La pandemia del coronavirus ha cambiado sustancialmente el día a día de las personas. Eso es indiscutible y, por poner un ejemplo, las mascarillas y los geles hidroalcohólicos ya forman parte de los hábitos rutinarios. El último gran cambio del que se hablaba hacía semanas pero que se ha materializado este fin de semana, es el nuevo aspecto que tiene la playa de Gandia. Y nada como una vista área para comprobarlo.
El dron de la Policía Local de Gandia, que cada día controla el arenal para garantizar la máxima seguridad y comprobar que los bañistas respetan las normas impuestas por el Consistorio, captó estas imágenes donde las parcelas ya son habituales. Cada familia o grupo quiere asegurarse su espacio, de 16 metros cuadrados, sin preocuparse de si la sombrilla de al lado está demasiado pegada o no se guarda el 1,5 metros recomendados por las autoridades sanitarias.
Algunos han optado por el kit de seguridad elaborado por el Ayuntamiento de Gandia y que desde el día 1 se pueden adquirir en las oficinas de turismo al precio de 3 euros. Cuatro astillas y una cinta que ayudan a delimitar el espacio de 4×4 metros. Pero la mayoría ha optado por el remedio casero de toda la vida… el foso de arena. Nada como una buena pala y cuatro chancletas en las esquinas, y parcela marcada.
La Policía ha agradecido el civismo de la población, local y visitante, que en su inmensa mayoría está respetando las condiciones especiales impuestas para que todos puedan disfrutar de un verano lo más normal posible. La mayor presencia de agentes por la playa también es una tónica a la que las gente ya se está acostumbrando.