Entrevista a Telmo Gadea

Telmo Gadea vivirá como Presidente de la Federación de Fallas su último año de este mandato. Este músico profesor del Conservatorio de Música de Oliva, tiene  40 años, está casada con Liliana Fuster, que fue Fallera Mayor de Gandia y con quien tiene cuatro hijos. Su gran hobby son las fallas y su pasión por ellas lo ha llevado a conducir todas las comisiones de Gandia. No quiere pronunciarse por la sanción que está pendiente de la falla Prado o si se presenta o no a las proximas elecciones falleras. Pero eso si, aclara que tiene aún muchos proyectos por realizar. 

-Cuatro años al frente de las fallas de Gandia, supongo que habrán sinsabores pero también muchas alegrías?

– Empezamos por los sinsabores. Evidentemente unos cuántos y evidentemente algunos no hay maneras de repuntarlos porque cada dos por tres tenemos situaciones difíciles.

La primera de todas es que tenemos el Museo Fallero que tiene 10 años y en el que hemos tenido que asumir el pago de IBI, que son prácticamente 13.000 € anuales que no se habían pagado nunca. 

Hemos tenido que pagar lo de la legislatura anterior con retroactividad y lo de esta legislatura. No es muy agradable que te llegue un recibo de 50.000 € que no te lo esperabas y tengas que hacer malabarismos para cumplir con lo que se debe de impuestos que se deben asumir. Eso nos lleva a tener las manos atadas para desarrollar otros objetivos.

– A partir de  ese momento ¿qué medidas se toman?

– Prescindimos de la figura del gerente, refinanciamos el préstamo, es un edificio que después de 10 años había que hacerle algunas reformas porque es un lugar dónde pasa mucha gente y hay mucho desgaste. 

No es fácil de llevar, porque nosotros no nos dedicamos profesionalmente a esto. 

-Y las alegrías?

– He tenido la suerte de conocer a ocho falleras mayores, de vivir las fallas desde dentro. Es mi hobby, en mi casa mi mujer e hijos son inclusive más falleros que yo y entienden mi dedicación a esta fiesta. Han sido cuatro años muy felices, pero más difíciles de lo que pensaba al principio.

LOGROS

– De los logros, ¿de cuál se enorgullece más?

-No se si es la palabra enorgullecer, pero si que creo que tenemos que reivindicar dos  cosas, la concepción que había de que el museo era un lastre económico, un problema para las fallas, hasta hace cuatro o cinco años no dejaban de llegar cartas de avisos de impagos… todo esto ha amainado, los falleros se han tranquilizado muchísimo y ahora se entiende que este es un espacio de ellos, para que lo disfruten. El museo no es ya una carga. Al contrario, es una alegría. 

El 10º aniversario del museo fue un punto de inflexión muy bonito, con un acto para reivindicar que el museo no es nuestro enemigo, al contrario es nuestro aliado. 

-¿Qué nuevas actividades se han generado en su mandato?

– Yo me siento especialmente orgulloso del tema de la música fallera. Con composiciones nuevas, una marcha de San José que es la única marcha procesional fallera de la historia del colectivo. Realmente tengo la satisfacción que hay ciertas cosas, en ciertos planos, que seguramente no serán muy ambiciosas para cierta gente, pero el hecho de haber editado recientemente un disco con las composiciones de las falleras Mayores, el concurso de fotografia, del que hemos celebrado la primera edición.

Al Concurso de Paellas o el Sopar de Germanor les hemos intentado dar un poquito más de contenido y que al final no sea sólo sentarse en la mesa, comer y listo, sino llenarlo de actividades y en esa línea estoy.

LOS MONUMENTOS

– En los últimos ocho años no se termina de encontrar la fórmula para evaluar las categorías de los monumentos falleros

– Se ha intentado que los sistemas que votamos duraran por lo menos dos años para darle una continuidad y darle una valoración para ver si funcionaba o no y no hemos tenido siquiera la paciencia de esperar dos ejercicios.

Este año nos vemos en una situación totalmente diferente, con una seccion más, con banderines para todos los monumentos, esto es transitorio y puede ser o no reversible. Evidentemente cuando pasen las fiestas lo evaluaremos y las fallas tendrán que meditar si es lo que realmente quieren y si es un cambio que ha venido para quedarse.

– Es notorio que desde la crisis económica, cada vez se dedica menos presupuesto a los monumentos

– Durante el estallido de la crisis más profunda, tuvimos un punto de inflexión destructivo, porque ya no solo era que las empresas dejaban de auspiciar actos, sino que las mismas familias estaban destruidas y cuando no se tiene para lo básico, no hay para días de ocio. Fue una etapa muy dura.

Es verdad que hay algunas fallas, no todas, que han hecho un esfuerzo por mantener e intentar hacer monumentos más colosales, pero hay que reconocer, que para otras está siendo realmente difícil y aún estamos muy lejos de alcanzar los niveles de hace 8 o 10 años atrás.

DATOS

Evidentemente en estos años han tenido que enfrentarse a problemas económicos graves. Para enfrentarlos han tomado una serie de medidas que han sido muy duras y difíciles. Pero “hemos logrado dotar al museo de muchos servicios para que las fallas puedan hacer las presentaciones y no haga falta que vayan a empresas a alquilar sillas ni mesas, porque está todo en propiedad. 

Todo se ha hecho sin pedir derrama cuando nos estamos comiendo 50.000 euros de IBI. Hemos reducido la deuda del IBI en 30.000€ y nos quedan 20.000€, pero se va por buen camino”