Comenzamos a conocer las cifras que el Gobierno pondrá en circulación con los nuevos presupuestos, el montante total del techo de gasto se coloca en 196.000 millones de euros para políticas públicas.

Nunca en democracia el Estado había aumentado tanto el presupuesto. Eso significa 60.000 millones más que el año pasado por ejemplo. Ese dinero que va con cargo a la deuda, los 60.000 millones, habrá que devolverlos en los próximos años.

El Covid 19 no sólo mata personas, también se ceba con los países más débiles económicamente como el nuestro. El Norte es rico, Alemania, Inglaterra, Suecia o Francia  soportan mejor los avatares del destino. El Sur es pobre y necesita más ayuda pública como Portugal, España, Italia o Grecia.

Estoy deseando ver en qué basan Ciudadanos, PP y VOX su negación a las cifras presentadas por el Gobierno para votar en contra o abstenerse. Al margen del mantra de tratarse de un gobierno socialista-comunista, chavista y apocalíptico, que eso ya lo sabemos ¿Se atreverán a negar lo que tiene de social el presupuesto para tratar de ayudar a los que más lo necesitan ante un desastre como el actual a consecuencia de la pandemia? ¿Cuáles serían sus prioridades ante los acontecimientos? ¿Comenzar a salvar a los ricos y dejar en la estacada como en 2008 a los más necesitados? ¿Tendrán el valor de decírnoslo a la cara y no venirnos con rodeos demagógicos? Me temo que no. El manual de la derecha y ultraderecha se basa en el negacionismo irracional, la acusación sistemática hacia el contrario, para ellos enemigo y la defensa del ultraliberalismo capitalista: tanto tienes, tanto vales.

El Gobierno debe explicar muy bien a todo el mundo cómo y en qué va a gastar todo ese dinero que presupuestan.Y dejar sin argumentos ante la claridad y la explicación sin trampas de esos casi 200.000 millones de euros a la bancada contraria.

Pero no tengo ninguna esperanza en que las ultra y derechas de este país entren en razón y apoyen un presupuesto presentado por el Gobierno. Nos jugamos mucho, tanto como el futuro de los próximos 20 años de recuperación económica de España. Esa España etérea, indefinida y generalista que ellos llevan por bandera y por la que no duermen. Creo que realmente les importan poco los españoles, personas físicas y tangibles, que sufrimos las consecuencias de su cerrilismo ilustrado, fatuo y clasista. Ésa es la España real la que sufre y padece una crisis salvaje, lo demás entelequias.