La vicealcaldesa de Oliva admite que en pandemia, «fue muy duro ver el sacrificio de nuestros mayores»
Con la firme convicción que la política es un instrumento para mejorar las cosas, Ana Morell Gómez entró en el Ayuntamiento de Oliva como Secretaria del Grupo Político Municipal del PSOE en 2007. Licenciada en Ciencias Químicas, dejó su trabajo de técnica de Control de Calidad para formar parte del gobierno. El gusanillo por el mundo de la política le viene de familia, de unos padres que siempre defendieron los ideales de izquierdas. Su padre fue responsable del periódico del Movimiento Obrero «y siempre ha luchado por conseguir derechos para los trabajadores”.
En 2018 fue escogida secretaria general del PSPV de Oliva y en las elecciones de 2019 obtuvo la vicealcadía del Ayuntamiento tras un pacto in extremis con el cabeza de lista de Compromís, David González, para desbancar a Projecte Oliva, un acuerdo que ella misma califica de «nada fácil» y que se firmó siguiendo las directrices de sus ‘superiores’ en base al Pacte del Botànic. Además, asumió las concejalías de Hacienda, Contratación y Patrimonio y Gent Gran.
Casi en el ecuador de la legislatura, Morell reconoce que el gobierno compartido ha tenido momentos muy complicados por las circunstancias personales que vivía. “Cuando decidí liderar este proyecto socialista lo hacía bajo la convicción de que representaba a un grupo de trabajo preparado para gobernar, con ideas de cambio para conseguir que Oliva sea una ciudad mejor. Dolía tener que llegar a un pacto, con una situación personal complicada, pero intenté que no condicionara el trabajo de equipo. Pero fue la mejor decisión, y desde el minuto cero hemos trabajado conjuntamente. Tanto Compromís como el PSOE hemos sido capaces de dejar en un rincón las diferencias y la situación personal de cada uno”.
Uno de los grandes escollos fueron las demandas interpuestas por la concesión de las licencias de obras solicitadas por su marido para rehabilitar una casa en el casco antiguo de la ciudad. Un recorrido largo por los tribunales que se remonta a 2015, justo coincidiendo con la celebración de las elecciones, y que suma ya cuatro sentencias favorables para la vicealcaldesa. Una de ellas, anulaba el decreto del 8 de febrero de 2019 por el cual el alcalde, David González, retiró la licencia concedida a Juan Ramón Canet en 2014, evidenciando así que la ejecución de las obras fue legal.
Con cada uno de esos cuatro fallos, «me he ido sintiendo mejor, la justicia me ha dado la razón. Creo que el tiempo pone las cosas en su sitio” y lo que queda después, es «seguir trabajando para conseguir un beneficio para la ciudad».
– ¿Fue una persecución política?
– Tengo claro que esa situación se dio porque era la líder política del PSOE. Por eso siempre digo que debe haber líneas rojas. Nunca consentiré que la política sea un instrumento para atacar al contrincante. Pero esto me da la fortaleza para pensar que no todos hacemos política de la misma forma.
– ¿Tuvo apoyos durante todo el proceso?
– Me sentí muy arropada por mi partido, a nivel local, comarcal, y también a nivel provincial y nacional. Siempre tuve el respaldo del partido, ellos han sido sabedores de la situación y tenían claro la situación porque les facilité todo el expediente.
– Después de esta tensa situación con sus socios de gobierno, ¿por qué momento pasa el pacto?
– La pandemia sanitaria nos han llevado a tener una mejor relación de trabajo. Nadie pensaba lo que iba a pasar e íbamos a sufrir pero estas circunstancias tan duras nos han obligado a anteponer el sentido de la responsabilidad para salvar una crisis sanitaria. No podíamos parar, había que luchar por salvar vidas y continuar invirtiendo nuestro esfuerzo para avanzar. Hemos sabido equilibrar la grave situación sanitaria y no parar las inversiones.
– Oliva ha vivido momentos muy duros durante la pandemia, ¿cómo lo gestionó?
– Creo que todos sentimos angustia. Con mi compañero, Miguel Monzonís que es el Concejal de Sanidad, planificamos mucho, pero luego vimo tras las fiestas de Navidad, la mala progresión de la pandemia y cómo se disparaban los contagios de coronavirus. Nos sentamos con el coordinador del Centro de Salud para analizar la situación y nos pusimos en contacto con la Consellera de Sanidad para poder restringir la movilidad dentro de la ciudad, porque con medidas locales era imposible parar estas cifras.
Oliva llegó a tener una Incidencia Acumulada de más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes y el 5 de enero, la Generalitat decretó el cierre perimetral de la ciudad.
-¿Cuál fue el momento más duro?
– Fueron muchos. Pero cuando fui a una de las Residencias de Mayores, y vi a más de 100 residentes encerrados en sus habitaciones, sin ningún contacto humano, sin televisores, que llevaban más de dos meses sin usar los espacios comunes,… Fue muy duro ver el sacrificio de nuestros mayores.
