En nuestro país no hay tradición de gobiernos de coalición, el actual es el primero oficialmente. La izquierda es especialista en dirimir sus diferencias de forma pública, lo que redunda en un desgaste innecesario a ojos de la gente. La derecha es más sibilina, esconde los enfrentamientos entre socios de gobierno bajo la alfombra y quiere dar imagen de unidad indisoluble.
Ejemplos europeos.
En Europa desde que acabó la Segunda Guerra Mundial han vivido, salvo escasas excepciones, con gobiernos de coalición: Noruega, Suecia, Alemania, Holanda, Italia, Grecia o Portugal. En Francia, Macron encabeza una coalición de amplio espectro, pero no suele ser habitual dicho modelo por su sistema electoral. En Portugal esta semana se enfrentan a la ruptura de la coalición socialista-comunista y de confirmarse por discrepancias en los presupuestos se adelantarán las elecciones.
Hay un caso muy curioso en Bélgica. El país estuvo 493 días sin un gobierno definido. Fue en 2019. Pero desde la caída del gobierno anterior pasaron 650 días. Y el actual gobierno es una miscelánea compuesta por siete formaciones de cuatro familias políticas: socialistas, liberales y ecologistas, tanto flamencos como francófonos, además de los democristianos flamencos. Durante esos casi dos años de “sin gobierno” los belgas descubrieron que respetando las normas democráticas y aplicando el sentido común estaban mejor que con un gobierno. Todo funcionaba mejor y había menos crispación en la calle, por ellos que siguieran así más tiempo.Es para troncharse de risa.
España debuta.
Nuestro gobierno social-podemita más nacionalistas desde fuera andan a la greña por la Reforma Laboral. Guerra de egos entre ministras y lucha por alardear de lo que se consiga que no va a revolucionar el tema laboral porque Europa nos exige recortar gastos y no aumentar el coste social, ni laboral para recibir los 140 mil millones de euros de las ayudas tras el Covd-19.
Mucho ruido y pocas nueces. La coalición de gobierno no peligra pero la izquierda es especialista en airear las divisiones lo que beneficia a la derecha al trasladar la imagen de una jaula de grillos al ciudadano, lo cual es malo. Si yo fuera Casado, ahora no diría nada, les dejaría seguir vociferando y les diría cuando todo acabe que si van a ocuparse de los problemas del país o van a seguir discutiendo como niños en el patio de un colegio. Es nuestro debut como gobierno de coalición y tendremos que aprender a gestionarlo.
Gandia tiene experiencia
En nuestra ciudad salvo la mayoría absoluta del PP entre 2011 y 2015 siempre desde el 3 de abril de 1979, primeras elecciones municipales tras la vuelta de la democracia, se han formado gobiernos de coalición entre los socialistas y las demás fuerzas. Llegó a formarse uno con: Socialistas, Bloc, Unión Valenciana, Comunistas e Izquierdistas todos contra el PP e Independientes de derechas. Parece surrealista pero es verdadero. Hoy sería imposible.
El actual está conformado por el PSOE y Compromís-Més Gandia. Aparentemente todo fluye con normalidad pero existen discrepancias a la hora de afrontar temas de gestión aunque tratan de acordar soluciones comunes para no tensionar al gobierno. Y sobre todo no facilitar munición política al contrario político de enfrente para desgastar su imagen.
Me cuentan que el Concejal socialista de Turismo y Playas, Vicent Mascarell, actúa como un verso suelto. Una persona del Gobierno municipal me confesó que “Mascarell va prou per lliure i a la seua.Sembla que va sobrat”. Y por otro lado un empresario de un sector concreto de turismo me comentó lo siguiente, tras una reunión con Mascarell, poco antes del verano de 2021 “Hemos salido bastante disconformes con el concejal por que todo cuanto propusimos nosotros no entra en sus esquemas y parece ser que sólo vale lo que él propone. Para eso que no nos llamen más” no desvelaré ni al miembro del gobierno, ni diré el sector del que se trata, ni la persona para no traicionar a mi fuente de información. Es un derecho que asiste al periodista por si alguien se molesta.
En la política municipal, la más próxima al ciudadano, es tan importante la gestión si eres gobierno como las formas, maneras y empatía hacia los compañeros de consistorio como con los ciudadanos y colectivos. Vicent Mascarell, abogado de profesión, ha ostentado muchos cargos en sus más de 25 años de militancia socialista no sólo local, también ha ocupado otros cargos por ejemplo en la Diputación Provincial de València. Por ello su capacidad de gestión y azote del PP están sobradamente demostradas.
Es verdad que Mascarell fue el protagonista del fallido “Hotel Ducal” del que era su principal valedor pasando por encima de las opiniones de los vecinos de la Colonia Ducal y numerosos especialistas como el arquitecto Alberto Peñín quienes mostraron en la prensa su oposición a tal proyecto. El socio de gobierno, Compromís Més Gandia tampoco estaba de acuerdo y gestiona Urbanismo. Al final aquello quedó en nada para frustración del regidor. La empresa Infilev retiró el proyecto.
Si el verso libre sigue su proceder el Alcalde, José Manuel Prieto tiene un problema que se agrandará cuando falten seis meses para las elecciones ¿Seguirá contando con una persona que levanta suspicacias o no? tiene un buen padrino que desde la noche de los tiempos le avala y no es un cualquiera, Alfredo Boix Pastor, mano derecha del Molt Honorable, Ximo Puig. Complicado tema por resolver. Aunque en política un empujón para arriba suele resolver muchos problemas.