Dando su voto mayoritario al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Votó convivencia, concordia. Votó dialogo, justicia social.
Nos jugábamos como sociedad mucho ese día, por primera vez en nuestra democracia teníamos que decidir entre dos modelos de sociedad muy distintos, el que representaba la derecha formada por VOX (extrema derecha) y nuevo partido en nuestro panorama político, y la derecha formada por Ciudadanos y el PP. Curiosamente la derecha, clásica, había abrazado sin paliativos los discursos radicales de este nuevo Partido, poniendo en cuestión nuestro modelo de País, las Autonomías consagradas en la Constitución de 1978, la ley de Igualdad entre hombres y mujeres, la de violencia de género, la del aborto, el matrimonio gay, la ley de dependencia… negando el cambio climático y apelando a la xenofobia y el odio al diferente.
Ganó la sensatez, las ganas de avanzar, ganó el futuro. Dejando atrás los discursos del pasado que huelen a rancio y no ilusionan.
El pueblo en su sabiduría ha dado una vez más una lección de democracia y valentía a todos aquellos que nos querían, de nuevo, llevar a las tinieblas del pasado. Gracias.