PROYECTOS DE CIUDAD
– ¿En qué trabaja ahora el Ayuntamiento?
– Este mes aprobamos una modificación presupuestaria para utilizar 5 millones del superávit que tiene el Ayuntamiento de Oliva para invertirlos en mejoras de caminos agrícolas y espacios públicos. Crearemos espacios biosaludables para las personas mayores en el sector 15, ejecutaremos también las partes del Paseo que no se desarrollaron (delante del Colegio Lluís Vives), mejoraremos las zonas verdes y actuaremos también en la playa, en la zona del Kiko.
– ¿Y para el sector empresarial?
– Vamos a seguir destinando ayudas al sector empresarial, que ha estado muy golpeado con la crisis sanitaria. No queremos que las empresas se sacrifiquen más, queremos que se mantengan porque si funcionan, crean riqueza.
– ¿Alguna actuación prevista pensada para los más jóvenes?
– Por su puesto. Nuestros adolescentes no tienen espacios dónde ir así que vamos a invertir en espacios para la gente joven, tenemos previsto crear un skatepark en el polideportivo y un pumptrack, que es un circuito de patinetes y patines en el sector 15. Con ello crearemos cultura deportiva para que tengan hábitos más saludables.
– ¿Qué destaca de lo ejecutado en estos dos años de legislatura?
– Me siento orgullosa de todo, hasta de las pequeñas cosas que solucionamos a cada vecino en el día a día, pero sin duda, conseguir la liberación de la AP7 era un punto de inflexión para Oliva y fue un gran logro. Conseguimos romper ese aislamiento de conexión y mejor mucho la calidad de vida de nuestros vecinos.
Tenemos una rotonda norte que ha sido la infraestructura que hemos gestionado en tiempo récord, incluso a pesar de la pandemia. Se pudo negociar, adquirir los terrenos y comenzar las obras. Con voluntad es posible realizar estas infraestructuras de forma rápida.
También es importante el enlace sur que se está ejecutando en estos momentos y la conexión de las playas de Piles y Oliva. Hemos conseguido 450.000 euros de financiación por parte de la Diputación y podremos hacer el puente y el vial que nos unirá definitivamente con Piles.
– ¿Y en su concejalía de Hacienda?
– En primer lugar, hemos disminuido la carga fiscal. Bajamos el IBI un 6% y pronto modificaremos la ordenanza de las plusvalías, con lo que reduciremos en casi un 95% las transmisiones por herencias, algo que ayudará a muchas familias. Y se hará en función de los valores catastrales, para que quien más tiene, tenga menor bonificación, y al revés. Se incluirán colectivos especiales, como las personas con discapacidad, porque queremos tener una política fiscal que ayude a las personas más desfavorecidas. También ayudaremos a las víctimas de violencia de género para que tengan una bonificación del 50% y lo mismo para las familias numerosas.
– ¿Oliva está en condiciones económicas para asumir todas estas medidas fiscales?
– Asumiremos un riesgo y sus consecuencias. El presupuesto de este año será muy limitado, pero contamos con un superávit. Está todo planificado, probablemente sacrificaremos ingresos pero la prioridad ahora es que el presupuesto se limite a cubrir servicios básicos.
OPOSICIÓN
“La oposición de Oliva ha unido al gobierno. Tenemos una oposición que intenta destruir más que ayudar. No se puede perder el tiempo con batallas inútiles o estériles. Intento destinar las energías a conseguir cosas”.
-¿Qué le pide a la oposición?
– Reflexión. Nuestras buenas decisiones como gobierno van ayudar a la ciudadanía, no necesitamos a alguien que cuestione cada segundo sin ni siquiera pedir o aportar información. No hemos recibido ninguna llamada de teléfono durante toda esta pandemia para consultar un proyecto o la situación sanitaria, o simplemente para preguntar ‘¿qué hace falta?’.
Un ejemplo: les invitamos a preparar los kits de material sanitario para repartir. Voluntarios y amas de casa hacían mascarillas y nosotros, junto a los funcionarios del ayuntamiento, las empaquetábamos. Ni siquiera en esas situaciones límites tuvimos a alguien de la oposición para ayudar.
– ¿Cuáles son las claves de la política? ¿Cómo convencería o qué aconsejaría a un joven?
– Para entrar en política se necesita, ante todo, ilusión y ganas. La ilusión te da la fuerza que te impulsa para mejorar tu ciudad y la vida de los vecinos. Ganas de trabajar, porque supone muchas muchas horas. Y Oliva requiere mucho trabajo. Y la tercera, también fundamental, es no cruzar las líneas rojas. Hay que tener un gran sentido de la responsabilidad, porque la política es siempre, o debería ser siempre, para mejorar.