Ha llegado el 20 de noviembre y otra vez en España surge la polémica: algunas voces, sin conocimiento del Derecho Canónico ni del actuar de la Iglesia Católica, vuelven a criticar que en algunas parroquias haya fieles que piden la celebración de Misas por el alma de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera.
Lo primero que debe aclararse es que la Misa no es un homenaje. La Misa no es una simple ceremonia, sino un sacrificio, memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Si fuera un homenaje, tendría únicamente un valor simbólico; pero, al ser un sacrificio, existe en ella una presencia real de Cristo Salvador. Según la enseñanza de la Iglesia, en la Misa es Cristo mismo quien se hace presente: Él es el protagonista, no el sacerdote, ni la autoridad civil que pueda asistir, ni el niño que recibe la Primera Comunión. El protagonista siempre es el Señor.
En segundo lugar, la Iglesia es fuente de salvación. A lo largo de su historia, la Iglesia no ha condenado a nadie al infierno; ni siquiera lo ha hecho respecto de Judas, quien traicionó al Señor. La Eucaristía se entiende como un anticipo del cielo, donde está Dios y donde esperamos llegar un día, junto a nuestros seres difuntos. Por eso, celebrar una Misa es siempre un acto que busca la purificación del alma y la santificación de la Iglesia. Siempre digo: «Cuanto mayor es el pecado, más Misas necesitan nuestros difuntos». Ofrecer una Misa por un fallecido (siempre que no haya apostatado, ni haya sido excomulgado) significa desear su salvación. El odio no es cristiano; el rencor, menos aún; y querer la condenación de alguien es propio del denomio. Como cristianos, queremos que “todos se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad”.
A lo largo de mis años de sacerdote he celebrado Misas por todo tipo de personas. Cuando era párroco en la zona del Puerto de Sagunto —territorio tradicionalmente identificado como de izquierdas— me pidieron celebrar una Misa en sufragio de Dolores Ibárruri, «La Pasionaria». La celebré, y nadie publicó un titular diciendo: «El cura de Quartell celebra una Misa por ‘La Pasionaria’». No se trataba de un homenaje ni de una exaltación, sino de una súplica al Señor, fuente de salvación.
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que la Iglesia ora por todos los difuntos. De hecho, acabamos de dedicar un día entero a rezar por ellos sin excepción. Todo sacerdote que celebre una Misa por un difunto cuya figura pueda resultar polémica —como es el caso que nos ocupa— debe hacerlo evitando cualquier interpretación pública de apoyo político. Negarse a celebrar la Misa equivaldría, en cierto modo, a negar la eficacia universal de la Redención.
Lo que se aprecia detrás de estas noticias sobre las Misas del 20 de noviembre es un cierto desconocimiento de la doctrina y la enseñanza de la Iglesia. Pero también se percibe la oportunidad de algunos para aprovechar la situación y arremeter contra la Iglesia. Permitidme decir que, viendo lo publicado y los comentarios vertidos, más que una preocupación por Franco, lo que parece haber es un interés por denigrar a la Iglesia.
Ojalá que quienes se escandalizan por las Misas ofrecidas por Franco o Primo de Rivera comprendan algún día que también habrá quienes necesiten rezar por su salvación. Celebrad y pedid Misas: el sacrificio de Cristo no cae en vano. Pedid intenciones y salvaremos almas.
Paco Llorens

Además de lo dicho por Paco Llorens, una misa por Franco puede pedirse por organizaciones y personas de ideologías MUY diferentes.
Porque, a pesar de que la mayoría son de derechas o, algunas, «ultras», la verdad es que cuando Franco murió ningún Estado capitalista extranjero le dedicó ni un día de luto oficial, mientras que un Estado comunista le dedicó 3 días de luto oficial.
Mirándolo bien, con mucha razón, pues hasta que las leyes «franquistas» no se cambiaron, el trabajo era muy estable y con 1/4 de sueldo podías alquilar una vivienda con contrato PARA TODA LA VIDA.
El paso del «franquismo» al Capitalismo puro fue, pues, un giro a la derecha, sobre todo en lo ECONÓMICO.
Claro está, que si no tienes casa ni trabajo estable, el Capitalismo te ofrece el aborto o, incluso, la eutanasia.
Pero estas «soluciones» no deberían considerarse «de izquierdas», sino más bien como conformistas y deplorables.
¿Con 1/4 de sueldo podias alquilar una vivienda en la España del chabolismo, la emigración, la falta de derechos laborales, en la que las huelgas estaban prohibidas, los ajusticiamientos con artilugios medievales, la corrupción estructural, impuesta por un caudillo ladrón?, ¿la España que nació de la sangre y el hambre indiicida por ese caudilloo ladrón, que impuso la autarquía del hambre para afanzarse en el poder que le dieron las armas fascistas y nazis? La ignoracia dse puede curar estudiando; vuestro fanatimmo, no. El del cura y el tuyo. Por cierto, mentir no será un delito (como dice el PP), pero sí es pecado, como dice esa Igkesia vuestra que bendijo un régimen asesino como el franquismo,