Aunque el Covid 19 afecta, fundamentalmente, a los pulmones, provocando falta de oxígeno que es la causa principal de ingreso en la UCI, con intubación y respiración mecánica, este virus puede afectar otros órganos, mostrando una diversidad de síntomas y manifestaciones. El Covid 19 puede mostrar muchas caras, desde ser asintomáticos a ser muy graves y evolucionar de manera muy distinta.
Una reciente publicación en la Revista “Journal of Clínical Medicine”, publicado por médicos internistas de toda España a partir de datos obtenidos de 12.066 pacientes hospitalizados por causa del Covid 19, se han clasificado en cuatro grupos de pacientes según los síntomas al llegar a urgencias.
El peor grupo de pacientes son aquellos que llegan con fiebre, tos, y dificultad respiratoria y son los mayores candidatos a terminar en UCI y los de mayor mortalidad.
El segundo grupo en gravedad son aquellos enfermos que acuden con dolor abdominal, diarrea y vómitos, siendo el segundo grupo en tasas de mortalidad.
Un tercer grupo lo forman aquellos pacientes con dolor articular, cefalea, dolor de garganta, que presentan menor mortalidad.
Por último, el grupo menos grave, presentan pérdida de olfato y gusto. El Hospital Francesc de Borja ha participado en el estudio.
El Covid 19 tiene un período de incubación de 4 a 10 días desde la exposición al virus, desde la persona portadora, llegando por micro gotas (2 metros), en forma de spray, que queda en el ambiente y si son lugares cerrados, no ventilados y con largas exposiciones. A partir del quinto día, empiezan los síntomas, aunque el 80% son asintomáticos, pero transmiten la infección y el 20% presentan síntomas de los ya enumerados.
Uno de los órganos que se pueden afectar es el corazón que influirá mucho en la evolución. Afectará tanto a los ya cardiópatas como a los de un corazón sano. La Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) afirman que cualquier infección produce una sobrecarga cardíaca y si hay una cardiopatía previa peor, fallando su función y provocando un acumulo de líquidos en los pulmones que aumentan la dificultad respiratoria, empeorando, como bien dice el Dr. Juan Cosin Aguilar, Presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la SEC.
Aparte de esta sobrecarga, también puede producirse daño directo infeccioso e inflamación del miocardio, provocando la miocarditis, que empeorará más el cuadro clínico.
Pero el ser cardiópata no aumenta el riesgo de infección, aumenta el riesgo de mala evolución. La Revista “The Lancet” en un estudio recientemente publicado, concluye que es la edad avanzada el factor que más se relaciona con el pronóstico fatal, siendo los hipertensos, diabéticos, y cardiópatas pacientes de riesgo, aunque menos que la edad.
En cuanto a la edad y siguiendo estudios chinos los mayores de 85 años tienen una mortalidad del 10 al 27%. Entre 65 y 84 años es de 3 a 11 %. De 55 a 64 años mortalidad del 1 al 4 % y del 1% de 54 hacia abajo. Pero son datos chinos y hay que tonarlos con muchas reservas, por optimistas.
El problema de la pandemia COVID 19 la vamos conociendo pero falta mucho por saber. El comportamiento del virus, la fatiga de tratamientos específicos aparte de las vacunas que parace que ya están ahí. Debemos ir delante del virus, pero de momento, va él delante de nosotros.
Precaución. Seguir los protocolos. Mascarillas, lavado de manos, mantener distancias. Ventilación. Evitar acumulaciones y paciencia que se solucionará. Respetar a la gente vulnerable y para ello, respetarnos nosotros.