La demolición del Real Club Náutico de Gandia ha comenzado este lunes. Tras meses de preparativos en los espacios interiores, las máquinas entraron en sus instalaciones, ya completamente vacías, y comenzaron el derribo. Las imágenes impactan y dan una idea de la magnitud de una obra que reconvertirá por completo un espacio con 60 años de historia. Los trabajos se detendrán durante los meses de julio y agosto para no ocasionar molestias a vecinos y turistas que lleguen a la playa, tal y como recoge la ordenanza municipal. La obra grande se detendrá en junio y, tras el desescombro, la zona quedará vallada hasta el mes de septiembre.

Aunque los trabajos de desalojo y preparación empezaron hace meses, el inicio del derribo del edificio social marca un hito importante en el proceso de transformación del centro. Un proyecto que fue aprobado por la Autoridad Portuaria en febrero de 2019 y que cuenta con una inversión de 4,5 millones de euros. La actuación abarca una superficie de 55.000 metros cuadrados y deberán estar finalizadas antes de abril de 2022, según el requerimiento de la Autoridad Portuaria.

EL PROYECTO

El nuevo Club tendrá dos espacios diferenciados: una zona privada exclusiVa para socios, con piscina, gimnasio, zona social y cafetería. Y otra parte abierta al público general, que mirará al canal e incluirá una pequeña zona comercial y tres restaurantes, uno panorámico, uno en planta baja y otro elevado, formato chill out.

El proyecto también prevé, como no puede ser de otra forma, la mejora de muelles y pantalanes, que pasarán a estar equipados de la última tecnología tanto en seguridad como en suministro. Aumentará el número de amarres (más de 30 puntos de anclaje nuevos) y se abrirá la zona para megayates y embarcaciones de gran eslora en el actual Muelle de los Borja. Esta será una zona completamente nueva, con una lámina de agua y un pasillo de unos cinco metros de ancho.

Durante los casi dos años que duren las obras, la actividad diaria de las embarcaciones se mantendrá, al igual que la deportiva. «Iremos jugando con los espacios del club, y moviendo las embarcaciones según se necesite», explicaba el presidente del Club, Daniel Vidal. De lo que sí se prescindirá todo ese tiempo será de las zonas comunes, como la piscina o la cafetería. Para ello, la entidad ha conveniado con el Ayuntamiento de Gandia y algunos empresarios la posibilidad de que los socios puedan hacer uso de instalaciones municipales, así como de determinados establecimientos hosteleros en condiciones ventajosas.

Autoridades locales acompañaron ayer al Presidente y miembros de la Junta Directiva en ese día tan importante. “Damos un paso más hacia la realización del ilusionante proyecto del nuevo Náutico de Gandia. Con una mezcla de pena y alegría decimos adiós al edificio que nos ha acompañado durante tantos años. Pero con la ilusión de tener unas nuevas instalaciones, modernas, funcionales y abiertas a la ciudad, para seguir fomentando la práctica de los deportes náuticos que tanto nos apasionan”, explicaban desde el Club.

“Las obras de derribo del antiguo edificio del Náutico Gandía ya están en marcha. Casi 60 años de historia que se transformarán en unas instalaciones dignas del siglo XXI. Enhorabuena Daniel Vidal Cameirao y que el proyecto que hoy empieza a materializarse llegue a buen puerto”, detallaba el presidente de la Junta de Distrito del Grau, Miguel Ángel Picornell.

Las obras de remodelación arrancaron el pasado mes de septiembre con los primeros trabajos de desalojo y desmantelamiento del actual edificio como paso previo a su demolición, al tiempo que continuaban las negociaciones en búsqueda de financiación para acometer el proyecto completo de reconstrucción. Ahora, con la recta final de los trabajos de derrumbe, se pone enmarcha la segunda fase, la reconstrucción de un edificio vanguardista, moderno y adaptado a los nuevos tiempos.

«Va a ser un gran cambio para la ciudad. Es un proyecto muy ilusionante, para todos los socios pero también para los vecinos y todos los visitantes que vengan. Va a cambiar por completo la imagen de la playa y del puerto y va a contribuir a cambiar el modelo de turismo que tanto necesitamos», afirmaba Daniel Vidal.