En el pasado pleno correspondiente al mes de febrero se aprobaron los presupuestos correspondientes al año 2019 en el Ayuntamiento de Gandia. Solo tuvieron en contra el voto, como toda la legislatura, de los populares de la ciudad. Cabe destacar que el consistorio está afectado por un plan de ajuste, por lo que a las cuentas les da el visto bueno el Ministerio de Hacienda.
Dicho esto, en estas cuentas no caben «ni trampa ni cartón», por lo que son sobre todo LEGALES y tienen que pasar por el filtro de los técnicos del Estado.
Ya sé que a algunos dirigentes del PP de la legislatura pasada les retumban los oídos, pero es lo que tiene la gestión de los que hoy llevan las cuentas de Gandia. Ésta es la evidencia.
No se entiende el voto del PP. Hace cuatro años que el Ministerio viene diciendo que en Gandia ya se ha abandonado la fiesta y se ha dado paso a la recuperación económica.
No lo dice un panfleto, como los que sacaba el PP, y que de vez en cuando, aún asoma por la ciudad con datos y cifras manipulados, lo dice el Ministerio de Hacienda.
Pero los populares siguen en sus trece, después de subir los impuestos un 21%, dejar a cero los dos contadores que les facilitó el Ministerio, tienen el «privilegio» de ser el gobierno que más ha endeudado a la ciudad en menos tiempo, 140 millones de euros en 4 años –que se dice pronto-. Aún así, siguen intentando confundir a los ciudadanos.
Con estas cuentas, que tan poco le gustan al PP, la ciudad poco a poco está volviendo a la normalidad económica.
La tesorería municipal ya no está en negativo como con el PP; los presupuestos ya no son irreales, ILEGALES y deficitarios, como sucedía la pasada legislatura y los proveedores cobran regularmente, en tiempo y forma, como marca la ley, no como con el PP, que no pagaba prácticamente a nadie.
El ejecutivo de Diana Morant ha reducido la deuda que dejó el PP, atendiendo pagos de hasta 70 millones de euros que le dejó el anterior gobierno.
Todo ello con unos presupuestos continuistas, como los llama el señor Guillermo Barber, y que no le gustan a la bancada popular.
Pero por si todo esto no fuera poco, el PP tiene la cara dura de votar que NO a todas las facturas extra presupuestarias que se han llevado en estos 4 años al pleno. ¡Facturas dejadas de pagar por ellos!.
Imagínense la cara de los empresarios que llevan arrastrando una deuda cuatro años y ven como el partido que les encargó ese trabajo, vota en contra de que se les pague.
Con razón en el final de la legislatura del PP eran muchas las empresas que no querían trabajar con el Ayuntamiento, sabían que no les pagaban.
Cuando me refería a la «senda de normalidad» quería decir que eso ya no pasa y es gracias a los que están sentados en la bancada del gobierno con Diana Morant.
Normalidad también es ir de la mano del tejido asociativo y de los agentes turísticos para tomar decisiones en este sector, hacer una política colaborativa y de consenso para mejorar el turismo en nuestra ciudad.
Todos los datos señalan que el turismo en Gandia está mejor que nunca, con una temporada que se alarga, luchando contra la estacionalidad y apostando por el turismo deportivo, de congresos y con el apoyo cultural de la comarca, con grandes atractivos que benefician en conjunto.
Estos presupuestos lo que sí reflejan es el buen hacer de este gobierno de progreso, lo avalan los resultados económicos y del empleo.
Y dejan claro que las marionetas que maneja Torró, el PARTIDO POPULAR de Gandia, no están capacitadas para gestionar la ciudad.