Ya está en la calle la Fallera Mayor de Gandia, viviendo unas fallas donde la diferencia en todos los actos es el sello de identidad. Todo en ella, es emoción a flor de piel. Cuando “Gente” le pregunta cómo vive estos días tan atípicos se le llenan los ojos de lágrimas “la crida no me la esperaba así, fue muy especial todo, volver a pasear por la calle y ver a la gente que nos apoyaba, nos decían palabras bonitas y sobre todo de apoyo con miradas y aplausos. Estoy muy contenta, fueron momentos especiales”.

Cuando el miércoles, en el Palacio Ducal, punto de encuentro de toda la comitiva para iniciar el pasacalle hasta la Plaza del Tirant donde se realizaría la Crida, se escucharon las primeras notas de la banda de música, muchos lloraron. Sandra Faus Palmer reconoce, que mientras realizaba el pasacalle veía gente llorando cuando escuchaban “Valencia”, “al principio no estaba muy segura de lo que estaba viendo, pero ya empezamos a comentar que todos estábamos muy emocionados. Por fin llegaba el día y aunque no serán las fallas de siempre, serán muy especiales. Ahora sí, esto es de verdad”.

18 meses muy duros donde Sandra se ha preguntado con impotencia muchas veces, “el por qué?, por qué a mí?, por qué justo en mi año?. Pero ahora, con una sonrisa agrega “ya está, estamos aquí, hoy tenemos un día espectacular (viernes por la mañana).

La Fallera Mayor de Gandia rompe a llorar cuando piensa en los pocos actos que tiene y en cuánto está disfrutando cada segundo. Sandra hace a través de “Gente” un llamamiento a todos los falleros, que disfruten mucho de esta fallas tan atípicas, que se lo pasen genial y sobretodo que respeten todas las medidas de seguridad para que sean unas fallas seguras”