el negocio, Nicolás, Vicente, Rosa, Salvador y Pepito. “La abuela conducía una especie de calesa, esos carritos de la época con su burrita, iba a la fábrica y volvía cargada de productos. Era una gran mujer y tenía mucha independencia para la época”. Lo cuenta Rosa Ferri, nieta de los fundadores y una de las actuales responsables del negocio.

 

 

LA SEGUNDA GENERACIÓN

[Img #21564]

 

En 1945, Salvador Ferri se casó con María Damunt Costa y la pareja se establecío en la casa de la plaza, donde nacerían después sus hijos Salva, Santi, Rosabel y Mariela. Ellos se criaron allí y conocieron desde bien pequeños las entrañas de la empresa. “La gente venía con una jarrita y cargaba el vino. Después cogían la soda en Casa Sanchis, donde tenían una máquina que la fabricaba. Eran las costumbres de esos tiempos, aquí el vino y allí la soda para la comida del día”, comenta Rosabel, actual gerente.

 

[Img #21572]

 

En 1950 Casa Colau dio un paso más ampliando sus productos y especializándose en vinos y licores. Es esta época cuando se afianzan las marcas Anís Ferri, Licor Oro y Brasiblac (como decía la canción: ‘Los tres productos de fama mundial’).

 

 

 

Casa Colau era y es un punto de referencia en la historia de Gandia y, sobre todo, en la historia del distrito del Raval. Es una casa de puertas abiertas.

 

[Img #21561]

Tanto es así, que a principios de los años 50, y ante la necesidad del vecindario, su almacén se convirtió en templo y el despacho dio paso al coro de la parroquia de San José. Bautizos, comuniones, bodas y entierros se celebraban allí mientras el barrio esperaba a que acabasen de construir la iglesia.

[Img #21584]

 

 

“La abuela Rosa falleció en 1957, yo tendría unos 8 años -recuerda Rosabel-. La empresa se diversificó, se dividió en tres partes y cada hermano asumió una labor diferente. Nicolás, el hermano mayor, se encargó de los vinos. La fábrica la quiso sacar adelante mi padre, Salvador, y el pequeño, Pepe se quedó aquí gestionándolo todo”. Durante diez años llegaron a vivir todos en la fábrica, hasta 1968. Pero entonces la familia vivió una tragedia, Santi, uno de los hijos de Salvador, sufrió un accidente que acabó con su vida. «Entonces mi madre ya no quiso vivir más en la fábrica y se vino a Gandia”, recuerda Rosabel.

 

 

Con el tiempo, y tras varias reformas, Casa Colau cedió su almacén al barrio y pasó a ser una especie de centro cívico donde se podía celebrar casi cualquier acontencimiento que organizaran los vecinos. María, mujer de Salvador, fue la promotora de esa idea. Desde subastas para recaudar dinero para la construcción de la nueva Iglesia hasta Casal Fallero; lugar de ensayos del Grupo de teatro o Centro de tertulias literarias Flor de Cactus, y mucho, mucho más. “Con el tiempo, mi padre lo quiso reagrupar todo otra vez, y ése es el legado que hemos recibido. En esos momentos ya éramos tres, mi hermano Salvador que está en la fábrica, mi hermana pequeña Mariela y yo”.

 

 

En 1987, Salvador Ferri y María Damunt, junto con sus tres hijos, crearon una tienda con encanto especializada en vinos y licores, punto de referencia de las mejores marcas a disposición del cliente más exigentes… “Mi padre reformó el local del Raval. Era su proyecto y tenía muchísima ilusión. La misma que tengo yo. Y la tienda está tal y como él la hizo”, señala Rosabel. 

 

[Img #21583]

 

 

Tras la muerte de Salvador Ferri en 1993, su hija Rosabel asume la dirección acompañada de sus hermanos Salvador y Mariela, aunque la matriarca María Damunt no se separa del negocio, ayudando y aconsejando a sus hijos hasta el final. «Recibimos un regalo, un legado, y no lo íbamos a desmembrar”.

 

 

Y con esa idea en mente, la tercera generación comenzaba su andadura. “Siempre hemos pensado que si estaba todo junto iba a ser mejor y dar mejor rendimiento. Así que ahí seguíamos todos juntos. Me doy cuenta, según voy contando la historia, que hay una persona, que es mi madre, que siempre ha intentado aunar esfuerzos, es la que estuvo siempre al pie del cañón y en momentos bajos la primera en sacar las castañas del fuego, dando ejemplo”.

