Siete meses de «orden, trabajo y gestión». Un momento dulce: su llegada a la alcaldía, pero que le hizo pasar «dos primeros meses muy malos». A pesar de ello, la actual alcaldesa de Oliva, Yolanda Pastor, no se ha rendido porque para ella «es esencial el bienestar de mi gente, de mi pueblo».
Con mucha emoción y lágrimas en los ojos recuerda el cariño que los vecinos y vecinas le transmiten. Sin duda, un motor «para seguir trabajando por este municipio que se encontraba con muchos problemas enquistados y que ahora les estamos poniendo solución».
Gente de la Safor habla con Pastor sobre la situación del municipio y todos los proyectos que quiere llevar a cabo ahora que «lo urgente» ya está «en orden».
- ¿Cómo ha llevado el cambio de rutina tras llegar a la alcaldía?
Mi rutina siempre ha sido de gestión y servicio al pueblo. No ha cambiado nada más que tener más responsabilidad y querer ir más deprisa, porque una legislatura de cuatro años parece mucho tiempo, pero en la administración pública es un plazo muy corto de tiempo.
Yo tengo mucha capacidad de gestión, sé lo que le hace falta a mi ciudad, y lo que me preocupa es no tener tiempo para hacer todo aquello que me marqué si llegaba a ser alcaldesa.
Pero mi rutina es de trabajo y esfuerzo todos los días.
- ¿Cómo se encontró el Ayuntamiento a su entrada?
Como llevo tiempo en el ayuntamiento, mentiría si dijera que no sabía a lo que me enfrentaba. Es verdad que cuando entras siendo la máxima responsable ves cosas que antes no veías con la misma claridad. Sabía que había muchos problemas pero ahora ya los tengo todos destapados encima de la mesa y seguramente todavía no los sé todos.
Había problemas enquistados desde hace muchos años que nosotros en la oposición decíamos que había que trabajar para resolver, como es el tema de las urbanizaciones, cumplimiento de sentencias. Sobre todo era primordial marcar un objetivo y una planificación: qué queremos en nuestra ciudad. Diseñar esa ciudad de futuro para que, estuviera quien estuviese, pudiera ir construyéndola, pero Oliva tiene faltas porque se ha hecho una gestión y política para cuatro años, y eso nos ha llevado a tener una ciudad desordenada, en la que quien entraba hacía un parque o una calle sin criterio, solo por ser algo muy visible, de fotos.
Oliva, si tiene problemas en lo que se ve, en lo que no se ve muchos más y, sobre todo, tenemos una ciudad con problemas estructurales. Nosotros nos presentamos con dos premisas: hacer una administración ágil, que cualquier vado o licencia no tardara un año; arreglar las urbanizaciones, pues muchas tienen sentencias que se tienen que cumplir, eso no tiene fotos pero hay que arreglarlo porque la gente que pide licencias para hacer una casa no tiene cobertura jurídica, nosotros estamos ahí para cumplir las sentencias y que las urbanizaciones vayan acabándose.
Estos son problemas que se suman, por ejemplo, en vez de arreglar el techo del ayuntamiento que ha obligado a cerrar la última planta, la legislatura pasada lo que se hizo fue alquilar plantas bajas que cuestan casi 500.000 € una legislatura y no se arregló el techo del ayuntamiento. Nosotros creemos que los recursos son limitados, el ciudadano hace un gran esfuerzo pagando impuestos y no podemos malgastar el dinero del esfuerzo de las personas. No puede ser que no haya dinero para arreglar el ayuntamiento pero sí para pagar alquileres. Nuestra política no es esa.
- ¿Qué prioridades tiene su gobierno?
El teatro Olimpia es una prioridad, porque por la desidia del gobierno anterior el teatro se cerró. Estuve en la Diputación y calculamos que con 2,5 millones, es una ejecución total del teatro, se puede.
El Centro Olivense también era una prioridad, las cosas han salido bien y ya está ejecutándose la obra, que llevaban desde 2010 paradas.
Creo que en el poco tiempo que llevamos hemos hecho muchas cosas y, sobre todo, hemos aprobado un presupuesto en tiempo y en forma que desde el año 2004 no pasaba. Eso lo que nos da es un orden en la economía local, es verdad que el presupuesto es una previsión que se puede modificar a lo largo del ejercicio, pero empezamos sabiendo qué gastos tenemos y qué ingresos tenemos y a partir de ahí priorizar con los recursos que tenemos cuáles son las necesidades para la ciudad.
