Viajes Gandia: de los autobuses al Bairen a las cabañas sobre el mar de Australia

Décadas de vacaciones de cientos de familias comparten el mismo sello. Aunque nació con una vocación muy concreta, pronto se adaptó a la creciente demanda turística y llegó a convertirse en uno de los referentes del turismo con nombre local. Viajes Gandia nació de la mano de un grupo de empresarios de la ciudad para dar servicio a los clientes que se alojaban en el hotel Bairen, construido a finales de la década de los 50 del siglo XX. ‘Casimiro, el de la Tasa’ y ‘Boronat, el de los Aceites’ contrataron a Manuel García del Pino para potenciar la playa de Gandia y uno de sus primeros hoteles referencia. Coches de alquiler, excursiones, viajes de la playa a la ciudad… Era la oferta que cubría la incipiente empresa.

 

 

Y en su despegue, incorporaron también al proyecto a Rafael Miret. Y pensó: “A mis dos hijas les gusta esta actividad y sería para ellas una buena salida laboral”. Y bien que acertó. Una de ellas, Amparo, recuerda: “Yo quería ser pintora y mi hermana abogada. Íbamos hacia ese camino, pero se cruzó este negocio y aquí estoy”. Y se cruzó bien pronto. “A los 8 años ya trabajaba de botones en el hotel Bairen y a los 14 me subí a un autobús de guía turística hablando en inglés (risas). No sé cómo lo hice, pero llevé a unos turistas ingleses a Denia. Ahí estaba yo”. Su padre que tenía una ‘mentalidad de las de antes’, y durante el verano había que trabajar.

 

 

La sociedad original acabó disolviéndose y Miret optó por mantener la empresa y el nombre. Era enero 1967. “Con mucha visión de futuro, contrató a un profesor particular de inglés y años después, nos envió a mi hermana Dolores y a mí a Valencia a estudiar la carrera superior de turismo, porque –y lo destaca con orgullo- eso sí lo tuvo, considerar que la mujer tenía la misma capacidad que un hombre”. A pesar de ello, Amparo llegó a sacarse el carnet de conducir en Valencia sin el permiso de su padre, ya que “a pesar de ser muy moderno en unas cosas, en otras era algo más retrógrado”.

 

[Img #19919]

Viajes Gandia continúa su trayectoria y ambas hermanas se van introduciendo poco a poco en su engranaje, cada una con un rol muy determinado. Esa es la clave de que una empresa familiar funcione. “Mi hermana llevaba la parte económica y yo siempre he sido la comercial. Con los años mi padre se fue retirando y dejando en nuestras manos las decisiones importantes, así que la transición no fue traumática, fue todo muy natural cuando él se jubiló”.

 

 

CAMBIOS

 

Como todas las empresas que suman más de 50 años, su historia se ha ido adecuando a los nuevos tiempos para seguir a flote. En sus comienzos, Viajes Gandia trabajaba con autobuses. La planificación de los viajes se hacían con fichas manuales, “en diferentes cuadrículas poníamos las salidas y llegadas, las estancias en los hoteles, las excursiones… Y fue progresando. Pero llegaron las líneas de bajo coste. Los compañeros del ramo “decían que ellos no venderían esos productos, pero ahora los utilizamos todos. Creo que la base para que un negocio perdure es el amor que le tienes y el tiempo que le dedicas. Necesitas hacerlo crecer en la línea correcta, y priorizando al cliente en todo, buscando también los precios más económicos aunque eso suponga que tú vas a ganar menos”.

 

 

Siempre que se producen cambios se generan incertidumbres y dudas “pero nuestro objetivo es que el cliente regrese y lo haga satisfecho”. Con los nuevos tiempos ya no sólo cuentan con ese cliente fiel, conocido, que vuelve porque le atendieron bien o porque alguien lo recomendó. “Ahora, -explica Amparo-, tenemos clientes que pueden estar en Murcia o en Bilbao… que no conocemos. Estar en Gandia hoy no es impedimento para no vender. Internet es la nueva herramienta. Y la gente busca los mejores precios, las gangas, pero no siempre salen bien y tienen que reclamar a un 902, que al final no les van a devolver el dinero. Esa es nuestra gran diferencia. Nosotros generamos confianza y los clientes saben que si tienen un problema, nuestra empresa les va dar una rápida solución. Quizá es la clave de por qué seguimos existiendo”.

