En los últimos días, cientos de personas han debatido sobre qué es lo que ha aparecido en la playa, si es un molusco, parece una medusa… No es habitual encontrar esa estampa en Gandia, y de hecho no ha poasado solo aquí, sino en muchas playas de la Safor así como en la provincia de Alicante. Tal y como explicaba a ‘Gente’ Guillem Sendra a sus 10 años: «Estaba llena de estas cosas, parecen moluscos muy raros, también hemos pensado si eran unas medusas. Parecen mejillones, pero no sabemos si son una especie invasora. Mi abuelo dice que eso no lo ha visto en toda su vida, y tiene 80 años».

Pues bien, todos esos extraños mejillones son en realidad medusas, concretamente la ‘velella velella’, un hidrozoo conocido como vela de mar o medusa velero, precisamente por su forma. Tiene un color azul profundo y una particularidad que le da su nombre: una especie de vela fina que tiene la función de atrapar el viento y permitir su movimiento por la superficie del mar.

Aunque de una forma más técnica, no es en realidad una medusa sino una colonia de pólipos especializados, unidos a un disco cartilaginoso, con esa vela triangular o semicircular, rígida, y también cartilaginosa. Todo el conjunto forma una especie de balsa flotante de forma oval, completamente a merced de las corrientes, y cuando hay cambios de tiempo o mar revuelto, pueden suceder estas cosas, aunque no son habituales. Especialmente, en primavera, su época de reproducción dada la gran cantidad de plancton que hay en el Mediterráneo. La buena noticia es que su veneno es inofensivo para el ser humano.