Hay una lista de prioridades, de las más a las menos urgentes. Conforme vaya el tiempo iremos haciendo. Pero, sobre todo, cubrir los servicios básicos de la ciudad: señaletica, pintura viaria, limpieza, aceras…
Es prioritario cubrir los servicios básicos del pueblo, no puede ser que los pasos de peatones no se vean, que la gente se caiga por las aceras. Vamos a hacer un plan integral de aceras que iremos ejecutando conforme podamos económicamente. No vamos a hacer obras faraónicas, porque yo ya lo prometí, con lo cual: orden, prioridades y a partir de ahí iremos ejecutando.
- ¿Cuáles han sido los problemas más graves que ya se han solucionado?
Dos de los problemas muy grandes que me encontré fue la Vía Ronda y el Paseo Gregori Maians. Obras paralizadas porque necesitaban una modificación del proyecto que el gobierno no había hecho, pero las obras se hicieron porque el gobierno anterior quiso. Han sido dos obras que abanderaron, que las dejaron paradas en abril antes de las elecciones y cuando llegué en julio lo primero que hice fue sentarme con las empresas y ver qué pasaba y cómo se podían seguir haciendo. Comportaba dos modificaciones de proyecto que tiene dos problemas, pues se alargaba la obra en el tiempo y necesitaban más recursos económicos. La suerte es que las empresas tuvieron mucha predisposición. Creo que volvemos a poner orden al desorden que ellos creaban en cada obra.
La vuelta a la escuela de los niños, poner todos los centros educativos en marcha y una de las principales premisas mías eran los proyectos del Pla Edificant que desde 2018 estaba todo preparado pero no se ha hecho nada. Ya he estado en la Conselleria de Educación y si todo va bien, hablamos del nuevo gimnasio del IES Gregori Mayans, la ampliación del Conservatorio y mejora de accesibilidad y la nueva construcción del Aulario Infantil de Alfadalí y una sala multiusos. Todo eso está por hacer, si todo va bien puedo adelantar que para el mes de junio esos tres edificantes estarán adjudicados para hacer las obras.
Parece que cerré los ojos en el 2019 y los haya abierto ahora, estamos igual. Pero en esta legislatura estos proyectos estarán en marcha. Y después de eso seguiremos sumando Edificants como la Carrasca y la EPA, escuela de adultos, que en 4 años no se ha hecho nada.
Volvemos al mismo punto de partida, fue una legislatura pasada perdida donde se gastaron mucho dinero, donde se hicieron cuatro parques que al final lo viejo está viejo y lo nuevo también está viejo, y nosotros no vamos a hacer eso. Vamos a acabar lo que tenemos y después lo que dé la legislatura. Muy importante también es el paso que hemos dado junto con la Diputación para la carretera Oliva-Piles por la playa, es importantísima.
- ¿Cómo ve Oliva en 2027?
Quiero que llegue el año 2027 con el Teatro Olimpia terminado, la conexión Oliva-Piles por las playas, el Pla Edificant y cumplir las sentencias urbanísticas para que los vecinos y vecinas del pueblo tengan toda la cobertura jurídica que corresponde. Sé que hay mucho por hacer, todo es imposible en cuatro años, por eso siempre decía que la gente tenía que tener un poco de paciencia, pero hay que poner orden.
Cuando entré el capítulo 2 tenía menos 500.000 euros, se debían recibos de la recogida de basura, de la limpieza viaria, no había dinero para pagar las subvenciones del año 2023 a las asociaciones locales. Lo primero que hice fue modificaciones de crédito para poder pagar. Fue muy duro, pero creo que tenemos una capacidad de esfuerzo muy grande y la gente esto lo ha visto.
Yo iba por la calle y tenía la suerte de que la gente me decía: “Yolanda, tranquila”. Eso es un cariño tan grande que nunca tendré suficientes palabras de agradecimiento a ellos.
Vamos también a cambiar la RLT, la relación de lugares de trabajo, para ver qué personal tenemos en cada departamento y qué funciones realizan porque con el tiempo la gente ha ido moviéndose y tenemos que cambiarla para tener una administración ágil porque sino viene el dinero y no podemos gestionarlos. Si Oliva tiene deuda 0, pero no tenemos capacidad de gestión y ahí es donde estamos nosotros. Orden, orden, orden y gestión, gestión, gestión. Esto no va de política, va de gestión, la gente quiere que le soluciones los problemas pequeños del día a día y yo soy de la política de las personas, que la gente esté a gusto, disfrute y salga de casa y vea un pueblo limpio y aseado. Que las asociaciones estén vivas, el pueblo lo más grande que tiene es su gente y es muy importante cuidarla.