 

 

Situaciones excpecionales como la pandemia mundial de la Covid supuso todo un reto, un desafío que ha puesto en la cuerda floja a miles de negocios. No son pocos los que, de hechos, se han quedado por el camino. En su caso, “solucionamos muchísimos problemas, devoluciones de pasajes, reservas de hoteles, de excursiones que no se podían realizar porque todo se paralizó. Nosotros seguimos trabajando desde casa y ese trato, esa atención personalizada, es lo que nos permite a las pequeñas empresas gandienses competir con las grandes firmas internacionales. La calidad y los servicios es importantísimo”.

 

 

ANÉCDOTAS

 

Muchas, en más de 50 años, y muchas relacionadas con clásicas actitudes machistas. “Un hombre podía cobrar 3.000 pesetas, y como ellos ya cobraban por su trabajo, nuestro sueldo era ‘una ayuda’ de 900 pesetas, aunque hiciéramos el mismo o más trabajo que ellos. Pero no callaban y “finalmente, mi padre reconocía que ‘sus chicas’ eran las más valientes”.

 

[Img #19918]

También recuerda haber organizado viajes muy especiales, como el de unos clientes que viajaron a Australia con una estadía en cabañas encantadoras sobre el mar, o por ejemplo un viaje a Canadá con tres destinos que acababa en un crucero por Alaska. De Gandia también han salido aventureros que han hecho la fmaosa Ruta 66 americana “y se lo organizamos todo al milímetro, con coches y caravanas. Hemos vendido cruceros exclusivos con su propio mayordomo. Eso existe y sigue existiendo y a la gente le gusta que podamos hacer realidad sus sueños”. Sean del tipo que sea, o del precio que cuesten.

 

 

 

NUEVOS TIEMPOS

 

Pero los avances son imparables y la competencia cada vez más fuerte. Y la renovación ha de ser constante. Y ellas lo saben. “Ahora estamos ultimando nuestra propia página web donde hemos seleccionado proveedores de calidad, donde si se presenta un problema lo podemos resolver. Tendremos nuestro whatsapp de asistencia para atender a nuestros clientes las 24 horas del día”.

[Img #19922]

 

 

Aquella empresa que comenzó su padre con una empleada, Marisa, hoy da trabajo a 14 mujeres. “Desde entonces hemos estado mujeres al frente de la empresa y sabemos lo que es conciliar la vida laboral con la personal, por eso siempre le hemos dado facilidades a nuestras empleadas para que elijan turnos o vacaciones o espacios para asuntos relacionados con sus hijos”. Eso también marca una gran diferencia en la gestión empresarial.

 

 

PRODUCTOS ADAPTADOS A LA COVID

 

Las restricciones impuestas por la pandemia han obligado a agudizar el ingenio “y ahora organizamos rutas por la Comunidad Valenciana. Y la gente vuelve muy contenta, porque es que estamos redescubriendo lugares maravillosos aquí cerca. Los bonos turísticos que sacó la Generalitat Valenciana con una bonificación del 70% han sido un éxito y nadie apostaba por ellos”.

 

 

Este es otro ejemplo más de cómo una empresa de Gandia que, a pesar de las dificultades, sigue apostando por la comarca, por la proximidad y por el trato personalizado. Ahora, ya con la tercera generación incorporada. “Una nueva generación que está mucho más preparada que mi padre y de lo que estuvimos mi hermana y yo. Son ADE, saben vender un viaje, hacer un balance o controlar un asesor. La tercera generación en estas empresas vienen muy cualificadas”.

ÚLTIMAS NOTICIAS

NOTICIAS DESTACADAS

La Casa de la Cultura de Gandia se llena para la presentación de la Cursa de la Dona 2025

La Casa de la Cultura de Gandia, con un salón repleto, acogió el jueves...

Dispositivo especial de limpieza en Gandia para unas Fallas sostenibles y ordenadas

Con el objetivo de garantizar una ciudad limpia durante y después de las Fallas,...

Les Falles de Gandia impulsen un estudi pioner sobre l’impacte de la festa a la ciutat

La Federació de Falles de Gandia i la Càtedra Joan Noguera de la Universitat...