Ocho ediciones van ya del Cortoons Gandia Festival, 19 desde que Alessandro d’Urso decidió llevar a cabo este gran proyecto en su primera localización, Roma. Desde entonces el festival ha ido creciendo y evolucionando hasta lo que hoy se conoce: un gran festival internacional donde se presentan más de 2.000 cortos de 106 países diferentes y un lugar perfecto para disfrutar de tres días junto con la familia, la cultura y actividades complementarias.
- ¿Cómo llegó el Cortoons Festival a instalarse definitivamente en Gandia?
Primero porque yo decidí con mi familia mudarme a Gandia por dos motivos: me encantaba esta ciudad y quería que mi hijo de 8 años creciera en un entorno como este. La calidad de vida en Roma para un niño de 8 años no es buena comparada con la vida que puede tener en una ciudad como Gandia.
Me mudé aquí también con mi festival y fue una propuesta que presenté a la alcaldesa Diana Morant e inmediatamente me dijo que sí, le encantó. Y aquí estamos.
- ¿Cómo fueron los inicios del festival en Gandia?
Muy bien porque la gente de aquí, como de muchas otras partes, asociaba la animación con los Pokemos o con el público infantil, pero no es así. Esto no es un festival infantil, hay cosas para niños, pero los cortos que forman parte de este festival no van dirigidos a los niños.
El público de Gandia se ha acostumbrado a conocer la animación de verdad y esto me encanta.
- Desde sus inicios, el festival ha evolucionado mucho.
La diferencia entre Roma y Gandia es muy grande. En Roma era mucho más complicado porque es una ciudad muy grande donde hay miles de eventos cada día. Era un público más aficionado a los cortometrajes de animación. Sin embargo, Gandia es una ciudad familiar y el festival ha evolucionado en dirección a las necesidades del público de Gandia. Ha cambiado y ahora cuenta con más contenido para familias, para niños.
Por ejemplo, en esta edición, el sábado por la mañana tenemos un taller de plastilina para familias. Haremos unas figuras de plastilina que después los niños se llevarán a casa. Es una manera de jugar juntos con plastilina, un material que le gusta muchísimo a los niños pero que en casa no se puede utilizar muy a menudo porque se pega en todos los sitios. Entonces vamos a ensuciar el Teatro Serrano el sábado.
La evolución ha ido en ese camino, abriendo un poco más el festival al público y a las familias. Vamos a continuar evolucionado porque es un festival para el público y nosotros iremos donde ellos nos lleven.
Nosotros empezamos en Gandia con una proyección del Festival que hacíamos en Roma, con muchos más cortometrajes y menos contenidos para niños. Pero he visto que las familias se interesan mucho en este festival, sus actividades, junto con las grandes animaciones de calidad que ofrecemos.
- ¿Qué cree que le aporta Cortoons a Gandia?
Lo que aporta a Gandia es muy importante. El festival se llama Cortoons Gandia Festival y lleva el nombre de la ciudad en él. Además, este año han llegado más de 2.000 cortometrajes de 106 países del mundo y todos han apuntado sus cortos al festival de Gandia. Cada persona que inscribe su corto a un festival investiga mucho sobre él, dónde se ubica, qué se hace…
También hemos conseguido asociar el nombre de Gandia a la cultura, al cine, a la animación… Tenemos una gran parte del público que viene de fuera. Este año hemos querido potenciar esto vendiendo, por primera vez, las entradas online. Hemos puesto en marcha una plataforma de venta online donde, a diferencia de otras plataformas de venta anticipada, nosotros no cobramos comisiones por lo que las personas que adquieran la entrada diaria en la web pagarán lo mismo que las que la adquieran en taquilla, es decir, 6 €. De esta forma podemos registrar también desde dónde llega nuestra público. Hasta el momento hemos visto que se han comprado entradas desde Barcelona, Tarragona, Madrid, Murcia, Alicante, Castellón… Esto nos da la posibilidad de abrirnos a gente de fuera.
A todo esto se suma la gente que gana el festival. Los ganadores llegan de toda la parte del mundo, el año pasado uno de los ganadores fue Thomas Stellmach, un ganador de un Óscar, ni más ni menos. Él nos envió una foto con los dos Tíos de la Porra (los premios) en la mano y el Óscar de fondo, desenfocado. Fues muy emocionante.
En estos días la ciudad se llena de gente de todas partes, directores que llegan de lugares muy diferentes y repartidos por todo el mundo.
- ¿Cómo ha llegado el Cortoons Festival a tener esa proyección internacional?
Desde el principio ha sido un festival internacional porque la mayoría de los festivales de animación tienen cortometrajes en concurso, que es mucho más fácil.
