La muerte de Fina Gomar justo un día después de cumplir 69 años ha sido un golpe duro para familiares y amigos. Fue una de las caras más visibles de la tradicional Pastelería TANO, la empresa familiar donde comenzó a trabajar finales de los años 70. Allí ayudó su hermano, el querido Pep, a crear un nuevo concepto de pastelería-cafetería que lueg expandieron a otros negocios, como el restaurante de eventos del Tano Resort.
Tano estuvo presente en miles eventos familiares y sociales de esta ciudad y Fina, trabajadora incan sable y rosotro visible de la empresa, siempre estaba allí para lograr que todo estuviera perfecto. Que descanse en paz.