Cada mes se van publicando distintas estadísticas por parte de organismos oficiales que nos permiten conocer el estado económico de España y de la ciudad de Gandia.
El pasado mes de agosto, Salvador Gregori, Concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Gandia nos acusó en un artículo de prensa de “manosear y utilizar groseramente los guarismos con la finalidad de articular discursos populistas tan habituales en el Partido Popular”.
Pues bien, vamos a analizar los mismos datos a los que se aferraba en verano para decirnos que todo iba fenomenal y que no había motivos para preocuparnos:
1) Afiliación a la Seguridad Social:
Los últimos datos que tenemos disponibles sobre la afiliación a la Seguridad Social en Gandia muestran una constante desaceleración en el nivel de creación de empleo.
De septiembre a octubre, 330 personas han dejado de estar afiliadas a la Seguridad Social, 330 familias en las que alguno de sus miembros han dejado de cotizar, y por tanto, de obtener rentas del trabajo.
Algunos pueden pensar que simplemente ha sido un mal mes y que no hay motivos para preocuparse.
Si ampliamos el radio a los datos de las afiliaciones en lo que llevamos de año vemos una evolución positiva de 790 afiliaciones a la Seguridad Social, ahora bien, esto supone una caída alarmante del 15% si lo comparamos con el mismo periodo del año anterior.
2) Número de parados:
Los datos facilitados por el SERVEF tampoco son nada halagüeños para los intereses de nuestra ciudad, ya que llevamos no uno, sino, varios meses consecutivos de aumento en el número de parados. De 6.178 parados que había a finales de agosto a los 6.669 parados que hay en la actualidad
Aunque claro, algunos tampoco reconocerán la gravedad de estas cifras porque como dice el Secretario de Organización del PSOE, el señor Ábalos, ahora resulta que: “El paro aumenta porque hay más inscripciones en los registros de desempleo. Lo cual quiere decir que hay más confianza para el logro del trabajo”.
3) Pernoctaciones en la Playa de Gandia:
Los datos del Instituto Nacional de Estadística muestran una pérdida de más de 40.000 pernoctaciones en los últimos tres meses, con una sangrante caída del 25% en el mes de octubre arrastrando al principal motor económico de la ciudad a una de las peores cifras en los últimos años. ¿Y frente a estos datos que dice el Gobierno? Que hay otros más favorables, pero esconden que esos datos son de una patronal hotelera que no agrupa a la inmensa mayoría de los establecimientos de la Playa de Gandia y que tampoco nos permite compararlos con lo que ocurre en otras partes del país.
Si en Gandia las pernoctaciones turísticas caen un 25%, en España solo han caído un 2% y un 2.8% en la Comunidad Valenciana. Frente a estas cifras tan dramáticas solo encontramos el silencio de nuestra alcaldesa Diana Morant.
Vistos los datos anteriores, no cabe ninguna duda que estamos ante una clara ralentización de la economía gandiense, y con este panorama necesitamos un Gobierno que, al menos, asuma la realidad de las cifras y no intente buscar culpables en aquellos que realizan su trabajo de oposición.
Señor Gregori, ¿acaso constatar la mala evolución del empleo, de las afiliaciones a la Seguridad Social y la brutal caída en las pernoctaciones en nuestra playa es ser populista? Lo que de verdad es populista es esconder a esa Gandia real que está sufriendo los efectos de una crisis económica que ya se encuentra sobre nosotros, y que en lugar de reconocerlo, tengamos un Gobierno que la única medida que ha tomado es la de aumentar un 60% el presupuesto para prensa y comunicación.
Eso demuestra que no han aprendido nada de la etapa de José Manuel Orengo al frente del Ayuntamiento, pues, cuando peor lo pasaban los ciudadanos se disparó el gasto en folletos, revistas y panfletos. Sobra decir que no le sirvió de nada para retener la alcaldía de la ciudad.
Y es que algunos creen que tener responsabilidades públicas consiste “en abrazar el discurso de la post-verdad negando la realidad”. Así que señor Gregori, haga caso de sus propias palabras, reconozca la realidad y póngase a trabajar.