El PP de Gandia parece dispuesto a repetir sus mayores días de gloria, es decir, a partirse la cara internamente para imponer un candidato a las elecciones locales.
Y, como acostumbra a hacerlo en las últimas décadas, con abstracción completa de las formas democráticas y procedimientos internos sin participación ninguna de la militancia.
Ahora, ya sin tapujos, la lucha está planteada entre su actual presidente local, Víctor Soler, y el delfín y alter ego de Arturo Torró, Guillermo Barber.
La intervención del único cuerpo colegiado del PP de Gandia, el comité electoral, ha sido en vano, por la sencilla razón de que sus miembros se han declarado incapaces de emitir un dictamen acerca de quién debería ser el candidato idóneo para encabezar la lista a las elecciones municipales.
De manera que se ha lavado las manos en virtud de lo cual deja que la decisión la adopte el comité presidido por Isabel Bonig, Secretaria General del PP valenciano.
Esto demuestra hasta donde está dividido el partido en Gandia, o el temor que se siente ante las presiones que el ex Alcalde de Gandia y ex Presidente de los populares, Arturo Torró, está ejerciendo para lograr que Barber sea ungido candidato.
A tal punto llega la kafkiana situación, que hay quien asegura que Bonig no supo que hacer tras reunir en su despacho a Soler, Barber y Torró el pasado jueves, donde el enfrentamiento dialéctico (por decir algo) fue de proporciones.
Foro Gandia
De hecho, la división está servida sino se aceptan los designios de Torró quien al parecer, dejó caer ante Bonig la amenaza de crear otro partido en Gandia si el candidato no resultara Barber.
Esa escisión llevaría el nombre de Foro Gandia, llegó a afirmar Torró, quien se sumaría así a las tantas habidas en el partido cada vez que el comité valenciano ha interferido en los asuntos de la capital de la Safor.
A todo esto, nadie se explica qué hace Torró negociando una candidatura para su pupilo, toda vez que él mismo fue definitivamente defenestrado por Bonig, a comienzos de la legislatura actual, cuando se descubrieron algunas historias de su dudoso proceder político y empresarial, que aún lo mantienen imputado en varias causas judiciales.
La única explicación plausible es que la Presidenta del partido, en su actual debilidad estructural, no quiera arriesgarse a perder de entrada una plaza que, como la capital de la Safor, se hundiría en expectativas electorales antes siquiera de acudir a los comicios.
Hay otras explicaciones, pero esas pertenecen al ámbito de las especulaciones más arriesgadas y sombrías.
Que la guerra está abierta en varios frentes ya no es un secreto para nadie, ni siquiera que otros probables candidatos “de consenso”, yacen desaparecidos de los cálculos políticos. Es el caso del ex Delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana y ex Conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, muy alejado del estilo navajero de Torró y los suyos, o de Vicent Gregori, concejal actualmente próximo a Soler y a la ex destacada dirigente Carla Ripoll.
Lo bien cierto es que buena parte de la dirigencia local del PP ha amenazado con abandonar sus cargos si finalmente se consuma la maniobra de Torró y Barber. Y es que el primero ya no cuenta con algo que lo hizo infalible entre los afiliados y simpatizantes: su capacidad de influir a través de dádivas, reales o supuestas, provenientes de su capacidad financiera.
Para nadie es un secreto que Torró lo que intenta es colorear a un hombre como Barber, para poder retirar al ayuntamiento como parte acusadora de las varias demandas que tiene planteadas por administración irregular de los bienes públicos.
“Consenso”
En este panorama han irrumpido también los mensajes a través de redes sociales y cartas de dudosa autenticidad enviadas a los medios de comunicación.
El documento más llamativo es un escrito digno de mejor destino, que se ha hecho circular por whatsapp entre afiliados y dirigentes del PP de Gandia y Valencia, que resulta un panegírico de Guillermo Barber, y que, curiosamente, sus autores desconocidos han titulado “Consenso”, con la evidente intención de salvar a su candidato.
Eso sí, “olvidando” sus desastres de gestión, y su sumisión absoluta a los designios de Torró.
El “documento” parte de un correo electrónico, apócrifo: “porgandia@gmail.com”. Es decir, en la mejor tradición de Arturo Torró y su gente, hace pocas semanas desenmascarado tras un supuesto medio de comunicación falso.
Esta vez piden consenso, señal que mal van las cosas.
Por su interés como curiosidad y anomalía política, este es el escrito de referencia.