Los datos del paro del mes de marzo ya muestras las primeras consecuencias en el ámbito laboral de la pandemia del Covid-19, especialmente duras en las poblaciones de la Safor, donde se suspendieron las Fallas y ahora también la Semana Santa, con el consiguiente golpe al sector servicios, fundamental en la economía local. Es habitual en esta época que cientos de trabajadores se reincorporen al mercado laboral, sin embargo este año, el Estado de alarma decretado el 14 de marzo lo ha hecho imposible y las consecuencias resultan evidentes.
Según las cifras publicadas por el SERVEF, el paro registrado en el mes de marzo de 2020 en la Safor, se ha situado en 14.129 personas, es decir, 1.193 parados más que en el mes de febrero, si bien los datos anuales indican que en este mes 1.029 parados menos que el mismo periodo de 2019. Resulta significativo que el empleo femenino haya resistido mucho mejor que el masculino, dado que las actividades esenciales como son las vinculadas a los cuidados, alimentación y en general los servicios a la sociedad, tienen una amplia presencia laboral de las mujeres.
En cuanto a la contratación, se han registrado 4.727 contratos en marzo 2020, un 22’01% de disminución respecto al mismo mes de hace un año. Por géneros, el 46’35% han sido a mujeres y el 53’65%, hombres. La contratación indefinida mensual es de 562 contratos y la temporal es de 4.165 contratos lo que significa un 11’89 % en indefinidos y la temporal un 88’11%. Los contratos han sido tanto en los temporales como en los indefinidos, un 67’70 % a jornada completa y un 32’30% a tiempo parcial.
Para Raül Roselló, Secretario Intercomarcal de UGT-PV, estos datos reflejan la finalización de los contratos temporales y los empleos perdidos por despidos, individuales o colectivos, lo que constata que muchos empresarios han optado por ajustar las plantillas de la manera más lesiva, en lugar de utilizar otros elementos de flexibilidad y, en concreto, los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs). Todo ello, a pesar del acuerdo de los agentes sociales y el real decreto del Gobierno para facilitar y agilizar su uso. Para estos trabajadores y trabajadoras, la decisión del Ejecutivo de dificultar los despidos, como reclamaba UGT, ha llegado tarde.
La elevada temporalidad injustificada y el abuso sistemático de la figura de los contratos de “obra y servicio” o “eventuales por circunstancias de producción”, como denuncia UGT constantemente, han vuelto a facilitar la destrucción masiva de empleo, con una velocidad e intensidad incluso mayor que en la crisis de 2008.
Para Roselló, la pérdida de empleo debe ser temporal y recuperarse una vez arranque la economía. A esto obedecen las distintas medidas aprobadas por el Gobierno, entre ellas la prohibición de despedir, agilizar las suspensiones temporales de empleo o reforzar la protección por desempleo.
MEDIDAS INSUFICIENTES
Pero, a pesar de la progresiva extensión de la protección que se ha venido realizando en las diferentes normas aprobadas y que se trata del mayor esfuerzo de protección social de la historia de España, la cobertura otorgada para esta situación tan dramática sigue siendo insuficiente.
Siguen estando desprotegidos colectivos muy importantes, y en especial las personas desempleadas (muchos de ellos parados de larga duración) que han agotado o van a agotar la prestación o subsidio. O quienes sean despedidas con contrato indefinido y no hayan cotizado el tiempo suficiente para obtener prestación. Además, la cuantía y duración de algunas prestaciones extraordinarias aprobadas “son muy insuficientes. Sin olvidar a quienes trabajaban en la economía sumergida. Situación que especialmente gravosa si tenemos en cuenta el obligado confinamiento”.
Pese a ello, desde la UGT comarcal “pensamos que debemos huir de tremendismos ya que nuestro tejido económico tiene sólidas posibilidades de recuperación si tomamos las medidas adecuadas para acortar la crisis y no dejar a nadie atrás”. Desde UGT “reclamamos que todo el tejido empresarial contribuya responsablemente a la recuperación del empleo tan pronto como sea posible, absteniéndose de alargar innecesariamente los ERTEs y recuperando las plantillas. Reclamamos igualmente que todas las administraciones, incluidos los municipios, contribuyan a la recuperación de la confianza, reorientando sus presupuestos hacia el estímulo del tejido económico y laboral y la priorización del apoyo a los colectivos con mayores dificultades”.
EL PP RECUERDA SU ‘PLAN ACTIVA’ DE LA ECONOMÍA
Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Gandia, Víctor Soler, ha destacado que, «no por esperados, estos resultados dejan de ser menos desoladores porque supone que hay más familias de Gandia que ven afectados sus ingresos económicos. Soler ha recordado que hace unos días, su grupo municipal ya presentó a la alcaldesa, Diana Morant, el Plan Activa Gandia, un «ambicioso paquete de medidas de reactivación de nuestra economía. Es más necesario que nunca para reactivar la economía local y mantener los puestos de trabajo, especialmente, aquellas ayudas a autónomos y pymes para garantizarles liquidez».