- ¿Echa en falta algo ahora que «el orden y la gestión» se han apoderado de su día a día?
Antes caminaba más, iba más por el pueblo. La proximidad y la conversación con las personas me da vida y eso lo echo en falta. Yo vengo a las 7:30 horas y no sé que tiene este ayuntamiento que me absorbe y prácticamente cuando me doy cuenta son las 16:00.
Sobre todo el contacto con la gente, que me da mucha vida. Conforme pasen los meses tengo proyecciones de ir por los barrios, hasta el momento hemos tenido tantas reuniones para organizar la agenda y los proyectos, que no he tenido tiempo. Como lo urgente ya lo he hecho, ahora quiero dedicarme a ir por los barrios, cada cierto tiempo estaré por una zona, yo anunciaré esa agenda, haré mañana y tarde para la gente que trabaja y quiero diseñar un plano de la ciudad para que el ayuntamiento esté con la gente de cada barrio.
- ¿Qué valoración hace de lo que llevan de legislatura?
Se ha hecho mucho esfuerzo. Los dos primeros meses lo pasé muy mal porque entras a finales de junio, vienes de una campaña electoral que es un desgaste emocional y de trabajo muy grande. Fueron meses duros, pero la suerte es que yo sabía donde iba y conocía la administración internamente y, por lo tanto, pese a ese sacrificio y esfuerzo de los primeros meses que fueron duros, pudimos seguir adelante. Hay que agradecer a la gente que ha estado a mi lado, los 12 regidores que conforman el gobierno y a la gente de la casa, porque el éxito de un político es cuando los funcionarios están contentos y trabajan contigo. Si no hay equipo no hay resultados y tenía muy claro que Yolanda Pastor no es alcaldesa porque sí, sino es una compañera de sus compañeros y al final tenemos que trabajar todos juntos, la casa y la gente del pueblo.
Además yo llego con una fuerza suficiente porque con casi una mayoría absoluta para mí fue muy importante. La gente había entendido que con Yolanda Pastor y su equipo las cosas podrían cambiar, porque con mi eslogan que era “Es ara”, si no hubiese habido cambio yo hubiese acabado en política.
- A pocos meses de vuestro inicio, llegó una polémica: los chiringuitos de Oliva.
Nosotros no estábamos en el momento en el que sucedió, cuando se hacen los pliegos la adjudicación es para cuatro años, cuando nosotros entramos las adjudicaciones ya están hechas. El regidor lo único que firma es la adjudicación definitiva, pero todo el proceso ya está hecho. Cuando la oposición sale a atacarnos a nosotros ellos están fiscalizando su propia gestión. Porque si hay indicios de algo, en el momento en el que se inicia el proceso hay que pararlo. Si ellos están en el mes de abril, están fiscalizando su propia gestión. Y si algo se ha hecho mal, estaban ellos como regidores.
Nosotros estamos ahí trasparentes y con claridad al 100 %. Cuando unos están en el gobierno y otros en la oposición no somos enemigos, cuando somos enemigos es cuando pasa lo que ha pasado con los chiringuitos. Hay una adjudicación hecha para cuatro años que la hacen ellos y nos condenan a nosotros. Ellos consideran que se ha hecho algo mal porque lo estaban haciendo ellos, tengamos la capacidad de sentarnos y mejorar las cosas. Yolanda Pastor no va a estar en las riñas y en echarse culpas, tengo mucho trabajo por hacer como para aguantar los ataques de la oposición.
- ¿Oliva necesita más oferta para alargar la temporada turística?
Nosotros tenemos la suerte de tener los campings, pero le falta un buen transporte público para aumentar un poco más esa llegada de turistas. Ahora hace 50 años que dijimos adiós al tren y estoy preparando una manifestación porque no puede quedar en el olvido. Pero es que tampoco tenemos autobús y eso es un derecho que tenemos.
