Un equipo de 12 expertos han iniciado en la Cova del Bolomor de Tavernes de la Valldigna la 30ª campaña de excavaciones e investigaciones, que tendrá una duración de cuatro semanas y en la que también se han tenido que adoptar nuevas medidas para ajustarse a las restricciones sanitarias y evitar contagios durante los trabajos. Entre los objetivos de la actual campaña se encuentra la excavación de los niveles superiores (Y a V) y del nivel XIII así como la búsqueda de utensilios, y dejarlo todo preparado para acometer en 2021 la excavación que el coronavirus paralizó meses atrás.
El yacimiento, dado a conocer por Vilanova i Piera en 1867, ha sido objeto de excavaciones arqueológicas desde el año 1989 hasta la actualidad, bajo la dirección de Josep Fernández Peris y el patrocinio del Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia. Los trabajos de excavación constituyen parte de un amplio proyecto de investigación impelido por una importante cronoestratigrafía pleistocena vinculada al primer poblamiento humano de las tierras valencianas. Las investigaciones minuciosas llevadas a cabo desde entonces han dado como resultado grandes hallazgos, entre las cuales destacan cuatro restos craneales humanos con una antigüedad de 130.000 años y estructuras de combustión con una cronología de 235.000 años, entre las más antiguas de Europa.
La existencia de abundantes registros culturales y faunísticos, y una amplia secuencia con 17 niveles que superan los 250.000 años, confieren al yacimiento una extraordinaria potencialidad que está contribuyendo al conocimiento del Paleolítico antiguo en el Mediterráneo y Europa en general. Las áreas de combustión u hogares detectadas se encuentran entre las pruebas más antiguas de la presencia del fuego en Europa y la Península Ibérica; ello hace de la Cova del Bolomor el único yacimiento conocido en el mundo que documenta una seriación de hogares durante más de 200.000 años. Los conjuntos culturales y faunísticos, con más de 50.000 piezas líticas y cerca de medio millón de huesos, constituyen una de las máximas colecciones fósiles aportada por el hombre durante el Pleistoceno medio en España, elementos todos ellos imprescindibles para conocer nuestro más remoto pasado.
La Cova del Bolomor es uno de los activos más importantes del patrimonio cultural e histórico de Tavernes, y el Ayuntamiento trabaja para reivindicar su importancia a escala estatal y europea. Así, se está habilitando el Parque Arqueológico del Bolomor, del cual ya se han ejecutado las dos primeras fases, y se impulsan actividades educativas y didácticas para acercar el yacimiento a los más pequeños de la localidad. Josep Fernández Peris, arqueólogo director de los trabajos en la cueva del Bolomor e hijo adoptivo de Tavernes, y todo su equipo han recibido esta semana la visita de los concejales Anna Bellver, Josep Llàcer, Miquel Tur y Lara Romero, los cuales se interesaron por el inicio de las excavaciones.
ACTIVIDADES PARA EL FIN DE SEMANA
La cueva del Bolomor continúa ofreciendo actividades divulgativas paralelamente a las jornadas de excavaciones, y se han organizado algunas para toda la familia durante este fin de semana. El sábado 24 de octubre, a las 11 horas, se hará una demostración de tecnología paleolítica en que se incidirá en la industria lítica, la caza y el fuego. La entrada para adultos tiene un coste de 3 euros, y la de los menores de 6 años, 1,50 euros.
El domingo 25 de octubre, también a las 11 horas, tendrá lugar una visita guiada al yacimiento, con punto de encuentro en el parking de la cueva, seguida por la demostración de tecnología paleolítica. En este caso, la entrada para adultos es de 4 euros y la de los menores de 6 años se mantiene en 1,50 euros. El aforo será limitado y, por eso, hay que reservar al teléfono 645 977 022 o al correo electrónico visitas@bolomor.com.