El juzgado de lo Contencioso Nº1 de Valencia asume que la obra de la cubierta del campo de fútbol de Fort-Llopis, en el Grau fue «un encargo verbal» pero, al estar ejecutada la obra, se tiene que pagar a la empresa.
El ex Alcalde de Gandia del Partido Popular, Arturo Torró y el director de Deportes encargaron «de palabra» a Estructuras y Proyectos Turmetal la obra sin mediar ningún contrato.
La ley marca que todo contrato que supere los 5.000 euros está sometido al proceso de invitar a tres empresas para que presenten sus ofertas, y cuando la cifra supera los 15.000 euros entonces ya se pasa al concurso público, al que puede optar cualquier empresa que reúna las condiciones establecidas.
Evidentemente en este caso no ha sido así, no ha mediado ni expediente administrativo ni contrato firmado. Una irregularidad con un coste de 59.228 euros que ahora debe asumir el actual gobierno. A la cifra habrá que añadir los intereses generados desde entonces.
La sentencia lo deja claro y sostiene que la empresa cumplió un encargo verbal, la obra está hecha y se debe pagar.
El ejecutivo del PSPV-PSOE y Més Gandia buscó el expediente de contratación de la obra que la empresa Turmetal había realizado y quería cobrar. Al no existir, se optó por el silencio administrativo y no pagar. La mercantil emprendió una demanda y finalmente, ahora se debe abonar.
La noticia de la sentencia condenatoria para el ayuntamiento surgió a raíz de las críticas vertidas por el PP de Gandia, que denunció un «uso y abuso» de la contratación «a dedo» por parte del actual Gobierno local.
La respuesta a esas críticas no se hizo esperar. El socialista José Manuel Prieto, en calidad de responsable de Contratación, negó la mayor y aseguró que “Hay que tener poca vergüenza para criticarnos por hacer las cosas legalmente quienes llegaron a contratar de forma verbal».