Los usuarios del tren Gandia-València seguirán pagando mucho más caro que el resto de viajeros de la Comunitat Valenciana. La Generalitat ha decidido mantener fuera de la tarjeta SUMA a la zona D del Cercanías, lo que supone un agravio comparativo que afecta de lleno a miles de vecinos de Gandia y de toda la comarca de la Safor.
La tarjeta SUMA permite a los viajeros ahorrarse hasta un 40% en sus desplazamientos. Se da la circunstancia que, con la decisión del Conseller Martínez Mus, un usuario que suba en Tavernes o Xeraco paga 52,80 euros al mes, mientras que desde Gandia el coste se dispara hasta los 131. La diferencia es abismal: más del doble por recorrer apenas unos kilómetros más. Si se aplicara el mismo descuento, el coste bajaría a 78,60 euros, un ahorro muy necesario para trabajadores, estudiantes y familias que dependen del transporte público a diario.
Esta situación, va más allá de Gandia ya que los cientos de usuarios de municipios d ela comarca que acceden al servicio desde la estación de Corea, sufren la misma situación.
La exclusión por parte del gobierno de Mazón no solo tiene un impacto económico, también social. Penaliza a miles de personas de renta media y baja que cada día viajan a València a trabajar o estudiar, y que se ven obligadas a asumir un sobrecoste injustificado frente a quienes viven apenas unos kilómetros más al norte.
Una decisión difícil de justificar
El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, se mantiene en sus trece y rechaza incluir la zona D (donde se encuentra Gandia) porque, según explica, la Generalitat no tiene competencia sobre ese tramo, gestionado por RENFE. Sin embargo, desde el propio Ministerio de Transportes se recuerda que en el convenio firmado entre ambas administraciones no se contemplaban excepciones y que SUMA debía aplicarse a todos los abonos por igual.
El resultado es que Gandia y la Safor quedan discriminadas frente a otras comarcas, pagando el precio más alto por un servicio que debería ser igualitario. Y todo ello en un momento en el que se pide a la ciudadanía que apueste por la movilidad sostenible y renuncie al coche privado.
Desde el gobierno de Gandia no se oculta el malestar. Ya el pasado mes de julio, Lydia Morant, regidora de Seguridad y Movilidad, Lydia Morant declaró: “Es realmente preocupante que la Generalitat abandone y castigue a la ciudadanía de Gandia y de la Safor. “No aceptaremos este trato desigual porque vivir en Gandia no puede salir más caro cuando se han recibido fondos públicos precisamente para evitarlo”.
