Siete hombres de entre 30 y 43 años, dos de origen español y cinco búlgaro, han sido detenidos en Gandia como presuntos autores de los delitos de riña tumultuaria, amenazas graves y tenencia armas prohibidas, tras participar en una reyerta en el parque Sant Pere. Tras los arrestos, se intervinieron dos puños americanos, una llave para cambiar ruedas, un hacha y una navaja de grandes dimensiones.
Los hechos sucedieron sobre las 21.30 horas del domingo, mientras una patrulla de la Policía Nacional realizaba labores de prevención. Fueron alertados por la Sala del 091 que, al parecer, se estaba produciendo una pelea con varios implicados en el parque con armas blancas. Inmediatamente los agentes se presentaron en el lugar donde contaron, al menos, unas 50 personas implicadas, por lo que rápidamente solicitaron el apoyo de más indicativos policiales para poder entrar y separar a las partes.
En pocos instantes se presentaron dos indicativos más, consiguiendo así separar definitivamente a los siete hombres que estaban peleándose, concretamente, un grupo de cinco personas y otro de dos. Este último estaba apoyado por familiares y amigos, que se estaban acometiendo entre ellos. Una vez identificadas las principales personas implicadas, los siete hombres, se llevaron hacía el exterior del parque a familiares y amigos, que con otros tres efectivos policiales más realizaron un cordón policial para tratar de controlarlos, ya que se encontraban muy alterados y poco colaboradoros.
Mientras el cordón mantenía a la multitud fuera del parque, el resto de agentes que se encontraban en su interior realizaron un cacheo preventivo a los implicados, localizándoles a uno de ellos una barra metálica, a otro un puño americano, a otro una navaja de grandes dimensiones con filo de sierra y al último un hacha. También se localizó a escasos metros del grupo otro puño americano.
Finalmente y tras las pesquisas realizadas, los policías detuvieron a los siete, ya que unos y otros se acusaban de haber iniciado la pelea, sin quedar claro el inicio de la misma. El resto de personas no pudo ser identificadas ya que era un número numeroso y muy violento, llegando a abalanzarse sobre el cordón policial para intentar entrar al parque.