Bellreguard ha conseguido llevar a cabo el proyecto de restauración de la ‘Botigueta Nueva’, uno de los objetivos del actual gobierno encabezado por Àlex Ruiz como parte de la recuperación de la memoria y el patrimonio municipal. Hace pocos días se daba por concluida la primera fase de la restauración que ha devuelto el esplendor y aspecto original a uno de los pocos ejemplos de cerámica comercial que quedan en el territorio valenciano procedente de la fábrica de José María Verdejo.

Su origen data de 1925 cuando Pedro Linares Marco, un vecino del municipio, optó por estos azulejos tan representativos del arte valenciano para abrir su negocio en la calle Sant Antoni. Tal es su importancia que es este panel cerámico está declarado como Bien de Relevancia Local que reconoce la Ley de Patrimonio Valenciano. Por ello, se logró paralizar en 2018 la reforma que iba a acometerse en la fachada del edificio.

Los trabajos arrancaron hace dos años, con la redacción del proyecto y el inicio de los trámites. Pero las restauración in situ se ha acometido en apenas un par de meses, de la mano de Amelia Morant, arquitecta directora; Patricia Montoro, restauradora; la constructora Hermanos Rocher de Bellreguard; y la colaboración del ceramista Xavi Morant, nieto del fabricante que produjo los azulejos originales con gran exquisitez; entre otros profesionales. Más adelante, se acometerá una segunda fase centrada en la estructura de la fachada y que prevé, por ejemplo, la réplica de las puertas originales.

«Hemos recuperado la botigueta (de Pureta) de la niñez, testigo vivo y directo de un pueblo y del último siglo de su vida, ahora patrimonio de todas las valencianas y valencianos gracias a su protección como Bien inmueble de Relevancia Local que le otorga la Ley de Patrimonio Valenciano», explicaba el alcalde.