La captura y comercialización del ‘Peix de Llotja’ emplea a cerca de 8.000 personas en la Comunitat Valenciana, de las cuales 3.000 lo hacen a través de empleos directos y 5.000 de manera indirecta. El distintivo ‘Peix de Lotja’ pretende dar valor y reconocimiento a todos ellos, así como fomentar el producto local y de temporada de la pesca extractiva que las cerca de 20 cofradías existentes en la Comunitat obtienen cada día, entre ellas, la de Gandia. Estos datos se han adelantado en la presentación de la campaña ‘Peix de Llotja is cool’, presentada por Eugeni Alemany y promovida por la Comisión Interfederativa de las Cofradías de Pescadores (COINCOPESCA). Una propuesta que nació en 2017 de la mano de la Conselleria de Agricultura, Desenvolupament Rural, Emergència Climática y Transició Ecològica, junto con las federaciones provinciales de cofradías de pescadores de la Comunidad Valenciana.
En el caso de la Cofradía del Grau, la lucha es constante para salvar un sector del que dependen decenas de familias y que cada año se enfrenta a nuevas dificultades. Desde hace años defienden con firmeza ese etiquetado que deje clara la fecha de captura del producto y el puerto en el que se desembarca. De este modo, «cuando vemos que es pescado de la lonja de Gandia, sabemos que es de aquí, el producto de máxima calidad, de proximidad, y eso es un hecho difereniador que debe promocionarse», explica el secretario de la Cofradía de Pescadores Gandia, Enrique Ferrer.
Ya se consiguió hace unos años la obligatoriedad de incluir ese etiquetado pero finalmente se tumbó la iniciativa y fueron las cofradías valencianas las que más lucharon por conservarlo. Ahora, han conseguido oficializar este nuevo sello con el objetivo de salvaguardar las caputuras en nuestro litoral y su comercialización, muy dañada también en este año de pandemia. “Ha sido un año complicado para el sector de la pesca, que ha sido el subsector primario que más ha sufrido las consecuencias de la pandemia; porque, cuando era imposible salir a faenar, se ha visto con enormes dificultades: es momento de darle les gracias”, ha señalado Mireia Mollá, consellera de Agricultura, Desenvolupament Rural, Emergència Climática y Transició Ecològica.
Tanto es así que en plena primera ola de pandemia, con el estado de alarma, el confinamiento vigente y el cierre de los restaurantes, se puso en marcha una campaña para animar a la población a consumir pescado fresco, ya que se llegó a la dramática situación de tener que tirar cerca de 3.000 kilos de producto que no se pudo vender.
El presidente de Coincopesca, Sergio Albiol Zurita, ha asegurado que la campaña tiene como objetivo “recuperar nuestra esencia: queremos recuperar el ‘peix de llotja’, porque es hablar de calidad, tradición y gastronomía». El ‘Peix de Llotja’ se ha convertido en un alimento referente de la Comunitat. Es un producto único, sostenible y de mucha calidad extraído de los puertos valencianos. Este emblema diferenciador pretende estimular el consumo sostenible del pescado y marisco, recogido en los más de 500km de costa en la Comunidad Valenciana.
Precisamente por el impacto negativo que la crisis de la COVID-19 tiene sobre el colectivo pesquero, la Conselleria de Agricultura concedió una partida específica de más de 330.000 euros para las 21 cofradías y comunidades de pescadores de la Comunitat Valenciana, dentro del paquete de medidas destinadas a contrarrestar los efectos de la pandemia sobre el sector agropecuario. A Gandia le correspondieron 44.000 euros. Además de estas ayudas, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha concedido este año 801.980 euros a las entidades pesqueras, entre cofradías de pescadores de la Comunitat Valenciana, federaciones provinciales de cofradías y comunidades de pescadores.
Peix de Llotja: un sello de garantía y sostenibilidad
‘Peix de Llotja’ es una marca de garantía de la Comunitat Valenciana que gestiona la Comisión Interfederativa de las Cofradías de Pescadores (COINCOPESCA). Su elemento diferencial es que los productos recogidos se obtienen de manera sostenible y respetuosa con el medioambiente. El ‘Peix de Llotja’ es un producto ecológico y de kilómetro cero, es decir, la distancia entre su captura y el consumo es reducida, lo que supone un descenso de las emisiones de CO2 por el transporte. El pescado y marisco de lonja es garantía de frescor y sostenibilidad y con su consumo se establece un compromiso por el sector y todos los trabajadores que hacen posible su pesca y distribución. Desde Torrevieja a Vinaròs pasando por Gandia, las distintas cofradías adquieren los alimentos de temporada frescos, sabrosos, saludables y sostenibles, que formarán parte de la cultura autóctona, así como de una gastronomía sana y equilibrada.
COINCOPESCA
La Comisión Interfederativa de las Cofradías de Pescadores (COINCOPESCA) nace como fórmula asociativa de pescadores para atender las necesidades de subsistencia de sus miembros, vinculándose desde el principio a la pesca de bajura y artesanal. Está formada por cerca de 20 cofradías de pescadores de la Comunidad Valenciana: 10 en la provincia de Alicante; 5 en la de Castellón y otras 4 en la de Valencia, entre ellas, la de Gandia. Su función reside en abastecer diariamente las lonjas pesqueras, reguladas como establecimientos portuarios de control y primera venta de los productos frescos de la pesca y marisqueo, atendiendo las necesidades generales de ordenación del sector.
Las cofradías de pescadores de la Comunitat Valenciana son corporaciones de derecho público, sin ánimo de lucro, con personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar para el cumplimiento de sus fines, integradas voluntaria y libremente por profesionales de la pesca, armadores y trabajadores de su respectivo ámbito territorial.