Las “células madre” son las encargadas de reparar los tejidos y los órganos que se deterioran en nuestro organismo. El hígado, la piel y la sangre tienen una gran capacidad de “regeneración” celular. En el corazón, la capacidad de regeneración es inferior, por lo que se están estudiando los resultados de la utilización de “células madre” de la médula ósea, con muy buenas prespectivas en el caso de las lesiones en el infarto agudo de miocardio (Estudio BAMI).
En este artículo quiero referirme a los resultados de un estudio realizado por investigadores de nuestro país. Me refiero a este estudio por dos motivos, uno por la importancia que tiene por su posterior aplicación práctica y otro porque es realizado por un grupo de investigadores dirigidos por la Dra. Pura Muñoz Cánoves, de la Universitat Pompeu Fabra, natural de Miramar (La Safor) y cuyo trabajo, publicado en la revista “Nature” ha merecido el premio “Ciutat de Barcelona 2014” en el apartado “Ciencias de la vida”. Pura, colabora en la Rotura del techo de cristal. Últimamente ha sido galardonada con el Premio Jaume I de la Generalitat Valenciana a la Investigación Clínica.
El estudio, a grandes rasgos, consiste en que se ha logrado conocer el proceso de envejecimiento de las “células madre” musculares en la edad avanzada.
Las “células madre” musculares permaneces en estado de “reposo” hasta que se presenta una lesión muscular, momento en que se “activan” para dividirse y formar nuevas fibras musculares y nuevas “células madre”, reconstruyendo el músculo. El estudio demuestra, en ratones longevos, como estas “células madre” pierden la capacidad regenerativa, impidiéndose esta formación de nuevas fibras musculares y nuevas “células madre”, por lo que se pierde masa muscular con el envejecimiento. Esto, que también ocurre en los humanos, nos explica que con la edad, se instaure paulatinamente, la incapacidad física y más tarde la pérdida de independencia.
El mecanismo de la pérdida de capacidad regenerativa, en principio se atribuía a que era debido al mismo envejecimiento “unicamente”. El estudio de la Dra. Pura Muñoz Cánoves y colaboradores muestran que, en ratones, las “células madre” longevas, sufren cambios en su interior, irreversibles, y que las llevan a su “incapacidad. Conocido este “complicado” mecanismo, tenemos una base para actuar, atenuando esa pérdida de capacidad regenerativa muscular en personas de edad muy avanzada, alargando la “ vida activa” de dichas células.
Con este estudio quiero rendir, de nuevo, homenaje a la investigación nacional, a la vez que quiero reconocer la dedicación de la investigadora principal, jefa del grupo, la Dra. Pura Muñoz Cánoves, de Miramar (La Safor), que con la obtención del premio “Ciutat de Barcelona” pone en valor el trabajo de una mujer, puesto que, de momento, la inmensa mayoría de distinciones científicas, incluidos los Premios Nobel, se las siguen otorgando a hombres, a pesar que la lógica no de motivos para justificar tamaña desproporción.
Posteriormente ha sido Premio Radio Gandia en Investigación, momento en que pude conocerla y disfrutar de su gran amabilidad y cordialidad. La Safor sigue de moda y su gente es merecedora de estos itos.