El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna ha obsequiado a cada una de las comisiones falleras del municipio con una escultura de la artista Teresa Cháfer, elaborada con materiales arrastrados por la DANA del pasado 29 de octubre en la playa. Estas figuras efímeras, que se expondrán en la Casa de la Cultura hasta el 19 de marzo, arderán junto a los monumentos falleros durante la cremà, convirtiéndose en un símbolo de renacimiento.
Las esculturas fueron presentadas oficialmente en el acto de entrega de premios de la exposición del Ninot. Antes de dar paso a la entrega de banderines a los galardonados por la Junta Local Fallera, la alcaldesa Lara Romero destacó el propósito de esta iniciativa: “El Ayuntamiento ha querido rendir homenaje a la inmensa solidaridad que los falleros y falleras han demostrado en los pueblos afectados por la DANA”.
Romero también subrayó el simbolismo de las obras creadas por Teresa Cháfer: “Estas esculturas representan la fuerza de las Fallas, donde tras la destrucción llega la oportunidad de empezar de nuevo con firmeza y esperanza. Con su fuego transformamos la adversidad en un nuevo comienzo”.
Durante la presentación, la propia artista explicó en un vídeo el proceso de creación de las esculturas y el significado que encierran. La catedrática de Bellas Artes resaltó que estas figuras, al igual que las Fallas, tienen un carácter efímero y su valor no reside en la materia, sino en lo que simbolizan.

“Las seis fallas habéis sido refugio y habéis demostrado que la flama fallera no se consume, sino que ilumina, calienta y reconforta. Como artista, como vecina y como testigo de esta fuerza colectiva, he querido plasmar en cada una de estas esculturas el alma de la luz que trajisteis en medio de la oscuridad”, expresó Cháfer ante el colectivo fallero.
Las esculturas están confeccionadas con cañas y ramas recogidas en la playa de Tavernes y llevan un nido como representación de los hogares perdidos tras la catástrofe. En su interior, un corazón herido, hecho con tela de sábana, rinde homenaje a aquellos lienzos que salvaron vidas desde las ventanas.
“Seis corazones que laten con un mismo sentimiento, como un cono encendido en llamas que no es el final, sino el renacimiento de un pueblo que surge de las cenizas y el barro. La flama fallera no solo quema, sino que también ilumina el camino de la esperanza”, concluyó Cháfer.