Don Antonio Cañizares, el Cardenal Cañizares, el que ha sido nuestro Arzobispo de Valencia durante ocho años – hoy Administrador Apostólico –, se despide este domingo en la Catedral de Valencia. Dejará su cargo en el momento en que el nuevo Arzobispo, monseñor Enrique Benavent, tome asiento de la sede episcopal el próximo 10 de diciembre en la misma Catedral valentina.
En estos días me viene en mente todo lo que don Antonio ha hecho durante estos ocho años. Verdaderamente don Antonio se ha desgastado, se ha entregado, ha sido un hombre bueno y fiel a la Iglesia y a su pueblo encomendado, especialmente a sus sacerdotes.
Nunca se ha puesto de perfil. Ha tenido palabras, gestos de delicadeza, ha tenido grandes momentos en lo que ha demostrado ser un hombre humilde, acogedor de los pobres, de los inmigrantes. Don Antonio ha creado un centro para niños desamparados en Torrent, acogió a los inmigrantes del barco ‘Aquarius’, promovió diversas colectas para momentos de gran necesidad como el volcán de la Palma o ahora con la guerra de Ucrania (la que ha sido la mayor colecta realizada en la historia de la Archidiócesis de Valencia), fundó la Fundación Pauperibus para ayudar a los pobres a través de la venta de bienes patrimoniales de la Diócesis de Valencia, y así un sinfín de actividades más.
Dejadme que sea un poco personalista al final de este artículo. Don Antonio a los sacerdotes nos ha defendido, nos ha apoyado, nos ha escuchado, nunca nos ha juzgado, y siempre nos ha dicho lo que nos tenía que decir. Él ha sido un buen padre para con nosotros. Él se ha presentado donde hiciese falta para apoyar, acompañar, fortalecer, empujar… Y no sólo lo ha hecho con sacerdotes, lo ha hecho con todos, con religiosos, religiosas, laicos, familias, matrimonios, ha dado la vida por todos, se ha desgastado por todos, incluso por los no creyentes, ha dialogado con todos, ha sido amigo de todos, no ha dudado en reunirse con todo tipo de gente, de hablar con todos. A él la Iglesia de España le debe tanto… Ha sido un auténtico misionero del Señor.
Demos gracias a Dios por el testimonio de don Antonio Cañizares, demos gracias a Dios porque en esta etapa de su vida nos ha concedido tenerlo como Arzobispo de Valencia, y sobre todo si sois creyentes os invito a uniros en oración de acción de gracias por su vida, o bien si no sois creyentes os invito a uniros a nuestra alegría de haber tenido un buen hombre entre nosotros.