La declaración del estado de alarma y el confinamiento obligado de la población durante, al menos, 15 días está despertando también la versión más solidaria de las personas. No es extraño, suele ocurrir que las peores circunstancias hacen aflorar la mejor versión de todos, o de la mayoría.
Apenas unos días después de aplicarse las medidas restrictivas, colectivos sociales de muchos municipios se están movilizando para aportar, en la medida de sus posibilidad, a los que más ayuda necesitan. También particulares, personas anónimas que no han duda en colaborar con las iniciativas que se están poniendo en marcha, enfocadas, especialmente, a las personas más dependientes y mayores, o las familias con menos recursos.
Así, algunas comunidades de vecinos, cada día se suman otras nuevas, cuelgan carteles en los portales en los que se ofrecen, por ejemplo, a hacer la compra o ir a la farmacia. A veces, pequeños gestos bastan para hacer el mejor de los regalos: “Nuestra vecina tiene una terracita pequeña, a la que se accede por la escalera. Le he pedido que nos dejara subir con los niños, y no ha dudado. Así que hemos podido pasar la tarde, merendar fuera y tomar un poco el sol”, cuenta María Miñana.
El colectivo Ca Saforaui también ha pedido colaboración para aumentar la recaudación de donaciones al Banco de Alimentos y poder repartirlos. “Nosotras no podemos ir a comprar y menos de forma compulsiva», «No nos queda otra que recurrir al banco de alimentos que nos ayudan de forma desinteresada y asumiendo el riego». Mensajes como este reciben en la asociación, que se ha puesto manos a la obra: “No podemos dejar de lado a las familias más necesitadas del banco de alimentos. Por el respeto y el soporte mutuo. El barrio nunca abandona al barrio”.
Cáritas también hizo un llamamiento a los restaurantes de la zona para que donaran los alimentos perecederos. Parsifal fue el primero en contestar y además se ofrecio a elaborar los menús de toda la semana en el CAI.
Algunas empresas y ciudadanos chinos también han donado a la Policía Local manterial protector, cajas de mascarillas y geles hidroalcohólicos.
Un día, miles de vecinos y venias salieron a sus balcones a rendir su particular homenaje a todo el personal sanitario valenciano que se está dejando la piel en los hospitales. El acto, que ya se han instaurado en las agendas de todo el mundo, volverá a repetirse esta tarde a las 20 horas, aunque cada día añade historias nuevas, música, canciones, gritos y hasta bailes. Las cdonvocatorias se multiplican. La del jueves parte de las bandas de música de toda la Comunitat para entonar el Paquito el Chocolatero, su particuloar homenaje a Sant Josep. Y el Viernes, a las 12 horas, jornada para niños y niñas. Para todos los gustos.
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