En la recta final de la Semana Santa, María José Martí, Presidenta de la Junta Mayor de Hermandades de Semana Santa explica sus sentimientos y el de todos los cofrades ante una situación tan inesperada como es la crisis que estamos viviendo por el coronavirus. Este año le tocaba despedirse de su cargo, pero no será en la calle, en los actos litúrgicos, ni en las procesiones, lo hará a través de las redes sociales. Un duro momento que vive con mucha fe cristiana.

-El año pasado lluvia, y este año pandemia. ¿Cómo se vive una Semana Santa tan complicada?

-Son dos casos muy diferentes. El año pasado aún pudimos vivir parte de la Semana Santa, pero se suspendieron las procesiones de Jueves Santo a Domingo de Resurrección aunque se vivió nuestra fe cristiana acudiendo a las liturgias dentro de los templos y otros actos como la Resurrección en el Local Museo de la Semana Santa.

Este año debido al estado de alarma decretado por el gobierno de la nación es una vivencia diferente desde el confinamiento en nuestras casas, sin la posibilidad de reunirnos como cristianos y eso es muy duro; ya que las tanto las celebraciones litúrgicas como los vía crucis y procesiones en comunidad son una riqueza para nuestra fe. Por eso, es un gran alivio disponer de los medios informativos tanto de la televisión como de Internet, que hacen realidad el poder vivir la Semana Santa desde casa.

-Van dos años sin celebrar la semana grande. ¿Cómo se siente?

-El sentimiento es a la vez de tristeza y dolor. Tristeza, por haber estado todo un año realizando actividades y en el momento cumbre de celebrar la Semana Santa, con todo ya dispuesto, ha quedado truncado por los acontecimientos que se están viviendo.

Dolor, por todas las hermandades que no pueden llevar a cabo sus celebraciones tanto litúrgicas como procesionales, por todos los que dirigimos la Semana Santa que hemos visto rotas nuestras esperanzas de vivir con fe la Semana Grande, por la Madrina de la Semana Santa y Camarera del Cristo Resucitado que como persona creyente vive intensamente estas celebraciones y ha visto sesgada su participación en todos los actos. Y por supuesto dolor interior por no poder llevar a cabo todo lo preparado en esta mi última Semana Santa como Presidenta de la Junta Mayor de Hermandades y poder vivirla con la intensidad de mi fe.

Pero como escribí en la Revista Passio de este año, este dolor no crece como lo hace la espiga, sin amor, sino como una rosa que la cuida con mucho amor y así lo he procurado durante todos estos años al frente de la JMHH.

–Durante 8 años ha trabajado por la Semana Santa de Gandia. ¿Qué ha conseguido?

-Pienso que no es el momento de detallar todos los aciertos y éxitos conseguidos, pues el futuro ya los relacionará y la propia Semana Santa los reconocerá. Pero, en todo caso, tanto los aciertos como los éxitos se han conseguido por tener un equipo de trabajo magnífico y espléndidos compañeros en estos 8 años de viaje.

-¿Lamenta algún error en la gestión en todo este tiempo?

-Por supuesto que se han cometido errores y algunos de ellos se han subsanado con diálogo y voluntad de corregir y los que faltan, el paso del tiempo los subsanará.

-Su mayor logro ha sido…

-Creo que ha sido el conectar con la gente a través de acercarte a ellos para dialogar, comprender sus necesidades y la buena voluntad de llevar a cabo objetivos comunes. La verdad que he conseguido un gran número de amistades que creo que van a perdurar en el tiempo.

-¿Cómo están viviendo los cofrades de Gandia estos días tan tristes?

-Las redes sociales han sido el motor de vivir en casa todo aquello que se estaría realizando en los templos y en las calles de la ciudad. Tanto la televisión retransmitiendo las liturgias, como los Vía Crucis y las procesiones de esta Semana Santa. Y también internet a través de las redes sociales facebook e instagram. Todas las hermandades se han hecho presentes en ellas haciendo presentes sus actividades tanto religiosas como procesionales. Quiero instar desde estas líneas a que los cofrades y la ciudadanía las sigan y observaran que podrán vivir la Semana Santa tanto en su liturgia como en la procesiones.

-Después de ocho años en el cargo, ya no puede repetir. ¿Cuándo se celebran las elecciones para una nueva ejecutiva?

-Efectivamente el estatuto marca que el mandato es de cuatro años y una posible reelección, que en mi caso ya se ha cumplido. Las elecciones estaban previstas para las segunda semana de junio dentro del Congreso que se celebra cada cuatro años. Tendremos ahora que dejar pasar estos meses y ver cómo se desarrolla esta pandemia que estamos viviendo y decidir si las hacemos en las fechas previstas o se aplaza algún mes.

-¿Quiere dejar algún mensaje en su despedida?

-Quiero acabar despidiéndome a través de estas líneas de toda la Semana Santa y de las gentes de mi ciudad, demostrando os mi gratitud a todos, por el apoyo y colaboración que me habéis dado en estos años ya que, como dije en mi escrito del Passio y en palabras de otro “la gratitud da sentido a nuestro pasado, trae paz al presente y crea una visión del mañana” y este es el mejor mensaje que os puedo dejar.