Dice el refrán que “no hay mal que por bien no venga” y esto lo va a llevar hasta el extremo el gobierno socialista y nacionalista de Gandia para cumplir su hoja de ruta. Si bien es cierto que el COVID-19 ha acarreado la necesidad de ceder a los peatones mayor espacio para mantener las distancias de seguridad, lo que no se puede aceptar es que se lleven a cabo  decisiones de ciudad tan importantes sin tener claras las consecuencias de las mismas.  La pasada semana despertamos con la puesta en marcha de la peatonalización de la primera línea de la Playa de Gandia, medida de la que no entraré en el fondo puesto que el tiempo es el único juez que dará o quitará razones, pero si entraré en las formas puesto que no han sido las correctas y se ha tenido tiempo para planificar cómo llevar a cabo estéticamente dicha peatonalización.

No es de recibo que nuestra joya tan preciada como la primera línea de la Playa de Gandia, que es postal y cartel de nuestra ciudad, seña de identidad de excelencia, tenga una imagen tan chapucera y vergonzosa para aquellos turistas que entran al Passeig Marítim y que no sabrán que desde ahora está cerrada al tráfico. No es la mejor de las imágenes encontrarse con indicaciones improvisadas. Han tenido muy mal gusto con el mobiliario urbano utilizado para cerrar el tráfico cuando la ciudad dispone de jardineras, por ejemplo, que bien podrían suplir los bloques de hormigón, las vallas o las barreras de plástico que muestran más bien una entrada en obras.

Esta crisis sanitaria ha supuesto un paréntesis en nuestro día a día en la calle pero no debería haber impedido que las decisiones se consensuaran más allá de lo que el gobierno socialista y nacionalista de Gandia nos anuncia, advirtiendo que estas medidas son fruto del diálogo con hosteleros, comerciantes y hoteleros. Tampoco ha contado con la opinión del Grupo Municipal del Partido Popular de Gandia que desde que empezó esta crisis sanitaria nos hemos puesto a disposición del gobierno local sin condición alguna. Pero es que además y lo que es más grave, se olvida de dar voz a los vecinos en una decisión tan importante para nuestra playa y para nuestra ciudad.

Este gobierno local al que se le llenaba la boca con la transparencia y la participación ciudadana, ha decidido no contar con los vecinos. No han sido capaces de convocar una Junta de Distrito para abordar este asunto y valorar la opinión real de la ciudadanía. Tenemos recursos tecnológicos para llevarlas a cabo y solicitamos en abril que se convocaran desde el Partido Popular de Gandia, ya que ahora más que nunca necesitamos que el tejido asociativo de la ciudad esté informado de las medidas que se van a tomar en las próximas semanas, como es el caso de las peatonalizaciones forzosas, que no nos engañemos, han venido para quedarse.

De igual manera que se ha llevado a cabo la peatonalización de la primera línea de la playa, esta misma semana se ha anunciado el cierre al tráfico de parte del Paseo Germanías desde el Teatre Serrano hasta la Plaça del Tirant. Con esta medida tendrán que aparcar lejos del centro para hacerlo de manera gratuita. Los parkings de pago tanto del Prado como del Riu Serpis van a aumentar sus precios públicos para este 2020. Sólo hay que ver el presupuesto aprobado por el gobierno Socialista y Nacionalista que refleja un aumento de precio en torno al 22% para el Parking del Prado y del 12% para el Parking del Riu Serpis.

Si a esto le sumamos que un visitante de los pueblos que conforman la Comarca de la Safor y Comarques Centrals, potenciales clientes del comercio del “Centre Històric”, tienen difícil acceder a la ratonera en la que se va a convertir nuestro Centro Histórico Comercial pero sin embargo tienen extremadamente fácil acceder a los centros comerciales de la periferia de Gandia donde tiene el parking gratuito como principal reclamo, permítanme que les diga, que esta medida no va a favorecer precisamente a los comercios. Esperemos que no sea la puntilla para ese “comercio de proximidad” que tanto dicen defender pero que parece todo lo contrario. Esta peatonalización además, supone un problema para aquellos vecinos que tienen sus garajes en dicha zona.

Además de estos argumentos de peso ¿Se ha tenido en cuenta la vuelta a los colegios en septiembre cuya peatonalización va a provocar un serio problema en los horarios de entrada y salida de esos centros educativos?

Resulta curioso que el gobierno local vuelva a recalcar que se trata de una medida consensuada con los agentes sociales, vecinales y económicos cuando no se ha convocado la Junta de Distrito del Centre Històric por lo que tampoco se le ha dado voz a los vecinos al igual que ha ocurrido en la playa. Se trata por tanto, de una decisión puramente ideológica aprovechando esta alerta sanitaria.