El pleno municipal de este jueves se preveía fácil y rápido. Pero como en los partidos que los grandes consideran de trámite suele saltar la sorpresa. Y saltó. Minuto 25 del encuentro, en el que debía votarse -y aprobarse por unanimidad- la extensión al resto de la ciudad del incentivo hotelero que tanto éxito ha tenido en la playa.
El Partido Popular manifestó sus dudas sobre la aplicación de ésta medida en la Comisión de Urbanismo, donde indicó que su postura sería una abstención. Pero tras la rueda de prensa en la que el ejecutivo local y los dirigentes hoteleros informaron de la medida, el propio Víctor Soler irrumpió en la sala de prensa para adelantar que su voto en pleno sería «sí».
Pero no. Al menos no de toda la bancada popular. El concejal Toni Abad mostró durante su intervención su sorpresa por la petición desde el gobierno para que el PP apoyara abiertamente la medida y afirmó carecer de la información necesaria para cambiar el sentido de su voto a pesar de calificar la idea como «buena».
Según excusa de Abad, la Conselleria no permitiría que la cesión de los terrenos se realizara en otra zona que no fuera el entorno de la propia actuación.
Una vez finalizado el turno de intervenciones, el PP solicitó un receso en el que Soler, Abad y otros regidores del PP confrontaron posturas. Soler y el resto de sus compañeros no fueron capaces de imponer el criterio del partido a Abad, y finalmente la medida salió adelante con los votos de todos los concejales presentes y la abstención de Toni Abad. Una postura que acabó provocando la sorpresa de todos los asistentes. Ha sido la primera vez en lo que va de legislatura que en un partido se rompía la disciplina de voto.
¿Qué es el incentivo hotelero?
Se trata de una modificación del PGOU permite, básicamente, que las empresas hoteleras puedan aumentar su edificabilidad (hasta dos plantas dependiendo de los casos) a cambio de perder una parte de la superficie al consistorio para la construcción de zonas verdes como ya ha sucedido en otros casos como el hotel Senator o los RH, entre otros.
Así las cosas, las empresas consiguen espacio para instalar nuevos espacios que les ayudan a adaptarse a las nuevas demandas del turista. En el caso de Gandia y según la patronal hotelera, esta medida ha supuesto una inversión de cerca de 20 millones de euros durante los últimos años.
División del PP de Gandia, también en el pleno
El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Vicent Mascarell, ha valorado el posicionamiento que ha mostrado el PP en el pleno, en el que se ha aprobado la 87.ª modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) sin contar con el apoyo de todo el Grupo Popular.
“Hoy, la división del PP local ha impedido la unanimidad en una medida tan positiva para nuestra ciudad como la que incentiva la creación de hoteles y que cuenta con el apoyo del sector turístico”, ha indicado Mascarell, quien ha señalado que “con ello se demuestra que el PP ya es un barco a la deriva que es capaz de poner en peligro medidas tan importantes como la que al final hemos podido aprobar hoy, impidiendo la unanimidad del pleno a causa de su ruptura y desunión”.
“No olvidemos que la unanimidad siempre es garantía de éxito. Buscar acuerdos unánimes en elementos estratégicos para Gandia como este, es la obligación de todos los concejales. Además, cuando se trata de un instrumento urbanístico que ha sido crucial para poder tener más plazas hoteleras en nuestra ciudad”, ha destacado el portavoz socialista.
Mascarell también ha querido valorar esta nueva medida, resaltando que “beneficiará a todo el término, ya que Gandia es un municipio turístico en su globalidad. Con esta mirada amplia que tenemos, más empresarios apostarán por crear nuevos hoteles en Gandia y esto nos posibilitará competir turísticamente en mejores condiciones, creando más puestos de trabajo”.