Víctor Soler concejal electo por el Partido Popular y jefe de la oposición, en el Pleno de Investidura se dirigió a los gandienses con las siguientes palabras:
«Cada 4 años la liturgia de la democracia nos convoca al salón más importante de la ciudad, a este magnífico salón de Plenos, para renovar nuestro compromiso público con la ciudadanía.
Y ese rito cívico, que hoy volvemos a cumplimentar, se cimenta en la elección de quien dirigirá la ciudad en los próximos 4 años. Una elección que es fruto de la decisión soberana del pueblo.
Por eso, con absoluto aprecio a la democracia representativa, aceptamos y respetamos la voluntad mayoritaria de la ciudadanía. Por todo ello quiero, en nombre del Grupo Municipal Popular, darle la enhorabuena al PSOE y a su candidata, la señora Diana Morant, desde hoy ya Alcaldesa de Gandia para los próximos cuatro años y desearle lo mejor, porque su éxito será el éxito colectivo de la ciudad, y nada debe unirnos más que el amor infinito por mejorar la calidad de vida de todos nuestros conciudadanos.
En el grupo que me honra liderar, y en mí mismo, encontrará la mano tendida y la lealtad colectiva en todos aquellos proyectos que sean buenos para la ciudad. Y con la misma seguridad le digo, que ejerceremos una oposición firme, responsable y honesta con nuestros principios y con nuestro proyecto político, pero sobre todo fiel con los intereses generales de Gandia. Será una oposición dura si así lo requiere el momento, fiscalizadora de todas las actuaciones de su gobierno, porque no permitiremos que el interés particular o partidista pervierta la buena política.
Pero también será una oposición siempre propositiva. Denunciaremos el problema y a colación aportaremos la solución; no concibo otra forma de hacer política que la aspiración máxima del bien común, del noble servicio público.
Quiero agradecer profundamente a los 10.741 gandienses que confiaron en la propuesta del Partido Popular, les digo, les prometo que no les vamos a defraudar. Su aliento es nuestro combustible para seguir trabajando durante los próximos 4años. A ellos nos debemos y a ellos entregamos nuestra tarea diaria. Pero también a los que votaron otras opciones de centro derecha, a los que no ejercieron su derecho al voto, o, incluso, a los que votaron por los partidos que han firmado el pacto de gobierno. A todos ellos me dirijo, para expresarles nuestro compromiso público, que se inicia hoy mismo, para que nos hagamos merecedores de su confianza durante los próximos cuatro años.
Y quiero aprovechar para agradecer a los compañeros que no han continuado como concejales su entrega y servicio público a la ciudad durante estos años. Han arado un terreno fértil que nos comprometemos a seguir trabajando. También dar la enhorabuena a todos los compañeros de corporación, a los que renuevan su compromiso público y a los que se estrenan como concejales, no hay mayor honor para un ciudadano que poder representar a sus conciudadanos.
El inicio de la presente legislatura es, en cierto modo, para el grupo que represento, el fin de un viaje y el inicio esperanzador de una nueva etapa. Somos una nueva generación con ganas de hacer nueva y buena política. Estamos convencidos de que desde la oposición también se puede mejorar Gandia. Y en ese reto nos reconocemos los que nos enamoramos diariamente de nuestra ciudad, porque es un honor poder trabajar por ella. Quiero aprovechar además, para agradecer el apoyo unánime que he tenido y tengo de mis compañeros de grupo municipal.
Estoy, tremendamente orgulloso y honrado de poder dar la cara por todos ellos en los próximos cuatro años. El proyecto que defiendo, en el que creo, es un proyecto de mayorías, de amplia base social, que quiere hacer de la moderación y la centralidad los ejes vectores de la actuación en la esfera pública. Por eso, no creo en ejecutivos que solo gobiernan para sus votantes, sino en gobiernos y alcaldes que gobiernan para todos los ciudadanos, incluidos los que no les han votado.
Señora Morant, usted se hereda a sí misma. Se le acabó la manida excusa, reiterada hasta la saciedad, de que todos los problemas eran culpa del PP. Ahora, es cuando de verdad debe gestionar las soluciones de los problemas reales de nuestros vecinos. Gandia reclama un gobierno que no haga del pasado su único relato existencial, que deje de mirar atrás y que empiece a ofrecer certezas de presente y convicciones de futuro. Ya lo advirtió el estadista sir Winston Churchill refiriéndose a que: “de lo que estoy absolutamente seguro es de que, si comenzamos una discusión entre el pasado y el presente , descubriremos que hemos perdido el futuro”. Por eso necesitamos un gobierno que sitúe a Gandia en el siglo XXI y no nos haga perder ese futuro de anhelos colectivos.
Y esta ciudad tiene retos inaplazables. Hemos perdido 4 años para resolver cuestiones que tienen estancado el futuro más inmediato de Gandia. Tenemos 6.329 parados, vecinos que quieren trabajar y no pueden; esa es la mejor política social que puede desarrollar una administración, generar oportunidades laborales.
Por eso es necesario reactivar nuestros sectores productivos, especialmente el comercio y el turismo, unido a la tabla de salvación que puede suponer impulsar la actividad industrial asociada a la innovación y al conocimiento.
