La Parroquia de San José de Gandia ha concluido las obras del templo, tras más de 20 años del inicio de las obras. Enrique Benavent, Arzobispo de València, visitará el domingo 14 de enero a las 11:30 horas la Parroquia de San José para dedicar el templo y consagrar el altar. Se trata de una celebración única en la historia de las parroquias, ya que solo se puede realizar una vez.

En la celebración estará presente el arquitecto de la obra, Rafael Hueso, quien explicará las obras emprendidas y entregará al Arzobispo los planos y proyectos de obra. Otros signos litúrgicos de relevancia tendrán lugar en esta misma efeméride litúrgica: como la inserción de reliquias de tres santos en el Altar Mayor – cuyos nombres serán desvelados en la propia acción litúrgica –; la crismación de la Mesa del Altar para su consagración o la crismación de las paredes del templo para su dedicación; la incensación del mismo y la iluminación del altar y templo darán paso a la liturgia eucarística. Eucaristía que la Parroquia ha preparado al detalle. Al finalizar la eucaristía de dedicación y consagración, el Arzobispo de Valencia llevará las formas consagradas al Sagrario para la adoración de los fieles y para el viático de los enfermos e impedidos. Concluyendo con la firma del acta de la propia efeméride.

LAS OBRAS

Desde el año 2000, la Parroquia de San José de Gandia ha emprendido diversas obras para mejorar sus instalaciones y servicios. El párroco Priscilio Ruíz Picazo lideró la iniciativa, comenzando con la rehabilitación de la Casa Abadía, la residencia del párroco. Posteriormente, se abordaron trabajos de urgencia en el campanario, cuya estructura estaba en peligro de derrumbe, con un costo aproximado de 800,000 €. La restauración se financió con donativos, aportaciones de fieles y una subvención de la Diputación de Valencia.

Se restauraron las campanas y el reloj, inoperativos desde hacía décadas, mediante contribuciones de los fieles. La actualización de la instalación eléctrica y la instalación de iluminación LED también se realizaron con donativos de la comunidad. La megafonía defectuosa se solucionó con colectas y donativos.

A continuación la Parroquia se propuso concluir la fachada principal, financiada principalmente por donativos y rifas. La Diputación de Valencia otorgó subvenciones, y las buñoleras contribuyeron vendiendo buñuelos. Se instalaron vidrieras y un pórtico en la puerta principal.

La Parroquia enfrentó desafíos adicionales, como la falta de conexión de aguas residuales al alcantarillado, que asumió económicamente. Se instaló un confesionario innovador con comodidades para penitentes y sacerdotes.

Otras obras fueron: la creación de la capilla de la comunión, la habilitación de salones parroquiales y la renovación de la sacristía. La iglesia fue pintada y se entronizaron esculturas de Ricardo Rico. La reforma del Altar Mayor incluyó un nuevo retablo con pinturas de José Manuel Pozo, cuyo costo superó el millón y medio de euros, financiado principalmente por donativos y ventas de buñuelos.

La Parroquia ha pasado a ser, además de un sitio litúrgico ejemplar, un lugar donde contemplar el patrimonio cultural, arquitectónico, escultural y artístico de la ciudad de Gandia.