 

[Img #21566]

 

En 2011, en la gala de AVA – ASAJA, Destilerías Ferri SL, y en su representación Salvador Ferri Damunt, recibió el premio a la mejor empresa Valenciana. En su presentación se destacó el importante papel que ha desempeñado la casa en promocionar los productos valencianos, en especial el ‘Naranchelo’.

 

 

La vida continúa. En 1993 se fue Salvador Ferri del Remedio y el 18 de mayo de 2020, en plena pandemia, su esposa María Damunt Costa se iba también a los 96 años. Hoy, Casa Colau sigue teniendo las puertas abiertas siendo testigo del día a día en las entrañas de uno de los barrios históricos de la ciudad. Entre sus paredes, permanecen miles de historias de la ciudad, la comarca y sus gentes.  

 

 

CUARTA GENERACIÓN

[Img #21569]La nueva generación, la número cuatro, ha llegado cargada de ideas con Ana, Santi, María y Vicente… Con lo mejor del ayer y los nuevos retos del hoy,  la venta on-line, catas y maridaje de vinos y cavas, y también con las mejores añadas. Lo más rompedor apostando por fórmulas nuevas y participando en todo tipo de eventos. 

 

Son los hijos de Salva y de su hermana Rosabel, quien agrega: “Una de las cosas aprendidas en esta familia es que no solo se ha de vivir esto como obligación, sino también como devoción. Hoy estamos todos repartidos allá donde se nos necesita dentro del negocio familiar”. Y 120 años después, la quinta generación ya empieza a conocer los entresijos: Víctor, Blanca y Carlota. 

 

 

 

ANÉCDOTAS

 

A Rosabel sus compañeros y compañeras del colegio siempre le preguntaban: «¿Tu madre trabaja?» o «¿Tú eres ‘Colaueta’?». «Nos decían los Colau, por el abuelo Nicolás».

[Img #21567]

 

De la conversión del almacén en templo de culto conservan fotos. “Cuando nació mi hermana, estaban haciendo misa. A ella además la bautizaron aquí. Era el día de la Candelaria, 2 de febrero, el sacerdote dijo: ‘Si oyen algunos quejidos, no se alarmen, es que hay una mujer dando a luz’. 

 

 

RENOVACIÓN

 

El mercado del vino y los licores hace años que goza de buena salud. Y ante ese panorama, también de creciente competencia, la renovación de Casa Colau / Destilerías Ferri ha sido constante con la introducción de nuevos sabores y nuevos productos bajo la dirección de Salvador Ferri Damunt. “Hemos evolucionado más con los licores y cremas, aunque continuamos teniendo ciertas marcas de vinos. Las últimas incorporaciones son una crema de fresa con tequila, Buitral; el licor de arroz Brasiblanc y el Licor de naranjas ‘Naranchelo’.

 

El Anis Seco 53 Cazablanc casalla Ferri sigue siendo su producto estrella. 

 

 

[Img #21573]

El ‘Turnedo’ es uno de sus vinos del que Rosabel más orgullosa se siente, excelente idea de Santiago Ferri Mascarell y bajo su supervisión. “Fue un proyecto muy bonito y recibimos el premio ‘Vino mujer’ porque la enóloga, la diseñadora, la comercial y la promotora éramos mujeres. Esto lo sumamos a los proyectos que hacen la historia de la empresa”.

 

 

Como a tantos otros, la pandemia también le ha dejado huella. Y entre las muchas cosas que no han podido hacer, está la celebración de su centenario, que resta pendiente para descorchar, en breve, unas cuantas botellas.

ÚLTIMAS NOTICIAS

NOTICIAS DESTACADAS

La Casa de la Cultura de Gandia se llena para la presentación de la Cursa de la Dona 2025

La Casa de la Cultura de Gandia, con un salón repleto, acogió el jueves...

Dispositivo especial de limpieza en Gandia para unas Fallas sostenibles y ordenadas

Con el objetivo de garantizar una ciudad limpia durante y después de las Fallas,...

Les Falles de Gandia impulsen un estudi pioner sobre l’impacte de la festa a la ciutat

La Federació de Falles de Gandia i la Càtedra Joan Noguera de la Universitat...