Son muy pocos los festivales que se dedican solo al concurso de cortometrajes y esto ha sido importante para los productores de cortos, porque si un festival tiene largometrajes pone en concurso 30 cortos, nosotros ponemos en concurso 140. Hay muchas más posibilidades de ganar y llegar a más público.
- ¿Qué novedades presenta la XIX edición?
Las novedades de este año son, principalmente, las ventas online. También hemos confirmado el Cortoons Gaming Party, tres días de videojuegos en la Sala B del Teatro Serrano. Este año se juega en pantalla grande, una cosa que no se suele hacer. Habrá una consola conectada a la pantalla gigante y se juega desde las butacas. Las personas que compren la entrada contarán también con ocho consolas diferentes y cerca de veinte juegos. Por tres días se puede jugar a videojuegos sin parar.
Entre las personas que compren el pase de tres días del Cortoons Gaming Party, que vale 17 €, y del Cortoons Gandia Festival que vale 15 €, sorteamos una Nintendo Switch edición de Celda, una consola que todos los jóvenes quieren.
Y una novedad muy importante, por primera vez desde este año hemos adelantado la entrega de premios al sábado por la tarde. El sábado 21 a las 20:00 horas haremos la entrega de premios y, para celebrar esto, vamos a dar la posibilidad a las 20 primeras personas que se apunten a info@cortoons.es de tener una entrada gratuita para la proyección de la película de después de la entrega de premios. Además, repartiremos las camisetas que tenemos de Cortoons de ediciones anteriores hasta fin de existencias.
Hemos cambiado porque el domingo por la tarde es más complicado. Quiero que la entrega de premios tenga más éxito, es gratuita, y quiero seguir con la idea de que en mitad del festival se conozcan los ganadores.
- ¿Qué le llevó a crear este festival?
Que me gusta la animación pero, sobre todo, que me gusta trabajar con chicos de todo el mundo, con gente joven, creativa. Seguimos con las mismas ganas.
- ¿Están los cortos infravalorados?
Sin duda. Infravalorados porque no hay un mercado de cortometrajes. Las plataformas, la televisión e incluso el cine no los incorpora. Antes, en los años 40/50 cada película tenía un cortometraje al inicio pero ahora es muy complicado de ver.
Los autores de cortos ahora tienen muy pocas salidas para que sus proyectos se visibilicen, pueden enviar a festivales o subirlos a la red, pero en internet hay miles de proyectos, y lo hace muy difícil. Somos un baluarte de la promoción de los cortometrajes.
- ¿Qué es lo que más le gusta de los cortos?
La capacidad de contar una historia en un plazo muy corto de tiempo. Siempre prefiero los cortometrajes que van más allá de ser solo visuales, prefiero los que tienen una historia, y cuanto más cortos son, más interesantes me resultan. Porque contar una historia en 4 minutos es muy complicado, hay que tener talento.
- Las actividades complementarias aportan un valor especial y diferenciar al Cortoons Gandia Festival. Este año cuenta con grandes artistas como Chaoko, ItsPoli o Albaricoque.
Estas son actividades que al público le gustan mucho y enriquece el festival. Este año tenemos a Chaoko, que es una chica “loca”; Albaricoque, una artista muy importante que ha escrito muchos libros; e ItsPoli que es una chica que dibuja Pokemon, el pasado sábado estuvo en la taquilla del Cortoons Gandia Festival y en 15 minutos se creó una cola increíble de gente que quería hablar con ella.
A la gente le gusta mucho la idea de interactuar con los ponentes, las firmas e intentamos buscar en cada edición a estos artistas.
- Todos los cortometrajes del festival pasan por sus ojos. ¿Cuánto tiempo invierte en ellos?
Me veo todos y cada uno de los cortometrajes que se presentan al festival. Empiezo justo en el momento en el que se abre la convocatoria, en febrero más o menos, y hasta final de agosto que se cierra voy viendo todos los proyectos.
A final de verano tengo vistos más de mil cortometrajes, paso mucho tiempo viendo estas producciones.
- ¿Qué es lo más difícil a la hora de elegir ganador?
Yo no evalúo ningún corto, lo hace un jurado internacional. Para mí lo más difícil es elegir el jurado que decide quién gana porque hay que elegir personas que tengan en cuanta muchas cosas a la hora de calificar lo que están viendo.
El jurado debe saber que no se trata de un trabajo profesional la mayoría de las veces, hay cortos de escuelas y son trabajos de final de carrera, proyectos de chicos jóvenes que con un presupuesto de 0 € hacen un corto… Esto es importante que el jurado lo tenga en cuenta y elegir a personas que sepan apreciar todo esto es complicado.