La planificación urbana, con una perentoria reforma del Plan General de Ordenación Urbano, la finalización del sector Sancho Llop con el futuro crecimiento de la ciudad hacia el sur. La simplificación de la burocracia y los trámites administrativos que supondrían palanca de impulso para la economía local.
La inaplazable reforma de los centros educativos. La obsolescencia de las instalaciones deportivas. La premura de volver a tener nuestra ciudad con las calles limpias, sin clasificar los barrios en primera o segunda categoría. Una mayor presencia policial en las calles y, por supuesto, la obligatoriedad moral de bajar los impuestos a todos nuestros vecinos. Ellos no tienen porque pagar por la mala gestión de los malos gobiernos. Además, apremia resolver el problema de vivienda para los más jóvenes y abordar, con las competencias de las que dispone la administración local, la urgencia del cambio climático.
Y necesitamos un gobierno reivindicativo frente al déficit histórico de infraestructuras que padece nuestra ciudad. Yo les requiero a abandonar el servilismo y la sumisión frente a Valencia y Madrid, para ejercer de auténticos representantes del pueblo gandiense y pedir, tanto a Ximo Puig, como a Pedro Sánchez las infraestructuras que son de justicia para Gandia. Porque de lo contrario, seguirán actuando más como concejales del PSOE y Compromis que como defensores de los intereses de los gandienses.
Fíjense qué agenda pública desbordada de necesidades tienen por delante por no haber gestionado bien en los últimos cuatro años. De todo esto es de lo que tenían que haber hablado durante estos días de encuentros entre PSOE y Compromis.
Porque ha dado la sensación que ha sido un pacto que solo ha servido para repartir cargos y sillones y no un pacto valiente para resolver todas las cuestiones que les acabo de plantear. Mucho me temo que el Pacto del Serpis, puede acabar mutando en el Pacto del Desastre.
Porque, señora Morant, no se entiende que pudiendo haber gobernado con sus 11 concejales, optando por la centralidad, y con el apoyo puntual de los 9 concejales populares para sacar adelante los proyectos importantes de la ciudad, usted haya preferido alejarse de la moderación para dar entrada al gobierno a la izquierda más extrema y populista, usted que tanto ha criticado la radicalidad y los extremismos durante la campaña electoral. Como señalaba Aristóteles en su obra Política, no le estoy pidiendo un gobierno perfecto, solo le pido un gobierno práctico.
También le digo, si me lo permite, que si de verdad quiere cambiar las formas, que si de verdad quiere construir una Gandia para todos, desde la pluralidad, deje que el grupo municipal popular esté presente en la Junta de Gobierno, sin voto, pero con voz.
Con voz para defender las posturas centradas y moderadas que requiere esta ciudad. Esa voz a la que nos urgía Machado, cuando nos decía: “para dialogar, preguntad primero; después …escuchad”. Sepa escuchar alcaldesa, sepa escuchar, sobre todo las opiniones de los que no piensan como usted. Recuperemos a Ortega y Gasset cuando acertadamente decía que “hay tantas realidades como puntos de vista”.
Observe también esas realidades, porque enriquecerá su campo de visión y será beneficioso para la ciudad. Y permítanme reclamar el sosiego necesario para el debate y el dialogo fértil con el fin de poder expresar la sana pluralidad política e ideológica. Porque me reconozco entre los vecinos que están cansados de las batallas diarias entre los políticos. En ese sentido, creo que la campaña electoral que hemos vivido ha sido la de menor crispación de las ultimas celebradas en Gandia, y es ese modelo, donde cada uno defiende sus propuestas políticas con respeto y tolerancia, al que debemos aspirar en el marco de la actual legislatura que hoy comienza.
Por todo ello, desde hoy, este grupo municipal, este partido, se convierte porque así lo ha querido la ciudadanía y por necesaria higiene democrática en la única alternativa al gobierno de izquierdas y nacionalista que alumbra el pleno de hoy.
Es mucha la responsabilidad, porque vamos a ser la esperanza de aquellos que sueñan con una Gandia más prospera, más centrada, y con oportunidades para todos.
Tenemos 4 años por delante para darle la vuelta al marcador. A algunos les parecerá un reto hercúleo, es posible que lo sea, pero a coraje, ilusión y trabajo, no nos gana nadie.
Lo cantó de forma mucho más poética el cantante, poeta y premio Príncipe de Asturias, mi admirado Leonard Cohen, en su canción Anthem, de la que me permito extraer unos versos:
“Toca las campanas que aún pueden sonar
Olvida tu ofrenda perfecta
Hay una grieta, una grieta en todo
Así es como entra la luz”
Incluso en las paredes más gruesas, en las construcciones mas férreas, hay una grieta, una pequeña grieta por la que entra la luz. Esa luz la representa el PP, hoy una luz taimada, en cuatro años un rayo cegador.
O si lo prefieren, y finalizo ya, aportando más épica al mensaje, vuelvo a Winston Churchill, cuando esculpió aquello de: “El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar”. Y nosotros, continuamos.
Muchas gracias.