Los que asistimos a la charla “Pensiones, ¿Hay futuro? Disfrutamos de la presentación que sobre este tema desarrolló Hector Illueca, con una exposición clara, didáctica, comprensible, sobre un tema en sí mismo difícil de abordar y con muchos mensajes contradictorios. Son los momentos en que a uno le corroe una envidia sana, por la excelencia del discurso. Siempre ha sido un placer oírle hablar.
Planteó el tema partiendo del origen y principio de las pensiones llegando hasta la situación actual, continuando con las posibilidades que se vislumbran en el futuro. Objetivamente se aclaraba todo el entramado de este problema.
Dentro del turno de preguntas aparecieron algunas observaciones que traigo a colación, ya que algunos pensamos de la misma manera, refiriéndome al encabezamiento de este escrito.
IMPUESTOS. Surgió la pregunta sobre la conveniencia u obligación de que las pensiones paguen el IRPF. Mucha gente, incluidos los emergentes, han enarbolado la negativa a satisfacer este pago. Dejó claro por qué se deben satisfacer estas cantidades, extendiendo los comentarios a otros aspectos de esta cuestión.
Durante la vida laboral se paga el IRPF de lo que se cobra sin embargo la cantidad destinada a las pensiones se detrae del salario antes de considerar este impuesto, por lo que no cotizan en ese momento. Siendo todo el salario renta, cuando se reciben las cantidades no cotizadas (pensiones) es lógico que ese dinero que antes no lo ha hecho lo haga ahora. Pero lo importante es el concepto del impuesto. En estos momentos preelectorales existen muchos voceros que están prometiendo a la ciudadanía bajarlos. Es una indicación predeterminada y con un objetivo muy claro. No teniendo razones objetivas para pedir el voto, pues no van a espantar a su electorado diciendo “somos predadores neoliberales que lo que queremos es exprimirle”, recurren a esta promesa que luego se va a traducir en una reducción segura para las rentas más altas, grandes empresas y entidades financieras, olvidándose “por casualidad” y con excusas de aquellos que les han votado. Apelan al sentimiento egoísta de no querer pagar y siendo que este nubla la razón, consiguen llegar adonde les interesa, que la gente vote encorajinada y sin darse cuenta de que detrás de la capa del torero (quizás por eso defienden los toros) no hay nada, pero cuando llegan las quejas el pase magistral ya ha sido dado.
Aclaro el concepto del impuesto. Dentro de una sociedad que persigue la justicia social este es imprescindible, siendo el único mecanismo para que todos contribuyamos para el beneficio general. No se trataría de pagar, sí o no, sino conseguir que todos lo hagan según su capacidad, o sea sus ingresos, como reconoce la Constitución. Los impuestos son necesarios cuando se pretende conseguir que los que más tienen contribuyan por lo menos como la mayoría, tanto personas físicas como grandes empresas y bancos.
Dentro de este concepto, deberíamos considerar que siendo la banca uno de los mayores poderes económicos, va a ser difícil exigirle actitudes que vayan contra sus propios intereses (ganar dinero al precio que sea) más aún si el partido político que gobierna mantiene una situación de endeudamiento a causa de la campaña electoral, siendo más probable que en vez de exigirles, se faciliten sus negocios en contra de la mayoría, como constantemente estamos viendo. Esta es una de las principales mentiras de nuestro panorama político.
REMUNERACION ECONOMICA DE LOS PARTIDOS. Se preguntó sobre las pensiones de los políticos. Es verdad que se les debiera exigir una mínima sensibilidad social y decencia en los incrementos de sus remuneraciones salariales que debieran estar sujetas al IPC, como el resto de los españoles (excepto los jubilados) y no hacerlo de forma arbitraria, como en Andalucía, cuando a la vez los mismos defienden medidas contra la mayoría, como volver a bajar el salario mínimo. Las pensiones más altas que el resto de españoles, las subidas indiscriminadas de sus salarios dan lugar a la presencia de los sentimientos más bajos, odio, revancha, deseos de desaparecer… dando la casualidad que una parte de los que lo provocan lo utilizan para fomentando estos sentimientos arrimar el ascua a su sardina, dado que no tienen razones objetivas para convencer.
Expuso de forma muy clara que el político es una figura imprescindible en cualquier sociedad, siendo esta quien designa a aquel que considera más preparado para dirigir y colaborar en el bienestar de todos los que lo han 3elegido. Si queremos tener buenos políticos, su remuneración debe ser alta, el problema no es la cuantía de la remuneración, sino que el desarrollo de su función sea el que se espera de ellos, evitando ponerse al servicio del poder no político (económico) que pretende dirigir al país en beneficio propio, no aceptando prebendas unas veces directas y otras postergadas a cuando finalicen su tarea de gobierno.
Es muy frecuentemente la expresión “todos son iguales”, pues no, no es cierto y debiera ser suficiente para ejrcitar la razón y dejar de lado los sentimientos, que es lo que estos venales buscan, cuando uno se acerca a una urna. Si me permite solo le hago una petición, si la proclama de algún postulante, le excita y le pone nervioso creyendo que tiene razón, piense que quizás lo están manipulando, tómese un tiempo de relajación y luego analica con la “razón” lo que ha oído y lo que ocasiones anteriores ha hecho.
Tenemos por delante, como dijo Hector, unas semanas en las que vamos a ser bombardeados con las expresiones “no puede ser”, “no hay dinero”, “tal solución no puede hacerse operativa”.. Todas estas aseveraciones son cuánto menos medias verdades por no decir mentiras, y si lo analiza, verá como la consecuencia de esas falacias siempre van en contra de nuestro interés general.
Para acabar
-Sí que hay dinero
-Sí que se pueden cambiar las cosas
-Sí que los jubilados trabajamos
Reflexionemos antes de introducir la papeleta y no nos dejemos llevar por las emociones, las quejas a toro pasado no sirven para nada