Dentro de todo, tenemos la suerte de tener 8 kilómetros de costa buenísimos, unos parajes naturales increíbles, pero tenemos que dar los servicios como toca. La limpieza, las aceras eso también es turismo, porque el entorno lo tenemos, Oliva Nova por ejemplo o eventos deportivos, todo son reclamos y referentes que tenemos. Lo que estamos consiguiendo es la unión de todas las partes en este sentido, lo público-privado tiene que ir de la mano porque nosotros necesitamos a los gerentes, los campings, Oliva Nova… esa esencia de colaboración existe y eso nos llevará un éxito mayor al que tenemos. La oferta turística tiene que ir en esa línea: ocio, deporte y todos los agentes estar juntos y de la mano.
- El transporte público ha sido una de sus máximas. ¿Se está trabajando para mejorarlo?
Vamos a volver con la reivindicación del tren y queda pendiente también el tranvía, nosotros estamos canalizando reuniones para ir trabajando con las diferentes administraciones todo el tema del transporte. Yo soy del pensar que Oliva tiene que luchar por el tren, porque quiero que mi gente sea pasajera de primera, Oliva se merece el tren y vamos a luchar por ello. Tenemos que subir en Oliva y seguir, no llegar a Gandia y hacer transbordo, Oliva se merece ser pasajera de primera.
En cuanto a los autobuses, hemos quedado con la empresa para ver qué recursos hay para hacer una línea de autobús que conecte las urbanizaciones de Oliva. Que la gente que esté en San Fernando pueda venir los viernes al mercado, o la gente de Sant Roc pueda bajar.
- En tema movilidad, la apertura de la salida sur AP-7 ha sido una gran noticia. ¿Qué se va a hacer ahora con la N-332?
Tuvimos reunión con Demarcación de Carreteras, estamos ya redactando una memoria de lo que queremos, porque no queremos que se quede esa carretera oscura que separa el pueblo en dos, nos la quieren ceder pero antes de ello yo quiero luchar por una subvención.
Queremos diseñar esa N-332 como un bulevar, algo más atractivo que pueda ser comercial y que de ese respiro a la ciudad. Estamos en estudio de ver el tránsito cómo se ha reducido, también estamos viendo cómo prohibir el paso de camiones que no sean necesarios y luz a la rotonda de la salida sur.
- Y en materia de movilidad sostenible. ¿Hay proyectos para mejorar el carril bici de Oliva?
Estamos trabajando en el diseño del carril bici porque lo que ha pasado en Oliva es que nace en un sitio y a los 100 metros desaparece. Estamos diseñando ese carril bici porque se haga lo que se haga volvemos a lo mismo, hay que ordenar. El desorden en Oliva está hasta en el carril bici, por ejemplo en las obras del paseo Gregori Maians he quitado el carril bici porque se diseñó uno que no conectaba con nada. Lo hemos quitado y hemos puesto plazas de aparcamiento.
Estamos trabajando en un buen circuito de carril bici que se encuentra dentro de los Planes de Movilidad, que está aprobado y se tiene que cumplir.
- ¿Cómo trabaja Oliva en la Mancomunidad?
Es muy importante estar dentro de la Mancomunidad, es verdad que los pueblos pequeños se benefician más de los servicios que presta, pero la unión de todos es muy importante. Cuando llegué a la alcaldía lo que dije a la Mancomunidad es que quería estar en la Junta de Gobierno de la Mancomunidad porque para mí era nuevo, quería saber de primera mano lo que pasaba y trabajar con los compañeros, pero sobre todo el tema de movilidad, y uno de los puntos por los que quería estar era por ello. A raíz de esa conversación con el Presidente, Voro Femenía, no me puso ningún problema y en eso estamos. Tenemos que trabajar todos juntos porque en los problemas de comarca la unión hace la fuerza y levantar la voz donde haga falta.
- Si el presidente de la Generalitat le concediera un proyecto, ¿qué elegiría para Oliva?
El tren, sin ninguna duda.
- La ciudadanía es su «motor».
Me gustaría hacer un agradecimiento personal al pueblo. El regalo más grande que una persona se puede llevar es el resultado de las elecciones que yo tuve, que la gente confíe, que creo que vamos bien. Yo noto el calor de la gente y eso a mí me da mucha fuerza, junto con un equipo fuerte y preparado que vamos poniendo orden y trabajando. Pero, sobre todo, no haremos nada nuevo hasta que no arreglemos todo lo que tenemos pendiente.
Urbanismo, edificios viejos, apoyo a las asociaciones, patrimonio… Hay mucho por hacer, pero tenemos los pies en el suelo e iremos poco a poco con todo lo que está pendiente para poder pasar a lo nuevo.