No lo sé, pero si que es más difícil caer cuando tienes la mente abierta y el corazón dispuesto. Porque esa «actitud» invita a que tu cuerpo te siga allá donde tu cabeza sea capaz de llevarte y tu motor no te fallará. 

Nos estamos dando cuenta ahora que no hay muchas diferencias entre ricos y pobres cuando se trata de morir (o al menos estar bastante jodidos) bajo el yugo de una pandemia. Pero si tenemos el cuerpo preparado, resisitiremos más y mejor a aquello que nos toque vivir. Y eso pasa, irremediablemente por tener la cabeza despejada, poco saturada de complejos y de miedos. No, no seamos ilusos. Los miedos nos mantienen con los pies en el suelo y los sentidos atentos. Se trata de supervivencia, no de un cuento de hadas.

Los miedos, hacen falta. Pero tenlos controlados. Que no te atenacen, que no te acorralen en una esquina de tu mente. Y si crees, que estás perdiendo ese combate, saca la mano del ring, pide ayuda, grita auxilio. Pero no tires la toalla. No pienses en el fracaso, ni en la totalidad de los posibles errores cometidos, ni en el pasado… Piensa que siempre hay un asalto más, que siempre hay alguien que te va a escuchar, aunque a veces cueste creerlo. Busca, inténtalo una vez más. Sé humilde para lograr llegar desde donde estés, hasta donde quieres estar.

A mí, escribir me ayuda, para ponerle luz a tanta sombra que en ocasiones me persigue. Soy ese amigo que se escucha. Desde la perspectiva del que se desahoga y del que se aconseja. Yo no soy nadie para decirte que hagas algo o lo contrario. Solo te explico lo que a mi me funciona. 

No te pido que te guste lo que escribas. Solo coge un papel y un boli y déjate llevar por tus instintos. Habrá quien piense que es una gilipollez. Otros y otras pensarán que no tienen tiempo. Muchos y muchas decidirán en este punto que es mejor no continuar leyendo.

Pero cuando te sientas preparada o preparado y asumas que tu fragilidad emocional no es una debilidad, si no un aspecto más de tu personalidad y que debes conocerla para reforzarla en ese punto en que crees que puedes mejorarla, entonces, queridos y queridas compañeros, compañeras empezaremos a ser un poco más capaces de no doblegarnos con tanta facilidad ante el invierno de nuestras «tormentales» (tormentas + mentales).