La semana que acabamos de dejar atrás ha sido una mezcolanza de sensaciones y contrastes encontrados para quienes residimos en la Ciudad Ducal.
Por un lado, de lunes a jueves, la pertinaz lluvia no nos ha dejado disfrutar de la vida primaveral con sol y los primeros calores. Parecía que venía el invierno más que el verano, por la bajada de las temperaturas a los 12 grados, vientos fuertes y lluvia arreciando. Menos mal que a partir del viernes ha vuelto la normalidad primaveral.
La gran notícia es de ámbito autonómico, con la firma de los papeles, que representan el compromiso firmado por VolksWagen (Coche del Pueblo) en Sagunt para la construcción de una macro-planta de baterías, para coches eléctricos que abastecerá a toda Europa, con la presencia del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el CEO de la marca alemana Herbert Diees, el Molt Honorable President de la Generlitat Valenciana,Ximo Puig y otras autoridades así como representantes sectoriales.
Esto significará una inyección económica (inversión de 10.000 millones de euros), una mejora laboral (3.000 empleos directos) y un futuro esperanzador (plena operatividad más allá de 2030).
Para el PP y VOX no ha sido una buena noticia en el ámbito político y electoral. Ya andan inventando cuestiones para tratar de ensuciar este gran acontecimiento, quitándole mérito al President, al Botànic y a una vecina de Sagunt, que asistió como simple espectadora al acto. ¡Qué le vamos a hacer! Ellos son así: ni comen, ni dejan comer si no son ellos quienes reparten la comida. Yo como valenciano e imagino que la mayoría de Uds, se habrán alegrado de esta noticia, aunque no sea nuestra comarca o ciudad, porque es un beneficio general al margen del egoísmo personal.
El contraste ha llegado desde aquí con lo acontecido en la Playa de Gandia entre un hotel, que no mencionaré para no hacerle publicidad, y un grupo de discapacitados intelectuales a quienes se les negó la entrada.
Me consta que el Ayuntamiento lo ha puesto en conocimiento de la Generalitat Valenciana, a través de la Secretaría Autonòmica de Turisme, quien ha abierto una inspección que seguramente, acabará en un procedimiento sancionador para el hotel. Imagino que les quitarán cualquier beneficio económico público al que hayan accedido, pagando una multa y negándole el acceso a futuras subvenciones públicas por lo acontecido.
Ha sido la peor publicidad que desmonta los esfuerzos del Ayuntamiento de Gandia en campañas de imagen para una ciudad que tiene en el turismo un pilar económico. Si no se actúa con ejemplaridad y eficacia en éstas situaciones y al final esto queda en nada, el gobierno local será cómplice de un latrocinio impresentable.
La empresa privada pide, exige y demanda ayudas públicas a las diferentes administraciones nacionales, autonómicas y locales para que les ayuden a seguir con sus actividades. Pero cuando actúan de forma improcedente deberían responsabilizarse de las consecuencias y revertir el beneficio económico obtenido o de lo contrario seguirán pisoteando las obligaciones contraídas. Esos han sido los nubarrones que nos han afectado, al margen de los climatológicos. Espero que la resolución del incidente nos devuelva la ilusión y el orgullo de seguir siendo un referente nacional e internacional para el turismo.