En la unidad neonatal, el recién nacido se ve expuesto a diversas fuentes de ruido

Trabajo de investigación del Campus de Gandia, premiado por la Fundación AISSA 

Un estudio sobre agresores vibroacústicos en unidades neonatales elaborado por investigadores del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València (UPV), en colaboración con el servicio de Pediatría del Hospital Francesc de Borja, ha sido galardonado en la XXIV edición de los Premios de la Associació per a la Investigació Sanitària de la Safor (AISSA) como mejor comunicación científica.

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La investigación premiada recoge los resultados del diagnóstico de vibraciones a las que los recién nacidos están sometidos durante su ingreso en una unidad neonatal. Según ha indicado la profesora del Campus de Alcoy e investigadora en el Campus de Gandia de la UPV Romina del Rey, “el objetivo principal es el de mejorar la calidad asistencial de los pacientes neonatales en el hospital de Gandia, para ello era necesario conocer las vibraciones a las que están sometidos los pacientes neonatales durante su ingreso”.

 

Con este fin, “se ha realizado un estudio protocolizado del estado de todas las vibraciones existentes en la sala neonatal y se han estudiado los posibles caminos de transmisión. Asimismo, se han evaluado de forma detallada las cunas e incubadoras y se han identificado los posibles escenarios propios de un funcionamiento de sala neonatal”.

 

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Neovibra, estudio de las vibraciones en salas neonatales

Los primeros resultados de este análisis forman parte del Trabajo Fin de Máster “Neovibra. Estudio de las vibraciones en salas neonatales: caso del Hospital de Gandia”, realizado por Gema González bajo la dirección de los profesores, Jesús Alba y Romina del Rey. Y, a su vez, son la continuación del proyecto enmarcado en el programa POLISABIO que promueve la Fundació per al Foment de la Investigació Sanitària i Biomèdica de la Comunitat Valenciana (FISABIO) y la Universitat Politècnica de València (UPV).

 

Para llevar a cabo esta investigación, “la coordinación con el equipo de pediatría del Hospital Francesc de Borja ha sido fundamental”, tal y como ha subrayado la investigadora principal del proyecto desde la UPV Romina del Rey, “para la identificación de todos los escenarios posibles, debido al propio funcionamiento asistencial de la sala de neonatos del hospital de Gandia, y se han analizado 744 registros, recogidos en distintos días y franjas horarias”

 

La sala de neonatos del estudio se encuentra ubicada en la planta primera del Hospital. El número de cunas e incubadoras de esta sala es variable, con una capacidad media de 6 incubadoras, pudiendo llegar a ser hasta un máximo de 10. En ella, “se han registrado los niveles de aceleración a los que pueden estar sometidos los neonatos durante su ingreso en diferentes escenarios. Los responsables de pediatría del hospital de Gandia tienen como objetivo reducir los valores del nivel de aceleración global Law registrados, para poder así mejorar la calidad asistencial de los pacientes neonatales, pacientes en condición especialmente vulnerable”.

 

Como han detallado los investigadores del campus de Gandia, Romina del Rey y Jesús Alba, “estamos sometidos a niveles de ruido excesivos en cualquier ámbito de nuestro día a día, no solamente en situaciones de ocio, también en nuestro ámbito laboral o incluso, en nuestras propias casas”. De acuerdo con la normativa española, los valores de índice de vibraciones Law (dB) deben ser inferiores a los 72 dB en ámbito hospitalario y no deben exceder nunca los 77 dB. Aunque, solamente en algunos escenarios muy concretos se han registrado valores de Law muy cerca de los valores no permitidos, los investigadores siguen trabajando para reducir estos niveles, ya que, la legislación vigente (Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido, en lo referente a zonificación acústica, objetivos de calidad y emisiones acústicas) no considera la situación tan especial de vulnerabilidad de los pacientes neonatales.

 

Durante su estancia en la unidad neonatal, el recién nacido se ve expuesto a diversas fuentes de ruido. Al ruido del equipamiento médico necesario de las salas, hay que sumar el producido por otras fuentes (el del aire acondicionado, los teléfonos o la simple conversación del personal del área, por ejemplo), pero también el producido por las incubadoras. Un nivel de ruido excesivamente alto puede ocasionar efectos negativos en parámetros como la presión sanguínea, la respiración o el ritmo cardíaco.

 

 

Futuras líneas de investigación

Según han adelantado los investigadores, “sobre los efectos de las vibraciones en neonatos queda mucho por investigar, nuestro trabajo ha abierto nuevos campos de investigación relacionado con el bienestar acústico de los neonatos durante su estancia en el hospital”. Entre esas líneas destacan el desarrollo de textiles técnicos para mejorar el aislamiento en vibraciones que presentan los actuales colchones neonatales, el rediseño de incubadoras neonatales o la ampliación del estudio y sus soluciones a otros ámbitos hospitalarios (por ejemplo, a pacientes adultos en las unidades de cuidados intensivos).

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