El tango “Cambalache” de Enrique Santos Discépolo comienza con ésta estrofa:

“Que el mundo fue y será

una porquería, ya lo sé.

en el quinientos seis

y en el dos mil también,

que siempre ha habido chorros,

maquiavelos y estafaos,

contentos y amargaos,

varones y dublés

pero que el siglo veinte (sustituir veinte por Veintiuno)

es un despliegue

de maldá insolente,

ya no hay quien lo niegue…”

Con ésta letra se define a la perfección lo que es el PP a día de hoy en España. Un cambalache de autodestrucción, dentro de una hoguera de las vanidades presidida por el adn de la corrupción  que estigmatiza a los populares desde hace décadas.

AyusoGate

Como les supongo al día de lo acontecido seré breve en la explicación del “AyusoGate” para aquellos que no estén tan puestos.

Un enfrentamiento larvado durante tiempo entre Pablo Casado, Presidente Nacional del partido y la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha estallado.

Un nuevo caso de corrupción basado en un contrato asignado a la empresa de un amigo del hermano de Díaz Ayuso por el que el hermano, presuntamente, recibió una comisión de casi 300.000 euros. Cuando supo del caso el PP de Casado se guardó  la información para salir después diciendo que lo estaban investigando, pero realmente recogían munición para utilizarla contra Díaz Ayuso y de esta forma eliminar a la principal contrincante de Casado: morituri te salutant (los que van a morir te saludan) espera que le diga Ayuso al Presidente Nacional.

Mientras la Presidenta trata de desfocalizar el caso convirtiéndolo en una guerra interna por el poder “cuerpo a tierra que vienen los míos” y no se insista en la corrupción. Ambos saben que sólo puede quedar un@ y el otr@ se convertirá en un cadáver político. Un caso digno por las formas del tebeo: seguimiento detectivesco  (Mortadelo y Filemón) elaboración de un dossier incriminatorio (Pepe Gotera y Otilio) y beneficiar económicamente a una familiar y a un amigo del pueblo (13 Rue del Percebe). Pero no por los hechos y las consecuencias.

Entre tanto Santiago Abascal (VOX) tras salir de la Almudena para agradecerle la coyuntura  a quien procede y sentado en una cafetería-terraza de la Plaza Mayor de Madrid, espera calculadora del móvil en mano, tomando un cortado con leche de vaca castellano-leonesa, a ver cuántos nuevos votantes recogerá sin decir ni “muuu”, ni mover un dedo.

Mirada retrospectiva

Los asesinatos reales o en estos tiempos políticos, afortunadamente, son tan antiguos como la humanidad.

En Roma asesinaban al César, los Senadores o los Pretores y así se terminaba con las discrepancias.

Los Visigodos eliminaban al Rey fuera padre, hermano o primo. Había que acceder al poder.

Los Árabes no eran mejores, al contrario, si además eras de la dinastía Omeya y llegaban al poder los Bereberes no dejaban a nadie con vida: mujeres, ancianos y niños para evitar futuras venganzas.

En la Baja y Alta Edad Media, los asesinatos por agrandar o acceder al poder se practicaban de todas las formas sabidas: espada, puñal o frasco de veneno en mano.

Saltando en el tiempo hasta nuestros días, para no eternizar el comentario, hemos asistido al asesinato pistola en mano de presidentes del gobierno o nación, congresistas o políticos molestos.

En cuanto a “asesinatos políticos” en nuestro país entre 1978 y 1982 asistimos a la descomposición y defenestración del partido UCD y Adolfo Suarez, primer presidente de la nueva democracia española.

Y ahora asistimos a la desmembración del PP, quien tras el cambio de gobierno como consecuencia de la corrupción generalizada que afectó a Mariano Rajoy, ahora se encuentra con dos tumores malignos: sigue la corrupción económica y el ascenso de la ultraderecha antidemocrática. Veremos si hay metástasis o no, al tiempo.

Consecuencias

No debemos ser injustos y recurrir a aquel mantra de que “todos los partidos y los políticos son iguales”… Mentira.

En este país hay políticos de partidos honrados y responsables que trabajan cada día por mejorar la vida de la gente. Pero esos no interesan a la oligarquía económica que manda en este y en todos los países del llamado primer mundo, por que igual reivindican mayor reparto de la riqueza, igualdad de oportunidades para todos y servicios sociales para los más desfavorecidos.

La oligarquía económica en España está compuesta por los grandes empresarios, los poderosos banqueros y las empresas más importantes que cotizan en el IBEX 35. Son los que con su apoyo o desprecio quitan y ponen políticos, partidos y marcan el camino a seguir con la propaganda y bendición de los grandes medios de comunicación ubicados en la meseta mediática casualmente que son el altavoz de los poderosos quienes les dan los titulares y ellos redactan las notícias a su gusto pero sobre todo son rehenes financieros del conglomerado económico.

El PP ha pasado de servir a estos personajes para sus fines a un despreciable partido apestado por la corrupción. Parieron la operación Ciudadanos como elemento necesario para su economía con un partido que estuviera entre el PSOE y el PP de forma que se garantizaran el poder a derecha e izquierda para que estuviera entre los dos y desde el llamado “centro político” que no existe ideológicamente, cuidara sus intereses pero les salió rana y le retiraron la financiación condenándoles al ostracismo.

Miren como está acabando el invento Ciudadano con la salvedad del tránsfuga Toni Cantó, quien si canta mucho, veremos cuánto tarda en llamar a la puerta de VOX, Se admiten apuestas.

La izquierda no les interesa porque hay tantas corrientes dentro de esos partidos casi como militantes y a la que están en desacuerdo se abstienen de votar y eso no es operativo. Ahora VOX les sirve mejor para sus intereses de forma soterrada. Jurarán sobre la Biblia que eso es mentira, no financian presuntamente el engendro ultra-derechista antidemocrático que recibe su apoyo dinerario y moral para seguir mandando desde la sombra, no vaya a ser que si les descubren, pongan en peligro sus artimañas y sobre todo su prosperidad económica.

Me llega una noticia de última hora en exclusiva para este medio desde la calle Génova que paso a relatarles: el cormorán que no gaviota, que tiene en su logo el PP sobre fondo azul, ha decidido huir y emprender el vuelo hacia las islas pre-antárticas frente a Nueva Zelanda por dos motivos. El primero, es buscar pareja que además es de por vida y aparearse. El segundo, es mezclarse con miles de congéneres que no amigos y sobre todo pasar inadvertido para no sufrir la vergüenza de ser reconocido por su anterior ocupación.

Seguiremos opinando cuando nos vuelvan a servir más capítulos de este culebrón protagonizado por el PP, titulado “Club de Navajas” y patrocinado por Génova 13.