Es mediodía, estoy sentado en la terraza cubierta, las paredes decoradas con detalles de la comarca, una romana, una hoz confeccionada para zurdos, un “socarrat” y otros motivos de la misma índole.
Con un libro entre las manos tendente a entrar en ese sopor que a uno le embarga a esa hora y que si continua suele llamarse “siesta del borrego”. En ese momento me embarga un sobresalto por el ladrido y carreras de los perros, continuándose con la apertura de la puerta y la entrada de mi nieto.
Nieto adolescente (17 años): Abuelo, te he pillado, acabas de despertarte.
Abuelo: No es así, no estaba durmiendo (intentando disimular la realidad). ¿Cómo te ha ido en el Instituto?
NA: Bien. En el patio hemos estado charlando un grupo de amigos sobre lo que está pasando.
A: ¿A qué te refieres?
NA: Estábamos flipando de lo que está ocurriendo, ¿Por qué siempre a la hora de votar, acabais votando lo mismo?
A : Tienes razón, pero el hecho es que lo que dicen los políticos antes de las elecciones lo hacen intentando que la gente se lo crea, cuando la realidad es que luego en muchas ocasiones no cumplen lo prometido o incluso legislan contra aquello que prometieron.
N A: Vaya marrón, no lo entiendo. ¿Pero no os dais cuenta los mayores de ese hecho? Y si es así ¿Volveís a tropezar en la misma piedra?
A: Eso tiene una explicación. Mira, el concepto SECTA se utiliza generalmente para identificar grupos de carácter religioso que se separan de lo establecido, pero también se puede entender como un grupo de personas que comparten una ideología o una creencia y que les permiten diferenciarse del resto entendiendo como que están separados del conjunto.
NA: Pero abuelo eso que dices no tiene nada que ver con lo que te he comentado, no me vaciles.
A: Si en vez de hablar de sectas hablamos de sectarismo quizás sea más inteligible.
NA: pues sé un poco más claro y no me líes.
A: El sectarismo es la intolerancia, discriminación u odio que surgen de dar importancia a las diferencias percibidas entre distintos grupos sociales, políticos o religiosos. En estas organizaciones suele haber alguien que la dirige y que todo lo que propone o indica es dogma de fé para los sectarios, sin establecer una mínima crítica sobre lo expuesto de donde surgen las contradicciones que no entendeís.
NA: Creo que sé por dónde vas pero dame una mayor visión, para poder comentarlo con mis amigos sin pifiarla.
A: Aquí los partidos políticos se establecen como organizaciones similares a la descrita, en el sentido de que su composición viene determinada por una cabeza visible, que tiene que convencer al resto con unos planteamientos que muchas veces no son los que posteriormente van a determinar su conducta.
NA: No entiendo cómo se puede funcionar así. Sois un Crack.
A: Vamos por pasos. Para que lo anterior llegue a buen puerto es necesario un grupo de activistas que creen a pies juntillas lo que se les transmite y actúan de interlocutores con la gran mayoría de ese sector, que en principio son indiferentes pero que al grito de “toca ferro” (grito catalán que avisaba de un peligro y hacia que todos cogieran sus armas), todos reaccionan a una, en este caso votan a su cabeza visible sin analizar el porqué ni criticar y el hacerlo les va a perjudicar.
NA : ¿Quieres decir, que votais sin analizar ni criticar lo que vais a hacer?. ¡Figuras!
A: por desgracia en la gran mayoría de los casos, sí. Hay una parte de gente que no está directamente relacionada con estos grupos que solo decide en función de lo que les llega por los medios, que en muchas ocasiones tratan de informar interesadamente y que son los que de alguna manera hacen variar los resultados.
NA: Entonces la democracia tiene defectos.
A: Claro como cualquier obra humana, pero es el medio en el que teóricamente podemos expresarnos la mayoría. Podría tener menos defectos si los que nos servimos de ella lo hiciéramos de forma crítica no dejándonos llevar de ninguno de los dos aspectos mencionados.